- Área: 685 m²
- Año: 2015
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Fotografías:Fernando Alda
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Proveedores: panoramah!®
Descripción enviada por el equipo del proyecto. En plena sierra de Mijas se levanta esta vivienda, sobre una colina con espectaculares vistas hacia el mar y las montañas, en un entorno con un clima que potencia la vida al exterior y donde el sol, muy caliente e intenso en verano, proporciona una agradable atmósfera durante el invierno. Una intervención pétrea, que busca fundirse con el impresionante paisaje que Ia rodea a través de un juego de volúmenes adaptados a la topografía de un terreno que asciende hacia un pico para luego caer abruptamente por Ia ladera hacia un pequeño bosque de pinos, Ia única vegetación de una zona para la que el proyecto prevé Ia incorporación de vegetación y pasarelas adicionales.
Construida en piedra natural, la casa se pliega y retuerce como el meandro de un río —término del que toma su nombre, en una arquitectura sinuosa que, compuesta por tres volúmenes, da lugar a un juego de llenos y vacíos que genera una serie de espacios abiertos y entretejidos entre ellos, cuerpos pétreos masivos que se ‘posan’ sobre la colina, abiertos a Ia luz y al paisaje a través de planos acristalados que, colocados estratégicamente, diluyen las fronteras entre dentro y fuera, aportando continuidad y amplitud a las estancias. La vivienda se divide en dos áreas principales: la casa propiamente dicha y la zona de invitados.
Encaramado sobre la colina, el primer volumen alberga la planta superior de acceso y contiene las principales áreas vivideras, con el salón, el comedor y la cocina localizados en un único espacio que, completamente acristalado a través de un sistema motorizado, permite abrirse al paisaje y disfrutar de espectaculares vistas sobre el entorno; además de un aseo y un dormitorio principal tipo suite, con vestidor y baño incorporados. Una cubierta prolonga al exterior el espacio diáfano del estar-comedor-cocina, protegiéndolo del sol y con acceso directo a una plataforma con piscina desde donde se puede ‘saltar’ directamente al terreno natural.
Perpendicular al primero, el segundo de los volúmenes contiene la piscina y funciona además como rótula de unión con la zona de invitados, alojada en el tercero de ellos. En la parte inferior de la colina y ‘desplazado’ hacia el paisaje, este último se organiza entorno a un patio abierto que aporte la luz y tranquilidad al espacio. Además de un salón de invitados con cocina incorporada en el mismo espacio y zonas de servicio, esta planta aloja tres habitaciones en suite comunicadas con un balcón corrido desde donde los invitados pueden disfrutar de impresionantes vistas privadas sobre el mar.
Los espacios abiertos entre los tres volúmenes y la colina se proyectan en una planta intermedia más recogida y protegida por Ia que se produce el acceso rodado esta alberga una zona de aparcamiento, un hall de acceso exterior abierto a Ia terraza ajardinada que, orientada a Este, ocupa Ia cubierta del volumen inferior, un patio privado para los huéspedes y una zona de almacenamiento; además de un ascensor que la conecta con el nivel superior.
El Meandro no sólo se materializa en el luego de volúmenes que da forma a Ia intervención, sino también en una ruta peatonal que, compuesta por escaleras y plataformas, sigue su trazado y conecta las distintas estancias entre si y con el entorno. Los pavimentos exteriores son otro de los elementos que caracterizan el proyecto, con superficies de madera, cantos rodados dando forma a mosaicos y serpenteantes caminos, y suelos de hormigón con distintos acabados.