Entre el domingo 17 y el lunes 18 de mayo se inauguraron en cinco ciudades de Venezuela los proyectos de la segunda edición de Espacios de Paz. Planteado como un genuino ejercicio práctico de diseño participativo, veinte colectivos latinoamericanos de arquitectura trabajaron en terreno durante cinco semanas con comunidades de barrios dominados por la violencia, la deserción escolar y la delincuencia; buscando convertir espacios deteriorados y abandonados en espacios públicos de paz.
Coordinado por la oficina local PICO Estudio, con la tutoría de instituciones públicas y bajo la dirección de Isis Ochoa -Alta Comisionada Presidencial del Movimiento por la Paz y la Vida-, en cada proyecto representantes de cuatro colectivos jóvenes de arquitectura desarrollan un proceso de diálogo, investigación, diseño, y finalmente, construcción de equipamiento mixto deportivo, social o educativo que será administrado por la misma comunidad local.
Invitados por PICO Estudio, los editores Nicolás Valencia M. y José Tomás Franco conocieron y documentaron estos cinco espacios en su etapa final de construcción, conversando con arquitectos y representantes de la comunidad, comprometidos todos desde la presentación hasta la ejecución de los espacios, no exentos de desafíos ni de conflictos.
Iniciando una serie de artículos sobre Espacios de Paz 2015, les invitamos a conocer estos cinco proyectos, después del salto.
Caracas, Barquisimeto, San Carlos, Cumaná y La Guaira son las cinco ciudades venezolanas escogidas para albergar los proyectos de la presente edición de Espacios de Paz, sumándose a Valencia, Maracaibo y Mérida, sedes de la versión 2014. Complementando la presentación de proyectos, en el siguiente mapa puedes conocer la ubicación exacta de cada uno de ellos.
Los textos son de José Tomás Franco (Barquisimeto, Cumaná) y Nicolás Valencia (Introducción, Caracas, San Carlos y La Guaira).
CARACAS
Barrio El 70
Coordinadores: SER.arquitectos (Nicole Calderon, Alejandra Pernalete) + Adriana Ruiz (independiente)
Desarrollador local de proyecto: MAAN (Maximillian Nowotka y Andrea Nones)
Desarrollador local de dispositivos: Proyecto Colectivo (Miguel Braceli y Diego González)
Desarrollador invitado internacional: Grupo Talca (Martín Solar y Rodrigo Sheward) desde Chile
Tristemente conocido como uno de los sectores más peligrosos de Caracas, 'El 70' es un barrio residencial de viviendas autoconstruidas, expandido como un mantel en uno de los brazos montañosos que rodean a la ciudad. En su punto más alto -al que se llega en jeep o en moto- las oficinas MAAN, Proyecto Colectivo y Grupo Talca desarrollan junto a la comunidad la edificación de un salón de usos múltiples, espacios para adultos mayores y un bodeguero en el subsuelo de una construcción nunca finalizada.
"Construimos con lo que hay, es muy sencillo: estamos trabajado con cuatro materiales: acero, concreto, madera y plástico", explica Maximillian Nowotka de MAAN. “Es una obra-escuela: hay personas con ninguna experiencia en construcción, (pero) comienzan como ayudantes de construcción o brigadistas, y ahora son maestros carpinteros. Es parte de la metodología del proyecto: involucrarlos a través del trabajo”
Ante la total ausencia de espacios públicos en El 70, el proyecto incluye un mirador en altura y una plaza en su primer nivel, desde donde se puede contemplar la capital venezolana en toda su extensión. Cristian Abreu, vocero local y productor del estudio de grabación del barrio explica que “será un espacio de paz, de encuentro para que la comunidad pueda estar segura, y sobre todo, libre”.
BARQUISIMETO
Barrio Los Cerrajones
Coordinadores: Oficina Lúdica (César Figueroa y Robert Montilla) y 439 Estudio (Rafael Suárez)
Desarrollador local de proyecto: LAB.PRO.FAB (Alejandro Haiek)
Desarrollador local de dispositivos: Insitu (Rafael Machado y Fabio Andrés López)
Desarrollador invitado internacional: Oficina Informal (Antonio Yemail y Fernando Contreras) desde Colombia
Ubicado en la urbanización de Los Cerrajones, al suroeste del centro de Barquisimeto, este proyecto ha reinventado la dinámica desarrollada en Espacios de Paz 2014, al realizar una intervención de mayor escala que se hace cargo de una situación urbana compleja. El sitio estaba prácticamente abandonado, ocultando un parque hundido y rodeado por un gran talud que funcionaba como parqueadero (estacionamiento) de automóviles.
