- Área: 200 m²
- Año: 2015
-
Fotografías:David Frutos
-
Proveedores: Pierinelli
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La construcción, que ha sido concebida para la ciudad y para crear un nuevo espacio de encuentro y de comunicación en la zona, se ha completado con aportación de múltiples firmas e instituciones y alude a la antigua denominación del espacio ligándola al lugar, a la naturaleza y a su uso actual. Es, literalmente, un insecto posado en un jardín. “Hemos hecho una adaptación al espacio en el que nos encontramos. Un insecto adaptado al medio, una pieza pensada y diseñada específicamente para Las Cigarreras, que no es un espacio al uso. No se trataba de hacer una cafetería normal, sino una obra excepcional que enlazara con el entorno cultural que la rodea”, comenta Pablo Belda, arquitecto del proyecto.
La Cigarra tiene la capacidad de adaptar su tamaño a las necesidades concretas y por medio de un desarrollo telescópico es capaz de pasar de un espacio interior de 74 metros cuadrados a 127 metros cuadrados. Asimismo, la estructura se compone de tres piezas principales: cabeza, cuerpo y cola. Cada una de ellas se ha comprendido de forma de autónoma pero formando un conjunto homogéneo. Los procesos de diseño, la materialidad, la geometría, la funcionalidad y los usos de cada una de estas tres partes del insecto, atienden a los diferentes usos a los que se ha dado forma y a las distintas necesidades del encargo.
El esquema base consiste en una estructura metálica que se aprecia perfectamente en la simulación de las branquias. Para cubrir “la cabeza” del animal Tomás Amat y Pablo Belda han elegido el tecno-material Corian® en color Glacier White que, trabajado por termoformado y tecnología CNC, se adapta perfectamente y ofrece posibilidades casi infinitas de jugar con la luz y sus colores. Es en esta zona de 75 metros cuadrados donde se encuentra el área técnica del edificio. Cocina y almacén, barra y cámaras de producto frío y área de atención al público no están reñidos con los criterios de belleza y funcionalidad.
El centro de la instalación refleja el cuerpo de La Cigarra, dónde se ha proyectado un espacio destinado a sala y espacios de invierno de 65 metros cuadrados.
Por último, la "cola" del animal es una gran pieza de vareta de madera diseñada por los arquitectos y construida por el artista Manolo García de 45 metros, que nos acerca al área geográfica en el que la cigarra habita. Las piezas del noble material están dispuestas a lo largo de unas dogas principales que lo atan. Los arquitectos han diseñado así un tejido, una piel exenta que puede abrazar el cuerpo y replegarse en la cabeza adaptando el espacio del jardín a un lugar acotado para el verano.
Gracias al osado diseño de los arquitectos del estudio Tomás Amat Estudio de Arquitectura, Pablo Belda + Tomás Amat, esta construcción cargada de innovación convierte a Las Cigarreras en un espacio cultural abierto a la originalidad y la modernidad propias de la arquitectura del siglo XXI.
Cabe insistir en que su interés social y cultural ha animado a empresas participantes a colaborar también económicamente y por ello el proyecto proclama su compromiso grabando en esta área sus nombres con técnica CNC sobre Corian®. El estudio ha sabido aunar esfuerzos para que la obra se terminara en unos años difíciles. Como remata Tomás Amat “hemos logrado un espacio público, de todos. En tiempos difíciles se ha comprendido la importancia de la cooperación, del valor de lo público, por parte de compañías como Hispanitas, Finstral o DuPont, en un presupuesto que se ha completado con aportación del Excmo. Ayuntamiento de Alicante o la empresa concesionaria, El Sorell”.