La excavación es generalmente una pesadilla para los desarrolladores inmobiliarios. Para dar paso a los nuevos edificios, los camiones de residuos se retiran del sitio en un proceso ruidoso, de alto consumo de gasolina y tiempo. Explorando una solución más sostenible, la empresa Watershed Materials, con sede en California, ha desarrollado una planta pop-up que reutiliza el material excavado justo en el lugar de la obra, creando unidades de mampostería de concreto (CMUs) que se pueden utilizar en el mismo proyecto. Al eliminar el tráfico de camiones, la reutilización de residuos y la reducción de los materiales importados, el resultado es un beneficio importante para el medio ambiente.
La planta funciona mediante la aplicación de un sistema de ultra-alta compresión, que suelta los desperdicios para transformarlos en un CMU sostenible. La presión sobre los granos minerales los convierte en una especie de roca sedimentaria, imitando el proceso geológico natural de litificacion. Esta tecnología de fabricación es una idea original de Watershed Materials, quienes desarrollaron previamente la técnica de compresión con el fin de reducir la cantidad de cemento utilizado en bloques de hormigón en un 50%.
Como señala David Easton, fundador de la empresa: "No hay absolutamente nada nuevo en relación a la construcción de estructuras de mampostería con materiales locales. Mucha de la arquitectura más antigua y conocida en el mundo ha sido construida en piedra y arcilla recogidas directamente en el lugar. Lo nuevo y absolutamente innovador es que con una tecnología mejorada y una mejor ciencia de los materiales, los residuos que antes debían ser pagados por la empresa constructora para ser eliminados, ahora pueden convertirse en un activo que además proporciona beneficios medioambientales".
La planta nació cuando Naomi Porat, gerente de desarrollo de Alpha Group y parte del equipo que trabaja en Kirkham Project, se acercó a la startup para llevar esta tecnología directamente al sitio de construcción. El Proyecto Kirkham es un nuevo desarrollo urbano en San Francisco que está levantando 445 nuevas viviendas, plazas y jardines comunitarios. Los vecinos expresaron su preocupación por el tráfico que generaría la obra, por lo que es el lugar perfecto para experimentar con el sistema.
En su estudio de factibilidad, el equipo del Proyecto Kirkham identificó ventajas convincentes del proceso en el lugar. Y efectivamente, la reducción del tráfico de camiones se tradujo en una reducción del costo, las emisiones de diesel y el impacto sobre las construcciones vecinas.