- Año: 2015
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Fotografías:Elena Almagro
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La parcela se sitúa en el distrito de La Latina de Madrid, en una colonia de bloques lineales de viviendas en corrala, construido en los años 50 con carácter temporal para paliar la urgente carestía de vivienda de la época. La baja calidad y la degradación de los inmuebles, había desembocado en un gueto de droga y delincuencia en el que se hacía necesaria una regeneración urbana, como punto de partida para una regeneración social.
La actuación urbana se plantea por fases. La primera fase ocupa en su mayor parte suelo libre de edificación, lo que permite, con una mínima demolición previa, realojar a los habitantes de la siguiente fase en la misma Colonia, actualmente en fase de demolición.
El planeamiento específico del ámbito define para las fases iniciales un bloque rectangular de 110x22 m de ancho, con baja + cuatro plantas y dos áticos retranqueados en todas sus alineaciones, salvo en norte, donde se permiten las siete plantas en la alineación. Esta primera fase se corresponde con un tercio del edificio original.
Dado el carácter social de la intervención y la holgada edificabilidad disponible, prima conseguir la máxima superficie de vivienda, lo que lleva a distribuir las viviendas en dos bloques paralelos con las estancias principales dispuestas en peine en las fachadas exteriores y los espacios servidores hacia el patio interior. Todas las viviendas, con ventilación cruzada, se vuelcan hacia la calle como en las corralas originales.
En la fachada principal, de orientación sur, el zócalo, con su ajustada escala y el material de baldosa hidráulica, da continuidad entre la calle y los tres portales de acceso. Sirve de base al edificio, con una fachada en la que se juega con la verticalidad de los huecos y la alternancia de los balcones. La fachada sur acoge también los núcleos verticales de comunicación. Para minimizar el impacto visual de los núcleos los casetones de escalera se giran 90o y se esconden en el retranqueo del ático, y se mantiene el ritmo de huecos metiendo al interior la barandilla de la meseta.
En su alzado norte, el edificio se alza hasta las 7 plantas, igualándose en altura con los bloques más modernos del Paseo de Los Olivos. Las dos plantas ático se marcan con un cambio de textura en la fachada. El patio es un gran espacio longitudinal atravesado por los núcleos de comunicación translúcidos. El acabado metálico busca reflejar la mayor luz posible hacia los espacios de servicio y esconde en su cámara las instalaciones verticales del edificio.
Los tres portales conectan el edificio a través del patio con las dos fachadas principales, salvando el desnivel existente de 2m, y dando acceso a dos grandes locales comunitarios que aprovechan el espacio semienterrado del bloque norte. Constructivamente el edificio presenta dos soluciones de fachada muy diferenciadas.
Las fachadas exteriores se realizan con una solución de fachada SATE, con el aislamiento por el exterior y un recubrimiento de revoco blanco. La fachada es formalmente sencilla, con la unica distorsión que introducen los huecos de fachada y los balcones alternos por plantas, realizados con cajones y recercados metálicos en color negro. Las plantas ático en norte se marcan con un cambio de textura, de SATE a fachada ventilada con chapa ondulada, manteniendo el color de la fachada.
Las fachadas al patio se realizan con una solución de fachada ventilada con revestimiento metálico de chapa minionda gris. En la cámara de aire de 25cm se introducen todas las instalaciones del edificio (extracción mecánica, calderas, bajantes, suministros de agua, gas...) que nutren a baños y cocinas de todas las viviendas. La chapa minionda metálica microperforada reviste las pasarelas de acceso a las viviendas, atravesando el patio y permitiendo la iluminación natural de todos los espacios comunes del edificio.