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Arquitectos: driearchitecten
- Área: 175 m²
- Año: 2024
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Fotografías:Klaas Verdru
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Proveedores: Petac

Descripción enviada por el equipo del proyecto. Para este proyecto, nos basamos en un lugar con una rica historia. Nos inspiramos en Le Corbusier, quien eleva las funciones y redefine la planta baja como un nivel de servicio. Por lo tanto, en la planta baja, acomodamos las funciones esenciales: un espacio para coches y bicicletas, un vestíbulo de entrada, un guardarropa, una lavandería, un cuarto de servicios, almacenamiento, espacio de oficina y un jardín interior.




La primera planta está reservada para dormir y bañarse, mientras que la segunda alberga los espacios de estar, con amplias terrazas. El enfoque se centró en maximizar el uso del sol y la luz, dada la orientación norte de la casa existente. La nueva planta superior se abre hacia el sur para aprovechar al máximo la luz solar natural.

Esta intervención arquitectónica se concibe como un palimpsesto: un sutil equilibrio entre reutilización y renovación, donde se preserva la atmósfera monástica original y se revitalizan los espacios. El proyecto crea un nuevo mundo sobre una rica historia, con una cuidadosa armonía entre la preservación y la innovación. Se reutilizaron técnicas existentes donde fue necesario, complementadas con nuevas tecnologías para hacer posible la vida y el trabajo intensivos en un contexto urbano.


Todo lo que era valioso se preservó al máximo. Un jardín verde con gallinas aporta un toque de vida rural a la ciudad. La casa, con tres fachadas – una fachada que da a la plaza, una fachada de calle y una fachada de jardín – ofrece una experiencia única. En el lado de la plaza, la intervención es muy sutil y casi invisible, permitiendo que la iglesia destaque. En el lado de la calle, el volumen saliente está muy presente y forma un sorprendente diálogo con la antigua fachada de la iglesia, aportando una tensión inesperada al paisaje urbano.



Desde el interior, la presencia de la iglesia es muy tangible, casi tocable, y forma parte del propio espacio. Por ello, optamos por hacer el volumen completamente transparente en cristal, permitiendo que la luz, la vista y la historia se fundieran en un todo único. Este proyecto simboliza una intensa simbiosis entre el pasado y el futuro, la ciudad y el verde, y la historia y la modernidad.
