- Año: 2009
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Fotografías:Jantscher Thomas
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Aislado en un paisaje rural de colinas a los pies de los "Préalpes", el proyecto fue elaborado para armonizar con su entorno natural, inspirándose en los alrededores de la arquitectura vernácula y la topografía dominante de la región.
El volumen de las instalaciones deportivas se produce de forma natural en el montículo. Con su generosos techos inclinados, el volumen monolítico del proyecto rinde homenaje a las formas y la curvatura de la pradera que lo rodea. Los bordes aparecen y desaparecen en los pliegues del paisaje, ofreciendo cambios de la perspectiva.
En toda la localidad, respetando la topografía, se elaboran caminos con pendiente suave para vincular el Norte y el Sur, las partes inferiores y superiores, guiando a los visitantes a cada posición de entrada con facilidad.
El interior del proyecto está organizado para facilitar el acceso y el sentido de una conexión con las instalaciones deportivas exteriores existentes. El campo de deportes del nuevo edificio, hacia el Este, ofrece continuidad ininterrumpida entre el interior y el exterior gracias a límites armonizados, y a una gran abertura de vidrio. El hall de entrada superior que contiene la cafetería crea otra relación con la parte superior del montículo hacia el Sur, donde se está construyendo un segundo edificio con aulas.
La planta baja del edificio, parcialmente subterránea en el montículo, está construida enteramente de hormigón y funciona como un zócalo estructural. Las paredes sobre el suelo y el techo están hechas totalmente de madera. La estructura del techo se compone de trianguladas vigas de madera laminada encolada de 1.6m de alto y 29.9m de largo.
El proyecto ha sido desarrollado con un enfoque sostenible desde la concepción hasta su materialización. En primer lugar, en comparación con otras instalaciones, de forma similar, el volumen del proyecto es decididamente compacto. Además, un sistema de calefacción central de madera garantiza la comodidad de temperatura en el invierno, y durante el verano, una combinación de circulación de aire natural y ventilación controlada, reduce al mínimo el consumo total de energía.
La elección de materiales se guió por la misma sensibilidad sostenible. La madera se convirtió en el material privilegiado, no sólo por su armonía estética con el entorno, sino también por su facilidad de montaje, reduciendo costos y tiempo.
El aislamiento se realiza casi exclusivamente con materiales 100% reciclados, procedentes de otros residuos del emplazamiento de la obra. Esta técnica surgió de la investigación en colaboración con los ingenieros y el fabricante, y se experimentó por primera vez en la construcción de este proyecto. Representa un nuevo paso hacia la tecnología de aislamiento sostenible.
El edificio fue galardonado con la etiqueta energética, Swiss Minergie®.