Con propuestas de 135 equipos de todo el mundo, el concurso internacional de ideas Hábitat Colectivo ha premiado un primer lugar y cinco menciones honrosas, las cuales se han caracterizado por pensar y diversificar las potenciales alternativas de vivienda colectiva para Chile. En esta ocasión, te invitamos a conocer las cinco menciones honrosas y recuerda que puedes revisar nuestra cobertura sobre este concurso en este tag.
Primera mención
Habitat Los Pinos, Redefining the density of a sustainable residential area
Arquitectos a cargo: Estevantra Sunandirjaya, Yeriel Johan
País: Indonesia
Memoria oficial [extracto]: crear un área residencial densa no se trata de ser capaz de estrujar la mayor cantidad de unidades habitacionales posibles en un sitio dado. Se trata de proporcionar los elementos necesarios para formar un hábitat humano, habitable y sustentable. El objetivo fue crear un proyecto piloto en el lugar, el que podría ser luego adaptado en otros lugares de Puerto Montt, al sur de Chile.
La construcción [de lugares] asequibles lleva al uso de un sistema modular. Cada unidad habitacional se basa en combinaciones de módulos de 3 x 6 x 3 metros (en línea con el módulo de los materiales que usamos: acero y vigas de madera) diseñadas para su futura expansión, llenando las diversas necesidades de los habitantes. Las unidades habitacionales forman una unidad diseñada para ser lúdica, pero familiar, combinando dinámicas espaciales con formas y elementos en común.
Se ofrecen espacios comunitarios, incluyendo plazas, ayuntamiento, cocinas comunitarias y áreas de comedores, basados en la cultura familiar, amante de la comida y enfocada en el uso de la madera del sur de Chile.
Segunda mención
Ser parte de algo grande, mediano y pequeño
Arquitecto a cargo: Andrés Lira
País: Chile
Memoria: el proyecto se emplaza en el barrio de la Maestranza de San Eugenio ubicado en el límite de las comunas de Santiago Centro y Estación Central, en la esquina de las calles Exposición y Ramón Subercaseaux.
El proyecto nace a partir de un estudio realizado a una serie de poblaciones obreras aledañas al lugar, las cuales tienen la particularidad de establecer un perímetro construido continuo a lo largo de sus manzanas, mientras que un espacio irregular, vacío y desconectado en su interior.
El barrio actualmente se encuentra próximo a sufrir una gran modificación debido al nuevo Seccional que se instaurará dentro de los próximos años. Esta situación marcará la existencia de dos contextos totalmente distintos. Por un lado el barrio de las poblaciones obreras (barrio de baja escala y velocidad), mientras que por otro, la existencia de futura infraestructura de gran escala a ubicarse en el sitio de la Maestranza de San Eugenio.
El edificio propuesto pretende hacerse cargo de la última manzana del barrio obrero, construyendo de manera continua su perímetro, en búsqueda de lograr consolidar el sitio como una “manzana” más del barrio. Mientras el perímetro se compone de vivienda al momento de enfrentar al barrio obrero, y comercio al enfrentarse el nuevo Seccional.
Basado en los vacíos interiores que presentan las construcciones aledañas, el edificio propone un sistema de plazas de distintas cualidades y tamaños ubicadas en su interior. Estas permitirán subdividir el extenso Edificio propuesto en zonas de organización de escala “media”, enfocadas a acoger la vida colectiva de sus habitantes.
Por último, un sistema de organización perimetral permitirá establecer una nueva subdivisión del Edificio en pequeños pasajes elevados que replicarán la vida “común” existente en los antiguos cités, permitiendo otro tipo de vida comunitaria, dando pie a una agrupación menor y de mayor intimidad.
Tercera mención
En torno a lo productivo-colectivo
Arquitecto a cargo: Andrés Lira
País: Chile
Memoria: el proyecto propone establecer una relación entre un programa de vivienda y un espacio de producción, en este caso, un invernadero de plantas y alimentos. En él, se explora la posibilidad de ver las actividades relacionadas al mundo de la horticultura como actividades de carácter colectivas para sus habitantes, en donde la producción, o quizás simplemente el uso de estos espacios, se entiendan como algo recreativo, dando paso a instancias comunes que permitan el enriquecimiento de lazos y redes entre sus co-habitantes.
Se entiende este espacio productivo como un lugar de temperatura controlada, acontecido al estar rodeado de vivienda y de cielo cubierto, lo que permitirá su uso a lo largo de todas las estaciones del año. Asimismo, se entiende también como un lugar que entrega a modo de “externalidad positiva” un espacio de área verde intensa, ya que sus usuarios pueden hacer uso del recinto tanto a modo de trabajo como de ocio.