El barrio aledaño no contaba con una infraestructura básica resuelta, por lo que el proyecto fue asumiendo ciertas responsabilidades urbanas que van más allá del espacio arquitectónico que en un principio pensaba diseñarse. “Canales de recolección de aguas, conectividad de la energía eléctrica, contenciones (...) ese tipo de situaciones no estaban resueltas en un principio, por lo cual el proyecto adquiere el requerimiento elemental de tener que extender la escala y reconvertir los dispositivos en un conjunto de dispositivos que en suma generan casi un ‘territorio de paz’, una especie de parque con bastantes niveles de programa”, explica Antonio Yemail de Oficina Informal.
Más allá de estas problemáticas, los arquitectos se encontraron con una comunidad vibrante, con un gran potencial cultural y deportivo. Es por eso que durante las asambleas colectivas nació la idea de responder a todas estas preexistencias a través de un “parque productivo cultural”, resuelto a través de la ocupación del talud. De esta manera, se disponen todos los programas en el perímetro, reactivando el parque central al liberar su espacio para el encuentro y disfrute de los vecinos.
El brigadista Manuel Simanca -también conocido como pata de pollo-, reconoce la escala del proyecto y su importancia para el futuro de la comunidad: “esperamos que este espacio perdure, porque estamos construyendo el ‘Espacio de Paz’ más grande que se ha construido en Venezuela. Esperamos que los niños también estén en su rol de cuidar el espacio, porque esto quedará para ellos”.
SAN CARLOS
Barrio Manuel Manrique
Coordinadores: PGRC (José Rodríguez)
Desarrollador local de proyecto: Animal (Miguel León y Guillermo León)
Desarrollador local de dispositivos: Mano Alzada (Cristóbal Mendoza)
Desarrollador invitado internacional: Entre Nos Atelier (Michael Smith, Alejandro Vallejo y José Andrés Jiménez) desde Costa Rica
A 270 kilómetros al suroriente de Caracas, y en plena llanura venezolana, la ciudad de San Carlos albergó en 2003 gran parte de los eventos de la XV edición de los Juegos Deportivos Nacionales de Venezuela. Como suele suceder con este tipo de eventos e inversiones, gran parte de la infraestructura deportiva construida quedó en un deplorable estado de abandono, incluyendo un estadio de fútbol-sala en un barrio residencial de la ciudad, y que luego del evento se transformó, según los vecinos, en escondite de malandras (ladrones) y drogadictos.
A diferencia de otros Espacios de Paz, el infraestructura preexistente fue el pie forzado para el equipo integrado por las oficinas PGRC, Colectivo Independiente, Animal, Mano Alzada y Entre Nos Atelier, quienes optaron por el reciclaje como elemento clave en su replanteamiento. "Su especificidad deportiva produjo el fracaso del edificio", explica José Rodríguez de PGRC. "San Carlos tiene apenas 100.000 habitantes y hay muy poco deportista de alto desempeño que justifique la utilización de manera intensa del espacio. (Acá) vimos la posibilidad de reprogramar el espacio", agrega.
El estadio no sólo recuperará su actividad deportiva, sino que incorpora un Abasto Estatal, un infocentro, una biblioteca para niños ("El Mango Ilustrado"), una sala de grabación y espacios multiusos. José Miguel Pérez, joven brigadista del proyecto, señala: "esto lo construimos nosotros y queda aquí. Así que pasen los años que pasen. Siempre le vamos a presentar la seguridad y el cariño que se merece".
CUMANÁ
Valentín Valiente
Coordinadores: PICO (Juan Castillo), Darianna Urbina y Sofía Paz
Desarrollador local de proyecto: AGA Estudio Creativo (Gabriel Visconti y Orlando Vásquez)
Desarrollador local de dispositivos: CoDA (Francisco García y Johan Meléndez)
Desarrollador invitado internacional: Taller Activo ITESM Querétaro (Luis Alberto Meouchi y Leticia Aguilar) desde México
Luego de una intensa limpieza realizada en el sitio escogido -colmado anteriormente de basura y escombros-, el equipo de trabajo fue levantando el proyecto sin planos ni ideas pre-establecidas, sino que sólo siguiendo las directrices dictadas por el lugar.
