- Área: 15 m²
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Fotografias:Andy Ryan
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Proveedores: Goppion
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La expansión del Museo de arte Nelson Atkins combina la arquitectura con el paisaje para generar una arquitectura experimental que se desarrolla por los visitantes, ya que es percibida a través del movimiento de las personas, del espacio y el tiempo. El nuevo anexo, denominado Edificio Bloch, contiene el Jardín de las Esculturas existente, transformando todo el terreno del museo en un recinto para la experiencia del visitante. El nuevo anexo se extiende a lo largo del límite oriente del campus y se distingue por cinco lucarnas acristaladas, que atraviesan desde el edificio original por el Jardín de Esculturas, para formar nuevos espacios y ángulos de visión. La innovadora fusión de paisaje, arquitectura y arte, fue realizada mediante una estrecha colaboración con curadores del museo y artistas, para lograr una relación dinámica y solidaria entre arte y arquitectura. Como los visitantes se mueven a través del nuevo anexo, experimentan el flujo entre la luz, el arte, la arquitectura y el paisaje, con vistas de un nivel a otro, del interior hacia el exterior.
El movimiento giratorio entre las lucarnas de captación de luz del nuevo anexo entreteje el nuevo edificio con el paisaje en una dinámica fluida, sobre la base de una relación sensible a su contexto. En lugar de anexar una masa, los nuevos elementos contrastan complementariamente con el clásico original "Templo del Arte" 1933:
- Nuevo edificio original (en contraste complementario)
- Opaco transparente
- Iluminación concentrada
- Mixtura hermética
- Vistas del paisaje
- Delimita lo ilimitado
- Circulación dirigida, circulación libre
- Lucarnas transparentes independientes
La primera de las cinco "lucarnas" forma una entrada luminosa y transparente, con cafetería, biblioteca de arte y librería, invitando al público al Museo y guiando su desplazamiento a través de rampas, hacia las galerías a medida que avanzan hacia el jardín. Desde el vestíbulo, un nuevo eje transversal se conecta a través de amplios espacios del edificio original. Por la noche, el volumen de cristal del vestíbulo iluminado intensamente, ofrece una atractiva transparencia, que atrae visitantes a los eventos y actividades. Varias capas de cristal translúcido reúnen, difunden y refractan la luz, a veces materializándola como bloques de hielo. Durante el día, las lucarnas inyectan diferentes cualidades de la luz en las galerías, mientras que por la noche el Jardín de Esculturas brilla con su propia iluminación. El "camino serpenteante" entre las lucarnas en el Jardín de las Esculturas tiene su complemento en el flujo libre en el nivel inferior de galerías. Las galerías, organizadas en secuencia para apoyar el recorrido de las colecciones, descienden gradualmente hacia el jardín y son interrumpidas por vistas hacia el paisaje.
El diseño para el nuevo anexo utiliza conceptos de construcción sustentable; el Jardín de Esculturas continúa hacia arriba y sobre el techo de las galerías, generando espacios de esculturas entre las lucarnas, además de proporcionar las cubiertas verdes para lograr una buena aislación y el control de las aguas pluviales. El concepto estructural central de las lucarnas es combinado con el concepto de la luz y la distribución del aire: "T Breathing" ilumina las galerías a lo largo de sus curvas inferiores a través del vidrio en suspensión. Las cavidades del doble vidrio de las lucarnas de aire calientan, gracias al sol, el aire en invierno y lo refrescan en el verano. Se obtienen niveles ideales de iluminación para todo tipo de arte o instalaciones y los requisitos de flexibilidad lumínica de temporadas es garantizado a través del uso de pantallas controladas por computador y por un material translúcido especial incrustado en las cavidades aislantes del vidrio. La zona de servicios del sótano por debajo de las galerías ofrece, almacenamiento y manejo de los espacios, así como un acceso flexible al sistema de "T Breathing".
La ingeniosa integración del arte y la arquitectura incluye un esfuerzo de colaboración con el artista Walter De María, uno de los grandes artistas minimalistas de nuestro tiempo. La escultura de De Maria, un “Sol/34 lunas”, es la pieza central del espacio común del acceso de granito, como un espejo de agua que otorga un nuevo espacio de entrada al edificio antiguo y al nuevo. Las "lunas" de la obra del escultor, son claraboyas circulares en el fondo de la piscina, que proyectan luz refractada por el agua al nivel bajo ellas.
La fuerte relación entre el concepto de la arquitectura y las importantes participaciones de arte oriental en el Museo, son ilustradas mediante obras de la colección permanente, como “Verdant Mountains” (s. xii) por Chiang Shen o “The north sea” (s. xvi) por Chou Ch'en, que demuestra la fusión atemporal del arte, la arquitectura y el paisaje. El nuevo anexo celebra esta fusión con un nuevo espacio de esculturas de Isamu Noguchi, estableciendo un vínculo con el jardín de esculturas existente.