El proyecto se plantea con la existencia de un zócalo a nivel de la calle, en donde en su perímetro hacia la ciudad se compone de comercio, ya sea en relación a los productos del invernadero o de otra índole. Hacia su interior el zócalo posee recintos comunes destinados al ocio y a la producción hortícola, como sala multiuso y cine; así como también, sala de empaques, conserva y bodegas.
Luego hacia arriba, se encuentra el segundo piso y nivel principal (+3 m.) en donde se encuentran las zonas de cultivo y la distribución de las distintas circulaciones (escaleras laterales para las viviendas y patios centrales para zonas comunes).
Cuarta mención
Hábitat Colaboractivo
Arquitectos a cargo: Víctor Alegría, Daniel Meza, Thomas Fell, Javier Moya
País: Chile
Memoria: en Santiago, la renovación urbana actual se da por un conjunto de operaciones individuales de explotación económica y sobredensificación habitacional que reproduce un desarrollo fragmentado y desigual. Internamente, se intentan resolver necesidades colectivas mediante espacios comunes mínimos, existiendo escasa interacción social pese a la proximidad física de sus habitantes. Externamente, la competencia por explotar intensivamente el suelo satura anticipadamente el barrio, generando intersticios sin renovar y deterioro.
Replantear la renovación urbana depende de revertir esta lógica de competencia por una colaborativa, permitiendo el desarrollo democrático de barrios, y no fragmentado en predios.
El espacio público, hoy marginal y accesorio en la renovación urbana, sería un elemento central de la estrategia colaborativa. Más que un producto, en él se realizaría la interacción entre diferentes actores (Estado, sociedad civil y mercado).
De esta manera, proponemos socializar las áreas comunes particulares para generar espacios de interacción colaborativa y de integración social. Para materializar estos espacios, podrían concentrarse las áreas de recreación y áreas verdes exigidas en proyectos de vivienda social y los aportes al espacio público a ser legislados. Esto permitiría abrir espacios para la iniciativa ciudadana, cuyo desarrollo progresivo reproduzca el barrio bajo una genuina integración social.
Quinta mención
Barrio La Faena
Arquitecta a cargo: Mercedes Patthey
Colaboradora: Cynthia González.
País: Chile
Memoria: en consideración del potencial de densificación de los lotes de 9 x 18 de metros, se estudia el caso del barrio La Faena. Actualmente, el sector reúne una gran diversidad de habitantes, muchas veces congregando a varios núcleos familiares en un mismo sitio. El proyecto propone densificar de manera integrada, conservando a los vecinos presentes y recibiendo a sus allegados, siguiendo el modelo de condominios familiares.
Para esto, el proyecto se desarrolla tanto desde el ámbito privado como desde lo público, en base a un diagnóstico levantado en terreno. La zona de estudio presenta hoy un grave deterioro, especialmente en sus dos plazas interiores, polarizadas y estigmatizadas por las malas prácticas. El proyecto parte por el reconocimiento de una pieza urbana detonante, que de intervenirse repetidamente, podría generar una red interior de plazas y paseos peatonales.
En específico, el diseño de espacios públicos y de vivienda se centran en el nuevo perfil de la Calle 36. La vivienda colectiva busca incentivar el diálogo entre interiores y exteriores, privilegiando recintos como el patio, la escalera común y las terrazas. El condominio familiar ofrece tres tipologías de vivienda, con posibilidad de acoger a adultos mayores, o de establecer un taller o un comercio en primera planta.
El concurso Habitat Colectivo fue organizado por el Departamento de Arquitectura de la Universidad de Chile y se presenta dentro del marco del ciclo "LC50: La Dimensión Humana de la Arquitectura con motivo de conmemorar 50 años de la muerte de Le Corbusier" y el jurado estuvo compuesto por:
- Alberto Texidó (en representación de Humberto Eliash, Director del Concurso)
- Pablo Contrucci (en representación de Paulina Saball, Ministra de Vivienda y Urbanismo)
- Teodoro Fernández, Premio Nacional de Arquitectura 2015
- Pilar Urrejola, Presidenta Colegio de Arquitectos de Chile
- Pablo Larraín, Presidente Asociación de Oficinas de Arquitectos de Chile
- Vesna Obilinovic, Académica Universidad Arturo Prat, Iquique
- Gonzalo Undurraga, Presidente Plan Cerro, Valparaíso
- Emilio de la Cerda, Director de Escuela de Arquitectura, P. Universidad Católica de Chile
- Alberto Fernández, Jefe de Carrera de Arquitectura, Universidad de Chile
- Giuliano Pastorelli, Académico Universidad del Bío-Bío, Concepción
- Drago Vodanovic, Director de Escuela de Arquitectura, Universidad San Sebastián, Puerto Montt