Al norte de la Ciudad de México se encuentra el lugar que Carlos Monsivaís alguna vez describió como ‘la utopía del México sin vecindades’. El Conjunto Habitacional Nonoalco Tlatelolco, diseñado por el arquitecto Mario Pani, es reflejo claro del sueño del movimiento moderno en México, un lugar que comenzó a edificarse en 1960 y que a lo largo del tiempo y sus acontecimientos, ha conservado el carácter de todos los momentos que han pasado por él.
Esta Unidad Habitacional está dividida en tres secciones y contenida por algunos de los ejes viales más importantes de la ciudad: Insurgentes Norte, Eje Central y Paseo de la Reforma. Aunque originalmente se proyectó un plan de mayor alcance, al final solo estas secciones se llevaron a cabo.
El plan original de este proyecto era resolver lo que Pani llamaba ‘herradura de tugurios’, una zona periférica de la ciudad donde se habían instalado varias viviendas irregulares de trabajadores en lo que eran tierras del sindicato del ferrocarril. Con la propuesta de un nuevo plan de vida densificado y volcado hacia adentro, se buscaba optimizar y rescatar la zona, planteando un nuevo modo de vida en la que una ciudad parecía contener otra, y con una importante parte del plan pensada para acoger a los habitantes desplazados a partir de la realización del proyecto.
Igual que en modelos de unidades habitacionales propuestos por Le Corbusier, la idea era articular la zona para que funcionara como un organismo independiente de la ciudad a partir de la posibilidad de usos que ofrecían las edificaciones:
102 edificios para albergar 11, 916 departamentos destinados a 70 mil habitantes.
Más de 600 locales comerciales.
Un supermercado y una plaza comercial (el centro mercantil).
19 escuelas y 13 guarderías.
Una secundaria técnica y una preparatoria.
Una zona arqueológica.
Unas Iglesia.
Tres clubes sociales, uno por unidad habitacional.
Tres clínicas médicas.
Una sala de cine.
Y la estación de metro construida en 1970.
Cada una de las secciones tiene un carácter único. Desde su concepción y hasta la fecha los tipos de vivienda que ahí se instalaron han determinado la forma de vivirlas.
Unidad Habitacional 1
La Independencia.
Delimitada por las Avenidas Insurgentes Norte y Guerrero.
Esta es la única unidad que se construyó conforme al plan original de estudio socioeconómico para la vivienda. En este primer momento de desarrollo, los que serían los habitantes de menores recursos podían instalarse en esta zona; sin embargo, después de terminarse la construcción, los costos eran muy altos para los desplazados y no pudieron reocupar el espacio. Esta unidad tiene un total de 28 edificios al pie de la Torre Insignia, torre emblemática de la zona y de mayor tamaño en el conjunto. Además de su sorprendente composición, siguiendo la forma de pico afilado ascendente, cuenta con 47 campanas de varios tamaños, la más grande fue donada por el gobierno de Bélgica en conmemoración a los 150 años de la independencia de México.
Unidad Habitacional 2
La Reforma.
Delimitada por Guerrero y Eje Central Lázaro Cárdenas.
Después de ver el éxito que tenía la zona para los compradores de mayor presupuesto, en esta sección se planteó la posibilidad de construir 36 edificios con viviendas de lujo que fueron muy bien recibidas. En esta sección se encuentra también el Parque de la Pera, el mayor pulmón urbano del conjunto.
Unidad Habitacional 3
La República.
Delimitada por Eje Central y Paseo de la Reforma Norte.
Esta sección tuvo que ser rediseñada del plan original para conservar los vestigios y recintos históricos, y para albergar los edificios de mayor categoría. Una de las características que inunda de identidad esta sección es la ‘Plaza de las Tres Culturas’ Este es un espacio en el que convergen tres momentos históricos representados por espacios arquitectónicos. La zona arqueológica de Tlatelolco, el templo de Santiago Apóstol y la Plaza de las Tres Culturas; América prehispánica, la conquista y los anhelos modernos en un solo lugar.
Además, esta sección cuenta con el segundo edificio mas alto del conjunto, La Torre Tlatelolco, diseñada y construida en 1966 por el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez.
Los edificios destinados para los compradores de bajos recursos, denominados como 'A' contaban con aproximadamente 100 departamentos por edificación, con todos los servicios básicos y acabados en piso rústico (mosaico de granito).
Para los adquisidores de clase media se construyeron 16 edificios con todos los servicios y acabados en piso de linoleo. Cada departamento de esta sección, la sección 'B', cuenta con espacio para servicios de limpieza anexado a la cocina. Las fachadas principales están orientadas al sur, escaleras y terrazas están entonces al norte, protegidas detrás de varias celosías. Los de clasificación 'C' tienen las mismas características pero están orientados al oriente y poniente para favorecer la ventilación de las instalaciones.
Después de la construcción de estos primeros tres tipos de edificación, se plantearon nuevas categorías para departamentos de lujo. El privilegio estaba en la privacidad, tamaño y acabados de las edificaciones.
Las tres secciones están unidas por corredores, jardineras y pasillos pensados para la vida peatonal. Pani hizo un muy buen trabajo al dar su lugar a la vida de calle, evitando los cruces peatonales e intercambiándolos por pasos a desnivel. Además, la manera en la que dispuso los locales comerciales, al pie de las edificaciones más altas, fomentaba un nuevo tipo de convivencia vecinal.
Casi todos los edificios se diseñaron utilizando cascarones de concreto invertidos, economizando así el proceso constructivo. Fiel a la arquitectura moderna, los diseños de Mario Pani responden a una volumetría regular de concreto con variaciones en altura, acabados y usos, aún con esta versatilidad, todas las edificaciones forman parte de un grupo armónico y congruente.
Visitar Tlatelolco es un acontecimiento, sus muros y monumentos se unen a la voz de los residentes para contar su historia. Detenerte al centro de la Plaza de las Tres Culturas es regresar al movimiento estudiantil del ‘68 y rehacer el pasado; pasar por el reloj de sol en la tercera sección de Tlatelolco es revivir la hora en la que el Edificio Nuevo León se vino abajo en el terremoto del ’85. A poco más de 50 años de su inauguración, Tlatelolco parece haberse detenido en el tiempo. Conserva aún el carácter moderno que le dio origen y acumula con los años un espíritu de nueva identidad que es imposible ignorar. Los comercios cambian, los corredores envejecen pero la unidad vive. Tlatelolco es espejo del México que escribían Paz, Pacheco y Fuentes.
Referencias:
Altamirano, M. (2015). La Utopía del Sueño Moderno: Ciudad Tlatelolco. ISSUU. Recuperado 08, 2015, de http://issuu.com/
Álvarez, A. (1994). Historia oral de la Ciudad de México :testimonios de sus arquitectos, 1940-1990 (pp.-74). Ciudad de México, Lotería Nacional para la Asistencia Pública.
- Área: 964000 m²
- Año: 1964
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Fotografías:Armando Salas Portugal