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Arquitectos: Bertrand Guillon Architecture
- Área: 90 m²
- Año: 2014
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Fotografías:Julien Kerdraon
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Fietje (sustantivo): el sonido distintivo realizado por la emisión de dióxido de carbono al abrir una botella de cerveza. En 2014, Vanessa Ghodbane, propietaria de una bodega de cerveza ubicada en 36 rue des Freres Bartolomé - 13006 Marsella, decidió abrir un nuevo bar de cerveza que sería más centrado en la degustación.
Es a partir de la palabra acuñada, Fietje, que la propietaria del proyecto marcó la pauta. En la demanda de este habitante de Bruselas era necesario imaginar un lugar que coincida con su imagen: dinámico, original y listo para romper los códigos de todos los pubs tradicionales arraigados en el imaginario colectivo.
Tan pronto como comenzaron a trabajar en el proyecto, Vanessa Ghodbane y Bertrand Guillon coincidieron en la necesidad de proponer algo diferente al tradicional modelo de pub y ofrecer a los clientes un lugar nuevo y sorprendente. Ellos imaginaron un bar refinado y elegante, rompiendo los códigos tradicionales, pero teniendo en cuenta que tan acogedor y agradable el lugar debía ser.
Situado en una antigua tienda de muebles, el lugar se caracterizó inicialmente por un diseño anticuado compuesto por melamina blanca para el aislamiento, un amplio techo y azulejos rústicos. Sin embargo detrás de estas severas apariciones se esconde una estructura mucho más interesante y original, típica de almacenes construidos en el viejo puerto de Marsella en el siglo 17: un techo con una altura de 4 metros con vigas a la vista apoyado por muros de piedras o ladrillos planos - elementos que fueron destacados con el fin de dar al pub una nueva identidad.
En el nivel de la calle, el lugar se abre a una terraza aparentemente cubierta o a un espacio íntimo de transición entre la calle y el interior. El salón principal cuenta con el techo obsoleto que fue recuperado y el establecimiento genera tensión entre los muros laterales de piedra en bruto y una pared blanca prístina en el medio de la cual un nicho amarillo enfrenta los azulejos utilizados para el panel en medio de la barra, de la que emergen diez grifos de cerveza presentados a los clientes en una encimera monolítica de Corian blanco. Detrás de la barra, el acceso a los baños y la sala en donde se encuentra el stock y la maquinaria de las cervezas de barril.
El mobiliario y los artefactos de iluminación fueron, en su mayoría, diseñados y fabricados a la medida; las mesas con patas metálicas y una superficie de roble masizo, fueron hechas de por artesanos locales, y las suspensiones de vidrio fueron sopladas por vidrieros italianos, mientras que las sillas fueron traidas desde un tradicional mercado de pulgas de Marsella.
El amplio lugar y su relaci´n con la luz, pero también con los materiales elegidos, crean una identidad propia al lugar, donde el cliente puede ser sorprendido y ofrecido una experiencia única en Marsella.