- Área: 1000 m²
- Año: 2016
-
Fotografías:Ingrid Johanning
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Dentro de la líneas de trabajo de la oficina, el proyecto Cueva de Luz fue diseñado ad honorem, en donde Entre Nos Atelier desde el 2011 se convierte en “socio estratégico” de la comunidad de la Carpio y de la fundación SIFAIS, (Sistema Integral de Formación crítica para la Inclusión Social) una iniciativa privada sin fines de lucro que promueve la superación personal y la integración social a través de la enseñanza y aprendizaje de una destreza artística, un deporte, o una técnica en comunidades marginales.
Durante su proceso de desarrollo se ha fortalecido una red de referentes comunitarios, organizaciones gubernamentales y no gubernamentales y empresas privadas, generando una dinámica comprobada en donde se alberga mas de 130 talleres impartidos por voluntarios y que también propone nuevos retos de diseño. Cueva de Luz es uno de esos proyectos particulares, que no nacen desde la arquitectura si no desde las genuinas necesidades de sus usuarios. No obstante si se le otorga a la arquitectura un rol fundamental para garantizar el futuro de las generaciones por venir, albergando un espacio de soporte comunitario en el asentamiento informal más grande de San José. La importancia del programa y de la recualificación urbana a partir de este, se formaliza en la impronta de este edificio en madera, el más grande de la región, en una de las zonas socialmente mas vulnerables del gran área metropolitana, y es posible replicar este modelo en otras partes del país.
Cueva de Luz comprende en 1000m2 dos naves de cuatro pisos proyectadas en planta libre. Su huella de aproximadamente 250m2 conserva en el nivel de la rasante un espacio tipo plazoleta o zona recreativa, que a su vez puede servir como anfiteatro o sala de exposiciones y áreas administrativas. El segundo, tercer y cuarto piso contienen espacios para talleres multifuncionales que pueden privatizarse cuando se requieran con divisiones ligeras y paneles acústicos. Entre las 2 naves existe un sistema de rampas y escaleras que sirve como galería y garantizan la accesibilidad universal en todos los niveles.
El Centro de Integración y Cultura de la Carpio nace con el fin de potenciar un espacio para el aprendizaje multi-via en donde todos los participantes son beneficiarios del proceso: tanto los que aprenden como los que enseñan; los que dan, como los que reciben; los asistentes presenciales como sus familiares directos. Es por ello que un precario, en uno de los lugares supuestamente mas “peligrosos” de San José conocido como la “Cueva del Sapo”, se ha transformado en la “Cueva de luz” gracias al aporte de todas las personas involucradas dentro y fuera de la comunidad.
Originalmente como espacio de transformación social SIFAIS funcionaba en un predio con una bodega que apenas tenía las condiciones mínimas para operar. Es ahí en donde Entre Nos Atelier ofrece diseñar nuevos espacios que facilitaran el desarrollo de las actividades basados en las necesidades de sus usuarios, de la fundación, restricciones del entorno y limitados recursos disponibles. Inicialmente se proyecta sobre el predio original, no obstante esto hubiera deshabilitado las actividades existentes por varios meses. En ese sentido la Fundación SIFAIS en 2013 consigue en comodato otorgado por el IMAS (Instituto Mixto de Ayuda Social) una propiedad adyacente para proyectar otra propuesta y que no se paralizara las actividades que se estaban consolidando. La proyección de espacios fue un proceso de diseño con participación de los actores claves en el proyecto. Las pautas mas importantes acotaban restricciones de presupuesto, áreas multifuncionales, y circulaciones eficientes que facilitaran una fluida interacción entre los distintos espacios, niveles y entorno inmediato.
