- Área: 500 m²
- Año: 2014
-
Fotografías:Amit Geron
-
Proveedores: Vitrocsa
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto trata de un amplio penthouse construido de forma simétrica en torno a una estrecha circulación central, que en esencia divide la residencia en dos alas distintas.
En un intento de unir las dos secciones y transformar el núcleo de hormigón en una conexión entre los espacios, el arquitecto optó por cubrirlo con texturas dinámicas, desarrollando formas geométricas diseñadas especialmente para el proyecto. El revestimiento es tridimensional y está hecho de grandes láminas de aluminio pintado blanco, colgantes desde el cielo del núcleo. Los distintos espacios del departamento fueron diseñados para generar un ambiente de meditación con capas monocromáticas basadas en el color blanco. A través de un juego de luces, sombras y texturas; múltiples capas de blanco, casi "coloridas" por la riqueza de sus formas, presentan tonalidades variadas y profundas del blanco.
Los paneles de los muros del departamento, que originalmente eran pequeños cuadrados de aluminio, fueron cambiados por enormes ventanas sin divisiones horizontales, permitiendo un estallido del paisaje urbano hacia los espacios del penthouse. El dinamismo de la ciudad, su profundidad y riqueza de color y sus paisajes diferentes; encuentran su expresión en el espacio monocromático, casi monástico, que parece invitar al entorno urbano a fusionarse con el diseño del proyecto. Las capas puras, blancas y suaves, parecen haber adquirido una frecuencia y fortaleza, diferentes del ritmo de la ciudad. Las formas geométricas en desarrollo, como racimos de triángulos, reverberan a pesar de su blancura, con el pulso y la energía de la ciudad. Los mismos grupos triangulares aparecen como motivo en el muro “verde" de la terraza, que fue especialmente diseñado para el departamento y en el que se instalarán plantas en marcos geométricos similares.
La luminaria del proyecto completa el look considerado y ahorrativo de las líneas de la propuesta. Tiras largas y delgadas de luz hacen hincapié en el eje linear a lo largo de la longitud del corredor y figuras del cielo, que aparecen como obras de origami complementando los muros triangulares tridimensionales. Se instaló retroiluminación a lo largo de las paredes, para enfatizar las superficies de los triángulos y para generar la fragmentación a partir del muro central que lo convierte también en una dramática y dinámica escultura. De esta forma las múltiples capas blancas crean una sorprendente profundidad a partir de formas geométricas, originales y evidentes contra un telón de fondo puro, y logran una reducción en los colores del penthouse. La elección del diseñador de un ambiente tan monástico y silencioso, provee el telón de fondo perfecto para abarcar toda la vista panorámica de la ciudad hasta el horizonte.