INMATERIALES es una investigación sobre las relaciones entre materia y espacio desde una experiencia sensorial construida por formas procesuales, exploraciones realizadas a través de un proyecto formativo y prácticas participativas sobre el espacio público. El resultado de esta investigación fueron varias obras en dos etapas y lugares distintos: Santiago de Chile y Caracas, Venezuela, dirigidas por Miguel Braceli de Proyecto Colectivo.
En esta oportunidad Movimiento Sur invitó a estudiantes y profesionales de arquitectura, diseño y artes visuales a inscribirse en un taller práctico a cargo del arquitecto y artista venezolano Miguel Braceli para llevar a cabo una instalación en Milm2, espacio que busca transformar la relación entre participación y cultura, a través de la ocupación temporal.
Conoce más detalles de esta instalación a continuación.
INMATERIALES es una investigación sobre las relaciones entre materia y espacio desde una experiencia sensorial, proyecto que Miguel Braceli ha desarrollado cruzando las prácticas formativas con los procesos creativos del autor.
“Son cada vez más los espacios donde el arte y la arquitectura se encuentran, desdibujando fronteras que se borran cuando las manifestaciones coinciden en la construcción conceptual, contextual y procesual de proyectos que se diluyen en el paisaje. INMATERIALES busca acercarse a estas dinámicas desde la exploración sensible de formas cuya materia se desdibuja en la experiencia. Son ensayos sobre el tránsito y la levedad. La materia se disuelve sobre el espacio en la acción de dibujar a partir de las incidencias colectivas, la obra es un medio físico para construir formas que sólo existen en el efecto. Productos intangibles que preguntan sobre sus formas originantes para retar la realidad.” MB
En esta oportunidad Movimiento Sur invitó a estudiantes y profesionales de arquitectura, diseño y artes visuales de distintas Universidades Chilenas, a inscribirse en un taller práctico a cargo del arquitecto y artista venezolano Miguel Braceli.
“El trabajo se desarrolló partiendo de los procesos como instancias creativas para configurar una obra que se iba modificando por afectaciones formales según las acciones de los participantes. Es un proyecto abierto de naturaleza procesual que pone en tensión a la forma, para recibir transformaciones dentro de una lógica capaz de incorporar el cambio como naturaleza constitutiva. La instalación no es otra cosa sino un medio para producir la obra como documento, es el soporte y motor de construcciones estéticas y dinámicas producto de acciones colectivas que buscan dibujar sus procesos en la ausencia.” MB
Tanto el taller como la instalación se llevaron a cabo en Milm2, espacio que busca transformar la relación entre participación y cultura, a través de la ocupación temporal. Estos objetivos aquí se materializaban en las distintas acciones que los espectadores ejercían sobre la obra modificando su condición inicial. 300 metros lineales de pvc se convirtieron en instrumento para escribir en el espacio, llenando o vaciando su contenido. Materiales que posteriormente se reconfiguraron en una nueva intervención.
El Museo de la Memoria y los derechos Humanos de Santiago de Chile fue el escenario para la segunda acción que Braceli dirigió en Movimiento Sur, intervención en sintonía con las experiencias participativas de Proyecto Colectivo. En este último trabajo los estudiantes de los laboratorios fueron tejiendo cada uno de los treinta artículos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Sobrescribir estos textos construía nuevas metáforas sobre la fragilidad de estos contenidos y otras formas distintas de ausencia. Enfrentadas al espacio público, desde un diálogo distinto con la arquitectura, estas líneas nuevamente se convirtieron en medio para establecer relaciones entre materia, espacio y cuerpo.
El proyecto culminó en el Taller X con estudiantes de la Facultad de Arquitectura de la UCV. Quienes enfrentándose a las mismas condiciones en un contexto distinto, construyeron un edificio de papel. Aquí las formas -soportadas en su ligereza- recorrieron los distintos espacios del corazón de la Ciudad Universitaria de Caracas, pensando sus valores desde lo inmaterial.
Ambos proyectos se desarrollaron partiendo de los procesos como instancias creativas para configurar una obra que se iba modificando por afectaciones formales según las acciones del paisaje y los participantes. Es un proyecto abierto de naturaleza procesual que pone en tensión a la forma, para recibir transformaciones dentro de una lógica capaz de incorporar el cambio como para de su naturaleza constitutiva. La instalación no es otra cosa sino un medio para producir la obra como documento, es el soporte y motor de construcciones estéticas y dinámicas producto de acciones colectivas que buscan edificar desde la levedad.
El proyecto continuará interviniendo espacios urbanos como la Plaza Brión de Chacaito de la mano de Provita en el mes de abril. Gracias a los estudiantes, a las instituciones y a todos aquellos que se sumaron para construir.