- Área: 250 m²
- Año: 2009
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Fotografías:Gonzalo Viramonte
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Casa V.A creando relaciones.
El cuadrante sudeste de la ciudad de Córdoba; donde aún quedan huellas de las florecientes quintas y explotaciones sub familiares de la década del 70 que abastecían de verduras a la capital; se ha transformado hoy en un conglomerado de barrios que surgen desde los viejos caminos que salían de la ciudad con destino a los pueblos cercanos.
Este ambiente que aún en ciertas ocasiones y rincones se percibe, es el de la campiña, las quintas, los tractores, las recolecciones manuales, los pequeños transportes de hortalizas, esclusas, canales de riego, etc.
En este contexto, el espacio exterior pretende ser tan protagonista como el espacio construido, y la relación con el campo arado, las cortinas de vientos, los surcos sembrados e inundados, definen las cuencas visuales, los aromas y las posibilidades del disfrute de un paisaje mas agreste.
El concepto funcional que define al Comitente, es la instancia de gestación de este proyecto. La diafanidad y continuidad espacial de las aéreas públicas y la posibilidad constante de gravitar entre interior y exterior, son las cualidades principales que definen la identidad del hogar, del refugio y por consecuencia la manera de querer vivir del habitante.
Teniendo en cuenta un programa arquitectónico conciso, se desarrolla esta vivienda a partir del concepto de una casa "ómnibus", inserta en casi toda la longitud del lote, aprovechando de esta forma las bondades del norte y su sol cordobés y perforando de manera quirúrgica el plano hacia el sur para obtener las ventajas de la ventilación cruzada.
El espacio público en doble altura, es un prisma perforado por grandes aberturas captando la luz desde todos sus orientaciones. En él, aparece como acto escultural una escalera a cremallera, de metal y vidrio, dominando del espacio. Un patio de invierno separa al espacio público de los dormitorios en planta baja.
Una galería liviana, controla el sol del norte, posibilitando una relación indisoluble con el espacio exterior y el parque circundante. La cubierta de palos de eucaliptus tratados y el piso de deck de lapacho, empaquetados por perfiles metálicos IPN, le dan un carácter vernáculo y regional que dialoga complementariamente con la volumetría maciza y pura del resto.
Una platea de hormigón armado se asienta sobre un terraplén de 90 cm de altura, lo que permite despegar la vivienda del nivel natural del suelo y no sufrir los efectos de las napas freáticas. Así mismo, la galería acompaña con su estructura metálica esa altura, generando un efecto de ingravidez que transfiere a toda la construcción.
Atrás, aparece el quincho, conformando un "sube y baja", por dos planos suspendidos sobre el volumen de servicio a las actividades al aire libre y piscina. Por último, la propuesta paisajística propone especies que se manejan adecuadamente con el suelo húmedo y salino al mismo tiempo, del lugar.