Descripción enviada por el equipo del proyecto. El cliente de este proyecto se acercó a LOCAL buscando convertir un granero de piedra en un estudio para un pintor y cabaña de vacaciones. El usuario es un pintor de paisajes, por lo tanto pidió tener vistas y mucha luz.
Al mismo tiempo, su dueño quería conservar el carácter rústico del establo de piedra, típico de Irlanda; por esto LOCAL decidió mantener la fachada prácticamente intacta.
Para ganar las mejores vistas hacia las colinas se dispusieron dos tragaluces, invisible desde la calle, que además permiten el ingreso de luz natural a la parte trasera de la casa.
La piedra de la fachada demolida se reutilizó para construir escaleras de piedra que llevan al segundo nivel. Se usaron materiales y artesanos locales para la construcción, y tuvo un seguimiento muy comprometido del cliente, haciendo un trabajo de detalles simples y de un vocabulario vernáculo.
Otro desafío fue adaptar un baño, una cocina y una habitación en solo 46 m2; para esto el interior se trató como un barco, con las escaleras, el baño y la cocina muy compactos y encajados en una misma área.