Trabajando sobre el predio cedido en comodato, se proyectan las 2 naves con el espacio de circulación intermedio. Preliminarmente se había contemplado una estructura en concreto y metal que permitió los primeros esquemas de modulación y organización. Sin embargo las limitaciones de presupuesto requirieron de replantear el sistema estructural que hasta el momento solo alcanzaba para construir la estructura primaria sin cerramientos básicos. En ese sentido surge la madera como una alternativa constructiva para que con el mismo presupuesto se pudiera completar la totalidad del proyecto. Gracias al apoyo técnico del Grupo Xilo liderado por el Ingeniero Juan Tuk y el arquitecto Adolfo Mejía se replantea la obra. En el cambio se paso de un sistema de losas y columnas en concreto, hacia un sistema de marcos portantes arriostrados y repetidos en serie a cada 80 centímetros. Los marcos redujeron la carga total del proyecto otorgándole la elasticidad necesaria para soportar su uso, resistencia sísmica y contra incendios. También la madera aportando su cualidad acogedora en los espacios, en donde los nudos de unión entre vigas y columnas de madera laminada no requieren de costosos herrajes metálicos ni pernos, sino mas bien de un sistema de tornillería especializada para madera. Todo lo anterior permitiendo el desafío y sentar precedente para la construcción de edificaciones verticales en madera laminada. Es decir un edificio con tecnología de punta, único en la región ubicado en un sector marginal de la ciudad.
Dentro de las cualidades espaciales del proyecto destaca el uso de un espacio de transición tipo atrio entre los 2 cuerpos principales, conteniendo las circulaciones y facilitando la iluminación natural. La envolvente vertical perimetral de las naves toma como partido el sistema de columnas seriadas para incorporar entre ellas una serie de ventilas tipo rejillas en madera y paneles abatibles que faciliten el ingreso de las brisas e iluminación natural requeridos en áreas de alto transito, usos y actividades. También de manera complementaria se incorporan una serie de cerramientos en malla de hierro galvanizado que no obstaculice la porosidad de la envolvente y que brinde la seguridad necesaria. La malla es ampliamente explorada en distintas soluciones funcionales y formales del edificio dada su versatilidad, fácil instalación y costo accesible. El proyecto debido a su verticalidad conforme se recorre revela gradualmente una serie de vistas y encuadres del entorno inmediato; como una especie de mirador que revaloriza su contexto y sirve como catalizador hacia nuevas alternativas y experiencias de empoderamiento espacial en el sitio. La obra además tiene la particularidad que es posible de trasladar en un 100% ya que al estar con uniones atornilladas, estos pueden sacarse de la madera y dejar los elementos intactos para volver a ser ensamblados en otro lugar. Este tema de reutilización de la obra ante cambios de uso o reconfiguración urbana es un aporte muy importante a los principios de sostenibilidad que maneja el proyecto. El secuestro de CO2 de la atmósfera es otro factor muy relevante en la construcción. En este edificio solo en estructura primaria se utilizaron 56000 Kgs de madera preservada, con lo cual se extrajo un equivalente de 224000 Toneladas de dióxido de carbono, principal actor en el cambio climático global. Otra característica de la obra es el poco impacto en el ambiente al no requerir de complejos sistemas de elevación de los elementos y transporte dentro de un ambiente urbano desordenado y caótico que no permitía el paso de camiones pesados o de gran dimensión.
Cueva de luz es un proyecto que cuestiona los limites del desarrollo urbano en nuestra ciudades. Es un reflejo que el empoderamiento ciudadano y la suma de voluntades publicas y privadas, pueden ir mas allá de las restricciones preestablecidas por los “códigos” de desarrollo que muchas veces contradicen el sentido común y aspiraciones comunitarias. Es un proyecto que propone la construcción social del hábitat desde una escala viable, manejable y accesible dentro de la complejidad de la ciudad. Como acupuntura urbana evidencia un proceso de apropiación de los usuarios; el proyecto aún no se había terminado y ya estaba siendo utilizado cuando las condiciones de obra lo permitían. Aunado a la titánica labor de la fundación SIFAIS para recaudar recursos, también represento un reto para Entre Nos el gestionar la donación del diseño de ingenierías, materiales y soluciones técnicas. El proyecto ha desencadenando una serie de iniciativas e intervenciones colaterales que están provocando la regeneración urbana desde la raíz de las relaciones humanas y desde una ciudadanía activa.