Siempre se habla de la impresión 3D como una tecnología para la "arquitectura del futuro", centrándose en su capacidad para crear cosas nuevas de forma rápida y barata. Pero, ¿puede aplicarse en soluciones de la actualidad? Como muestra este artículo originalmente publicado por Metropolis Magazine como "3D Printing Saves a Frank Lloyd Wright Treasure", la impresión 3D también tiene algo que ofrecer al pasado; específicamente, a un edificio de Frank Lloyd Wright en deterioro cuyo 'bloque textil' era simplemente demasiado complejo para ser restaurado a través de otras técnicas modernas.
Sigue leyendo después del salto para averiguar cómo se está logrando esta misión de rescate de alta tecnología.
En el centro de Florida, en el campus de Florida Southern College, se erigen no menos de 11 edificios diseñados por Frank Lloyd Wright, la mayor colección de obras del famoso arquitecto reunidas en un mismo sitio. Construidos a lo largo de casi dos décadas, de 1941 a 1958, a "Child of the Sun", como se conoce a los edificios colectivamente, se le dio estatus de hito patrimonial en 2012. Pero los esfuerzos de restauración, supervisados por Mesick Cohen Wilson Baker Architects (MCWB), con sede en Albany, ya estaban en marcha para ese entonces. En 2007, la empresa completó el Water Dome, una piscina infantil animada por chorros abovedados de agua, que Wright había concebido como la pieza central del campus, pero que nunca se había construido.
Entre los edificios clave que se pidió restaurar el MCWB, pero ninguno resultó tan difícil como la Capilla Annie Pfeiffer. La capilla se compone del sistema de bloque textil distintivo de Wright, utilizado por primera vez en 1923 en su famosa Casa John Storer en Hollywood, California. Wright diseñó los bloques para reflejar su concepto de una arquitectura "orgánica" que parecía surgir de forma natural en medio de su entorno. En Florida Southern College, estos módulos se utilizan de manera más escultórica en la Capilla Annie Pfeiffer; pero un huracán de 1944 y una equivocada campaña de restauración em 1981, por no hablar de décadas de exposición, han dañado gran parte de los bloques de la estructura. MCWB pronto descubrió que los costos de sustituir los miles de bloques textiles con patrones elaborados utilizados para construir el edificio serían enormes.
Dado que los moldes originales fueron hechos por artesanos, nunca se registró de manera sistemática el conocimiento de su artesanía. ¿Cómo podrían recrear con fidelidad y economía los bloques de construcción?
El arquitecto Jeff Baker, socio de MCWB y supervisor del trabajo en la capilla, consideró que la respuesta perfecta sería utilizar la impresión en 3D. "Me ha interesado durante los últimos veinte años, pero no había podido aplicarla hasta ahora", dice Baker. Lo que ha cambiado en ese tiempo, sin embargo, es la aparición de impresoras 3D de escritorio, muy asequibles. "Todavía hacemos la mayor parte de este trabajo utilizando métodos mecanizados a mano", dice. "[Pero] está claro que la impresión 3D, en combinación con el mecanizado CNC, será el camino del futuro para estos moldes y otros similares".
Con la ayuda de Baker, la universidad pudo obtener dinero para investigar y aplicar la impresión 3D en la recreación de los bloques de construcción. Recibieron una subvención de $ 50,000 de la División de Recursos Históricos de la Florida y $ 350,000 del Programa de Tesoros del Servicio de Parques Nacionales. Con los fondos pudieron adquirir el hardware necesario para llevar a cabo plan de Baker.
Para recrear los bloques, el equipo de Baker miró los planos originales de Wright, y a partir de ellos, creó la base de modelos 3D en el software, y luego los negativos de los bloques. Se aislaron elementos de los moldes para caber dentro de las plataformas de las impresoras 3D, y luego fueron impresos. Agregaron algunas partes hechas a mano a los elementos impresos para producir los nuevos moldes, un enfoque híbrido con la intención de ahorrar dinero y tiempo.
El proceso fue menos sencillo de lo que parece ahora, Baker dice, recordando los problemas que hubo que resolver en el proyecto. "Tratamos diversos tipos de impresoras, diferentes tipos de materiales y software, todos con aparentemente infinitas opciones para determinar cómo imprimir las partes y conseguir que se liberen de los moldes", dice Baker. Añade que, si bien han tenido un éxito inicial, todavía están refinando el proceso y ampliándolo para abarcar partes más grandes del trabajo de restauración.
Baker ve esto como un elemento de cambio para toda la profesión de arquitecto. "Sin duda afectará el campo de la restauración y lo hará en formas que van más allá de nuestra imaginación en este momento", dice. Por el momento, Florida Southern College es feliz de que uno de sus edificios de Wright está siendo traído nuevamente a la vida.