Convertida en una de las ferias de arte contemporáneo más importantes del mundo, el pasado 24 de febrero se inauguró la edición 2016 de ARCOmadrid, en la cual dos arquitectos locales aportan con su diseño: mientras el montaje general corrió por cuenta de Andrés Jaque / Office for Political Innovation, el stand de G'Vine fue diseñado por Izaskun Chinchilla, una de las 20 mujeres más destacadas en el ámbito cultural dentro de España, según el Jurado de Yo Doma, suplemento cultural del diario El Mundo.
En una línea de diseño que ya vimos en su pabellón Organic Growth (Nueva York, 2015), Izaskun Chinchilla apuesta por lo que llama 'tercera industrialización': "nuestra arquitectura, en vez de hacerse con materiales en bruto, se hace muchas veces con objetos desechados. En nuestro estudio miramos todo lo que está a nuestro alrededor como si pudiera convertirse en otra cosa", explica.
Descripción oficial [extracto]: El stand de G'Vine para ARCO 2016 propone al visitante un reto clásico en el arte de muchas épocas y lugares: distinguir la realidad de la ficción, lo material y físico de la las ensoñaciones y deseos. El visitante se acercará al stand persuadido, por las apariencias lejanas, de que entrará en un apartamento urbano que bien podría estar en París o en otra ciudad de Francia. Apenas comienza a entrar descubrirá, sin embargo, que le es difícil saber si está dentro del apartamento, mirando a un jardín exterior o fuera, oteando la intimidad de otros desde una ventana. No está seguro del balcón que descubre a su derecha deja salir el cálido aire interior a la ciudad y hace volar las cortinas o si, en realidad, le trae una brisa de fuera poblada de ramas y esencias botánicas. No puede asegurar que tras la barra esté viendo un pequeño invernadero que sería el sueño de todo urbanita cuando buscara piso en una gran urbe o si, en realidad, es él quien está dentro del invernadero y se acuerda del calor del hogar.
Inspiración en la investigación en la botánica y la naturaleza
El estudio Izaskun Chinchilla Architects se ha caracterizado por compatibilizar la cultura vernácula y rural con la innovación. En nuestros proyectos, las técnicas pasivas de climatización, tan usadas en la arquitectura tradicional rural o los materiales reciclados, se manipulan con tecnología digital, se combinan en geométricas que requieren un cálculo estructural avanzado y se mezclan con elementos interactivos y nuevos materiales. En muchas ocasiones las técnicas ancestrales se reformulan gracias al conocimiento digital y a la investigación. G'Vine tiene una actitud similar combinando técnicas agrícolas tradicionales con una elaborada experimentación en botánica que les ha llevado a crear la única Ginebra del mundo hecha de uva. Creemos que esta actitud dibuja un futuro sostenible y excitante para los entornos rurales europeos.
Extrañamiento de lo cotidiano
Nuestro diseño se basa en un entendimiento de lo que llamamos tercera industrialización en la que es mucho más barato un paraguas que viene de China que uno hecho en la esquina de casa. Es mucho más barato comprar un mueble de una cadena multinacional y reutilizar sus piezas con otro propósito, que comprar madera. Al tiempo una familia de 4 miembros tiene ahora, en Europa ciento de miles de objetos, cuando en los años 30 poseía 50 objetos de media. Esos objetos suelen desecharse cuando solo han cumplido el 30 por ciento de su vida útil. Nuestra arquitectura, en vez de hacerse con materiales en bruto, se hace muchas veces con objetos desechados. En nuestro estudio miramos todo lo que está a nuestro alrededor como si pudiera convertirse en otra cosa.
Europa y la cultura
Para bien o para mal nos consideramos un estudio profundamente europeo. En Europa el peso de la cultura envuelve cada cosa que haces. Hay una cultura del dibujo, de las maquetas, del color, de los materiales naturales. Esta vieja Europa que tiene todo lo que necesita cuida la calidad y da por supuestos los principios derivados de la democracia social. Estas máximas están embebidas en nuestros proyectos. Cada objeto es intenso...está lleno de diseño, referencias y precedentes, tiene detrás una cultura que reconoce. G'Vine es una marca profundamente devota de la cultura francesa, de la tradición del coñac, de la comprensión de que beber junto con alguien implica conversar, implica hacer de la conversación un arte.
Adicionalmente el stand de G'Vine se enmarca dentro de nuestro diseño para la Sala VIP de ARCO cuyas líneas generales de inspiración resumimos de la siguiente forma:
La sala VIP se estructurará alrededor de una serie de biombos de un tamaño superior a lo habitual. Los paneles de esos biombos, tendrán en común con sus antecesores chinos, que son capaces de contar historias. Si los relatos de los antiguos biombos hablaban de viajes heroicos y de escenas en frondosos jardines, los nuestros hablan de las vidas de familias contemporáneas y de sus ciudades.
Para traernos pedacitos de esas vidas, nuestros biombos estarán construidos a partir de elementos domésticos usados en ARCO de forma diferente a la habitual y muchas veces reutilizados. Muchas escaleras de mano, llenas de gotas de pinturas de diferentes colores y con restos de yeso, formarán pórticos, barras y estructuras portantes. Ventanas desechadas y recicladas, separarán ambientes y proveerán intimidad. Las capas de pintura superpuestas sobre estas ventanas y escaleras y sus desperfectos, nos hablan de juegos de pelota, de días de tormenta y de historias que permanecen en la memoria de los que habitaron muchos hogares.
Como los biombos tradicionales, los nuestros separan las historias domésticas de las que suceden fuera: son la fina piel que separa la casa y el mundo. También como los biombos que llegaron a Europa desde China en el siglo XVI, los nuestros invitarán al visitante a moverse con curiosidad en toda su longitud; invitan a recorrerlos y a hacer un viaje propio. El visitante que acepte esa invitación, nos acompañará en un homenaje a las calles donde se sirve comida, se baila y se vende y se compra, donde el espacio público tiene un sentido de convivencia completo. En la sala, además de recrear memorias domésticas de muchas casas, el visitante creerá encontrarse en animadas calles, llenas de terrazas, de Londres, París, Dublín, Atenas, Alepo, Estambul o Bali.
Para componer este gran collage, nos hemos inspirado en muchas obras de arte, pero muy particularmente, hemos querido homenajear al Gran Vidrio de Marcel Duchamp. El enigma visual que esa obra propone, ha hecho posible imaginar un espacio donde los muebles de El Corte Inglés muestran su capacidad de recrear casi cualquier tipo de ambiente. Esperamos que esa inspiración también despierte en el visitante una mirada creativa hacia su entorno y que deje la sala VIP pensando que, tal vez, pueda hacerse una pequeña cabaña con los restos de los muebles desechados que guarda en el garaje. Compartir el redescubrimiento de esa belleza de lo usado y extender la creencia de que nuestra imaginación puede darle nuevas vidas a lo que íbamos a tirar es, para Izaskun Chinchilla Arquitectos, una pequeña contribución para afrontar la crisis ecológica de nuestro planeta.
