

Descripción enviada por el equipo del proyecto. Situado en el corazón del barrio Mansart de Villeurbanne, una área marcada por una fuerte historia industrial, el edificio M45 propone una visión contemporánea de la «Ciudad Productiva». Este proyecto audaz e innovador es un verdadero puente entre el pasado industrial de la ciudad y las necesidades modernas de un espacio multiuso, que combina áreas comerciales y de producción.

El diseño del M45 es un homenaje a la rica herencia industrial de Villeurbanne. En lugar de borrar el pasado, el proyecto busca integrarlo y actualizarlo, creando un edificio que conserva elementos históricos mientras satisface las demandas contemporáneas. Este edificio híbrido mezcla características de un antiguo hangar con un diseño moderno, resultando en una estructura que pretende representar la historia industrial de la región en cada detalle de su construcción.





El M45 está concebido como un edificio compacto con un núcleo reducido, dividido en tres volúmenes principales. Esta división permite la mutualización de las salidas de emergencia, tratadas a lo largo de pasarelas externas que crean un ritmo visual en los patios de entrega y organizan aberturas visuales en el corazón del cuadrante. Este diseño no solo facilita el acceso y la circulación, sino que también permite una variedad de usos y mezclas programáticas. Con grandes espacios de altura generosa, el M45 puede albergar actividades comerciales, residenciales, educativas y productivas.

El edificio está pensado para evolucionar a medida que cambian las necesidades de sus ocupantes. La arquitectura reversible del M45 permite reformas y adaptaciones con facilidad, garantizando que los espacios puedan ser reconfigurados para diferentes finalidades a lo largo del tiempo. En la planta baja y en el primer piso, se encuentran pequeñas células artesanales, mientras que los pisos superiores están destinados a oficinas y usos comerciales, pero también pueden ser adaptados para otras funciones.


La arquitectura del M45 es esencialista, casi «a la hueso», caracterizada por una simplicidad funcional que no sacrifica la estética. La configuración del edificio, subdividido en unidades más pequeñas, proporciona acceso al centro de la manzana, facilitando el paso y la conexión entre los diferentes bloques. Cada bloque posee un núcleo de circulación ágil, complementado por pasarelas que conectan los edificios, creando un espacio dinámico e interconectado.

El proyecto del M45 no solo preserva la historia industrial de Villeurbanne, sino que también se integra armoniosamente en el tejido urbano existente. La economía creativa del área es incentivada, proporcionando un espacio donde la producción a pequeña escala puede ocurrir dentro de los centros urbanos. Este enfoque busca promover una ciudad más compacta y funcional, donde diferentes actividades coexistan y se complementen.

El edificio M45 es un ejemplo de cómo la arquitectura puede ser un puente entre el pasado y el presente, respetando e integrando la historia mientras satisface las necesidades modernas. Con una visión contemporánea de la «Ciudad Productiva», el M45 ofrece espacios reversibles y adaptables, una arquitectura esencialista y una integración armoniosa con el contexto urbano. Es un testimonio de cómo el diseño inteligente puede transformar y revitalizar áreas industriales, manteniendo viva la memoria del pasado mientras mira hacia el futuro.
