"Siento que las nuevas generaciones de arquitectos (chilenos), que ahora están tirando el carro, tienen un mayor compromiso con los proyectos públicos”. Claro reflejo de la actual metamorfosis de la arquitectura chilena, esta afirmación no la decimos nosotros, sino Cristián Undurraga, fundador de Undurraga Devés Arquitectos, la histórica oficina ganadora, entre otros proyectos, de los concursos públicos de remodelación de la Plaza de la Constitución (1978-1980), la Plaza de la Ciudadanía (1995-2009) y el Plan Maestro Eje Bulnes (2012-), todos en torno al eje del Barrio Cívico planteado por Karl Brunner.
En entrevista con el diario chileno La Tercera, el arquitecto chileno reconoce que "como ciudad y sociedad la mayor deuda es la segregación social". Y claro, en los últimos años no sólo los proyectos públicos comenzaron a tomar protagonismo en la escena local, sino también tomó peso la discusión ciudadana sobre la ciudad que queremos. Un debate que las nuevas generaciones (incluyendo los arquitectos) han asumido como fundamental.
Ganador del diseño del Pabellón de Chile en la Expo Milán 2015, Undurraga da cuenta de esa reflotada sensibilidad -al menos públicamente- de los arquitectos sobre los temas urbanos. "El valor de la ciudad es que logra reunir a la gente. Habla muy mal de nosotros que sigamos segregando a los que tienen menos alejándolos de la vida urbana y de los servicios básicos", señala en la entrevista al diario La Tercera. Y la pregunta de rigor: "desde la arquitectura, ¿cómo se logra acabar con la segregación en la ciudad?"
"El drama de la vivienda social es cuando se desplaza a muchos kilómetros del lugar donde la gente tiene sus redes y servicios, eso es un castigo. Fue el mismo Estado el que erradicó las viviendas sociales hacia la periferia y es el Estado el que debería hacer un gasto enorme para solucionar el problema, comprando, por ejemplo, sitios caros en el centro de Santiago y generando un sistema de subsidios especial mucho más grande del que existe, que permita generar sectores pequeños de vivienda social, media y de mejor nivel, todas juntas. En la medida en que se haga balanceadamente, a partir de pequeñas manzanas de la ciudad, puede ser un proyecto exitoso".
La opinión de Undurraga es un extendido reconocimiento a las falencias del desarrollo urbano actual, después de décadas de emigración residencial -forzada o no- a la periferia otrora agrícola y la posterior densificación inmobiliaria del centro y pericentro de Santiago.
Entonces, ¿tenemos algo que decir los arquitectos? Sí, claro. ¿Tenemos algo que hacer? Por supuesto, pero no todo. No somos Atlas cargando el mundo sobre sus hombros, sino debemos (re)conocer nuestras limitaciones: ¿podemos los arquitectos asumir el reto completo de la segregación y otros temas urbanos?, ¿su solución depende exclusivamente de nosotros los arquitectos?, ¿cómo funciona el mercado urbano de las ciudades chilenas?, ¿con quiénes debemos asociarnos para mejorar la calidad de vida de nuestras ciudades?
Por lo mismo, y a raíz de la opinión de Undurraga y otros referentes públicos, reiteramos a arquitectos, académicos, estudiantes e interesados en el tema, la pregunta de la entrevista: desde la arquitectura, ¿cómo se logra acabar con la segregación en la ciudad?
Lee la entrevista a Cristián Undurraga acá.