Ubicado en la parroquia de Valentín Valiente, Municipio de Sucre, éste es un terreno de grandes dimensiones y fuertes desniveles, ocupado anteriormente por un auto-cine, del que sólo quedaba en pie una inmensa pantalla. Se intervino el espacio re-escalando este antiguo uso, generando una especie de anfiteatro central -con su propia pantalla “a escala humana”-, flanqueado por un espacio de sombra/parque; una gran cancha recuperada, y una gradería lineal cubierta que culmina en un salón multiuso.
“Desde que llegamos tuvimos que lidiar con una ‘desesperanza aprendida’; que los habitantes locales estuvieran acostumbrados a que llegaran políticos a prometerles un cambio en su comunidad y que después no sucediera nada. (...) Hemos logrado cambiar ese chip de que las cosas si pueden llegar a suceder, sólo con ellos”, asegura Leticia Aguilar de Taller Activo.
Sus cuatro intervenciones, sumadas a la creación de un nuevo concejo comunal, buscan hacer que el espacio tenga un rol preventivo, ya que la violencia todavía no ha llegado en mayor medida al lugar. Grey Guilarte, líder de la comunidad y vocera del nuevo consejo, tiene fe en el proyecto: “después de este espacio, tenemos la grandísima ilusión de seguir trabajando como comunidad, engrandeciéndonos y conformándonos como consejo comunal. Y este espacio no se va a quedar así, va a ser mucho más grande”.
LA GUAIRA
Valle del Pino
Coordinadores: PICO (Adolfo Otero) y Abono Arquitectura (Marcos Colina)
Desarrollador local de dispositivos: Asymetric (Camilo González)
Desarrollador invitado internacional: CAPA (Ariel Jacubovich y Martín Flugelman) desde Argentina
Fundada en una estrecha planicie costera a los pies de El Ávila -la montaña y parque natural que separa Caracas del Mar Caribe-, La Guaira vivió a fines de 1999 uno de los peores desastres naturales de la historia de Venezuela: la Tragedia de Vargas. Durante tres días consecutivos, una intensa lluvia generó deslaves e inundaciones, arrastrando todo tipo de construcciones erigidas a los pies de El Ávila, en zonas declaradas de alto riesgo. Hasta el día de hoy, la ciudad no pudo recuperarse del todo ni conseguir vivienda definitiva para cientos de damnificados relocalizados a lo largo y ancho del país.
Una de las construcciones que sobrevivieron a la tragedia de 1999 se encuentra en los faldeos de El Ávila, cercano al río San Julián. Alguna vez cubierta por el barro, esta vivienda fue limpiada por los vecinos, quienes lo convirtieron en casa comunal (punto de encuentro) para los tres consejos vecinales que confluyen justamente en este espacio. Con motivo de Espacios de Paz, las oficinas Ruta 4, Asymetric y CAPA trabajaron en su reformulación junto a la comunidad.
"Las necesidades son bastante generales", explica Martín Flugelman de CAPA. "Todos buscan tener un espacio público y de calidad para reunirse. No quisimos hacer un proyecto con programa definido, sino dejar de lado el asistencialismo y encontrar el lugar donde ellos pueden apropiarse del espacio".
El proyecto se compone en su primer nivel por un salón flexible con énfasis en lo artístico y musical, un infocentro y una plaza pública (ex-estacionamientos). En su segundo nivel y al aire libre, se construye una platabanda/sombreadero para eventos públicos y fiestas tradicionales (muy arraigadas en la cultura local). "Por lo menos yo voy a venir acá a estudiar, y sacar mi carrera. No estudié mucho, pero quiero ayudar a mi familia", señala José Antonio Nobuto, ayudante de construcción en el proyecto.
"Esto no es un proyecto de vivienda, ni de hábitat. Con la intención de formar personas, se producen espacios. Hay cierta fe en que la arquitectura puede llegar a producir este tipo de instancia, donde la gente y la sociedad puedan llevar a adelante proyectos comunes", agrega Flugelman.
Agradecimientos especiales a Ana Karina Vielma, Marcos Coronel y todo el equipo de PICO Estudio.
