- Área: 722 m²
- Año: 2015
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Fotografías:Onnis Luque
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Originalmente construida en 1915 e inspirada por albercas de mar en Lisboa, la Carpa Olivera fue un “centro social” en la Playa de Olas Altas, en el centro histórico de Mazatlán. Aquí socializaron muchos personajes ilustres de la época y era visita obligada para cualquier turista. En 1954 fue arrasada por un huracán, quedando en el abandono. Con el tiempo, la población volvió a hacer uso de su alberca y en el año del 2004 tuvo una remodelación que pronto cayo en el descuido, olvido y vandalismo.
Como equipo proactivo que genera ideas para el mejoramiento de su ciudad, el Colectivo Urbano, integrado por cinco estudios de arquitectura, paisajismo y urbanismo, realizó la propuesta para el rescate de este espacio público a la Unidad de Inversiones de Mazatlán, liderada por el arquitecto Roberto Díaz. Proponiendo reutilizar, limpiar y volver a su esplendor esta alberca alimentada por el agua de las mareas; Así como integrar un nuevo elemento lúdico: un tobogán en espiral que propicia de forma espectacular la reactivación social, local y turística del puerto, donde niños y familias se divertirán. Este elemento actúa como un elemento fuerte y singular, una escultura frente al mar.
Como estrategia de sostenibilidad, se propone un espacio comercial que será concesionado, otorgándole la debida atención al mantenimiento y vigilancia del sitio, procurando las óptimas condiciones para su funcionamiento sin costo directo al Ayuntamiento de Mazatlán. En su parte superior y conectado al andador del malecón se diseña una plaza de acceso, desempeñándose como mirador y donde se reubica una escultura pre existente en el lugar, permitiendo al paseante descansar en una banca perimetral mientras contempla el horizonte, así como los magníficos atardeceres mazatlecos. Descendiendo por la rampa, se rodea una plaza escalonada acondicionada como un área de sombra, generando un oasis de palmeras cocoteras, el cual se interconecta a la fuente de sodas.
En la cota inferior se llega a una plaza, aquí se encuentra una banca alargada, desde donde se contempla la sana diversión en el área con chorros de aguas danzarinas, lugar donde los niños se recrean antes de entrar a la alberca marina que se encuentra al mismo nivel de esta explanada, así como subir al tobogán y deslizarse junto con el agua que arroja el mismo elemento. A este mismo nivel al fondo, se encuentra un módulo de baños y regadera que estará a disposición de los usuarios del conjunto público.
Originalmente publicado el 22 de Julio de 2015.
