

Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto sirve como un centro turístico aprovechando los recursos rurales circundantes. Después de encuestas en el lugar, el equipo de diseño seleccionó un área montañosa en el sur de la localidad de Daguan, originalmente planificada para un desarrollo residencial de gran altura. El sitio presenta una rica vegetación natural y un terreno variado, con una colina central y una diferencia de elevación máxima de aproximadamente 60 metros.


El diseño tiene como objetivo preservar las formas de terreno y la vegetación únicas del sitio, creando un centro de servicios turísticos integrado con la naturaleza. Incluye funciones públicas como mercados, restaurantes, una biblioteca, espacios de exhibición y un hotel, ofreciendo a los visitantes una experiencia rural única mientras brinda a los aldeanos una plataforma para exhibir y vender productos locales. También sirve como un espacio cultural público diario.


El diseño maximiza la preservación del terreno original para crear una experiencia distintiva de la montaña Bayu y conserva la vegetación natural para sostener el ecosistema nativo. Las funciones arquitectónicas complejas se descomponen de acuerdo con las formas de terreno, creando un paisaje donde la arquitectura y la naturaleza interactúan. La naturaleza sirve como un vínculo para preservar los recuerdos locales, permitiendo a los visitantes urbanos conectar con el campo y a los lugareños redescubrir el valor de su entorno natural.



El terreno complejo se transforma en una característica natural. Dos grupos de edificios responden al entorno de diferentes maneras. El mercado al pie de la colina se divide en pequeñas unidades, siguiendo la pendiente y utilizando estructuras elevadas para adaptarse al terreno. La estructura en forma de anillo en la cima de la colina abraza la colina natural, enfatizando la centralidad de la naturaleza. Al preservar el terreno original y la vegetación, el sitio se convierte en un parque rural donde la arquitectura y la naturaleza se entrelazan, formando parte del paisaje.


La sección circular superior presenta un puente flotante de 85 metros alrededor de la colina, creando un hito natural escénico. La pasarela de vidrio fotovoltaico en el techo ofrece vistas del paisaje rural exterior y de la serena colina interior, continuando un diálogo con el templo de montaña preservado, sirviendo como un símbolo espiritual de la naturaleza.


Los espacios públicos son en su mayoría al aire libre, con plataformas y puentes semi-exteriores en diferentes elevaciones, adaptados al clima local. Esto difumina los límites entre la arquitectura y la naturaleza. Guiado por valores naturales, el proyecto integra la armonía ambiental, la organización espacial sostenible y materiales locales, formando una identidad regional cohesiva y creando una nueva visión para el desarrollo rural.
