- Año: 2015
-
Fotografías:Atsushi Ishida
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Diseñamos un ambiente lúdico y emocionante apto para la aplicación de una política educativa de jardines infantiles, que se centra en la educación de los niños que pueden pensar, aprender y actuar de forma independiente. Al hacerlo, hemos generado un espacio en el que los cambios estacionales se pueden experimentar al máximo, mediante el aprovechamiento de las ventanas frente a un jardín exterior del edificio para marcar el comienzo de la vida al aire libre en el recinto.
Hemos experimentado con un diseño de paisaje poblado de lagos, colinas y montañas, que inspiran en los niños una variedad de usos y formas divertidas de jugar, al estimular su imaginación.
Aquí, el paisaje y la relajación asociada con la naturaleza hacen eco en todo el espacio, mediante un diseño inteligente que se asemeja a una colina, a muebles que representan pequeñas montañas, cuevas o cabañas y espejos que recuerdan a la superficie de un lago, mientras que las graduaciones de color de las paredes cuentan con una gama de colores que evocan la belleza de la naturaleza.
Los espejos en forma de lagunas que cubren el techo en la zona denominada "lago", ayudan a crear un espacio en el que pequeños cambios en la luz natural, como desde el sol de la mañana o de la tarde o la de un cielo soleado o nublado, pueden ser experimentados durante todo el día y todas las estaciones del año, agregando además el reflejo de los niños al jugar. Como la imagen reflejada se suma a la vivacidad de todo el paisaje, ayuda a generar un ambiente que atrae a los niños a acercarse a los fenómenos naturales y a sus actividades diarias con un mayor sentido de asombro y alegría.
En el área de "colinas y montañas", la colina verde permite una variedad de usos para actividades encaminadas a estimular la creatividad de los niños, tales como asientos para un concierto, un escenario para una obra de teatro, o un soporte para una exposición.
Además, los niños pueden escalar por encima de las piezas de color rojo, azul y naranja de los muebles, como si fueran una pequeña cima de montaña, sentarse en ellas como sillas, gatear a través de ellas como una cueva o disfrutarlas como su propio espacio privado, como una cabaña y disfrutar de un libro, o incluso jugar a las escondidas.
Los tonos naranja y amarillo del sol poniente, las tonalidades de los bosques verdes y los motivos de cascada en las estructuras de juegos en forma de montaña; se unen en una graduación que se propaga a lo largo de todo el espacio como una onda de color viva llena de movimientos. Esto le permite a los niños desarrollarse alegremente en un ambiente bañado en el ritmo de los colores, donde pueden encontrar su espacio y decidir cómo gastar su tiempo, cada uno a su manera.
Por otra parte, mediante la colocación de elementos inspirados en escenarios naturales en todo el espacio y la creación de un paisaje que permite una variedad de usos y actividades, nuestro objetivo fue lograr un jardín infantil que ofrece a los niños un número ilimitado de oportunidades para estimular su creatividad y desarrollar sus habilidades al máximo.