En el pabellón de Baréin para la Bienal de Venecia 2014, el país utiliza su posición en el extremo este de la región pan-árabe para investigar el impacto de la modernidad en el mundo árabe: primero como una imposición colonial, luego como un intento local por conciliar la cultura árabe y la global, y finalmente como una aceptación de los ideales neoliberales.
La muestra recoge 100 proyectos de todos los estados árabes, con la intención de consolidar y preservar el conocimiento de este período crítico. La instalación en sí, una biblioteca gigante, es la manifestación de esta investigación, que más tarde se pondrá a disposición en el Arab Center for Architecture (Centro Árabe para la Arquitectura).
Desde el Catálogo Oficial de la 14a Exposición Internacional de Arquitectura.En un momento en que el mundo árabe está en crisis, parece relevante, para Baréin, el límite oriental de esta región, evaluar lo que queda del proyecto pan-árabe; un proyecto político y cultural transnacional nacido a principios del siglo XX coincidente con el comienzo de la modernidad en la región. Bajo el dominio otomano que se extendió desde Bagdad a Tiemcen en el oeste de Argelia, las fuerzas coloniales europeas dieron comienzo al proyecto modernista, primero a través de una infraestructura de líneas de ferrocarril y luego, progresivamente con la desaparición del Imperio Otomano al final de la primera Guerra Mundial, con ambiciones coloniales más profundas, que fueron traducidas a través de un proyecto de modernización territorial tanto a nivel urbano, cómo arquitectónico.
Desde los planes maestros modernistas de Argelia, a las influyentes importaciones soviéticas que se construyeron en Damasco y la arquitectura Art Deco, de ladrillo de barro, en Bagdad; las semillas del proyecto modernista llegaron principalmente desde una perspectiva forastera, y fueron comúnmente percibidas como tales. Ellas fueron retrasadas por un breve período comprendido entre los años 1950 a los años 70 por los intentos locales de generar una arquitectura modernista que intentó reconciliar las especificidades locales de los materiales y las costumbres, con las innovaciones coloniales de la época. Los arquitectos árabes estaban experimentando con una arquitectura modernista local que tenía la ambición de pertenecer a un movimiento internacional, pero sin embargo estaba respondiendo al contexto.
Desde finales de 1980 en adelante, las semillas del proyecto modernista fueron abortadas ya que el contexto político evolucionó, y conseguir los cambios estructurales del proyecto modernista se hizo muy dificultoso. El mapa colonial fue gradualmente reemplazado por el modelo de desarrollo inmobiliario, que con sus ideales neoliberales, se adoptaron con facilidad como el nuevo modus operandi, marcando el comienzo de un cambio de la seriedad política y económica de la región desde Marruecos hacia la región del Golfo.
La exposición está concebida como una lectura subjetiva, no exhaustiva y a veces ficticia sobre la herencia arquitectónica de los últimos cien años en todo el mundo árabe, que se inició como un primer intento de salvaguardar los archivos del patrimonio arquitectónico de esta región. Incluye la selección de un centenar de edificios, expuestos de forma plana sin ninguna prevención, o juicio arquitectónico cualitativo, y que posteriormente se unirán a los archivos del Arab Center for Architecture (Centro Árabe para la Arquitectura).