- Área: 796 m²
- Año: 2015
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Fotografías:Pedro Vannucchi
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El encargo del proyecto determinó que el tiempo asignado para terminar el edificio debía guiar el concepto de diseño: el itinerario era de 150 días para construir una escuela de 790 m2.
De este modo, la logística y habilidad de construcción, que por lo general se analizan en una fase posterior, tuvieron que ser tenidas en cuenta desde los primeros estudios.
El concepto de diseño arquitectónico estuvo anclado en los planes de construcción simultáneos: una estructura de hormigón que se extendería por amplios vacíos (11 x 8 metros) y mantendría las pistas deportivas en la planta superior. La losa superior debía ser apoyada en perfiles metálicos, y ya que no había tiempo para esperar a la losa de hormigón para fijarlos en su lugar, se utilizó una losa preformada.
Por último, una estructura de madera recubriría el interior, dando forma al grueso del edificio en sí.
Después de que la estructura de hormigón y la losa preformada estaban en su lugar, dos planes de trabajo diferentes se llevaron a cabo. Por un lado, la creación de la estructura de madera que forma las aulas, patios, biblioteca, y por otro lado posar la cubierta superior sobre la losa de hormigón. A medida que estos dos sistemas se estaban terminando en paralelo, se ahorró tiempo preciado.
A partir de entonces, se avanzó de forma rápida y eficiente. Los materiales utilizados para esa fase del edificio eran todos prefabricados: placas de cemento, paneles laminados de melanina (TS) y paredes de yeso. En otras palabras, se utilizó un proceso de construcción en seco.
El uso de madera pre-cortada para construir el cuerpo principal del edificio era esencial para alcanzar nuestras metas. Las estructuras de madera demandan mucha precisión para ser instaladas correctamente, las cuales tuvieron que adaptarse a los huecos del hormigón y no había tiempo para realizar otras mediciones. Esa limitación fue el principio rector de toda la obra. En otras palabras, el uso de la madera determina el carácter general del edificio, añadiéndole agilidad, recursos financieros y ahorro de tiempo a la obra.
Además, más allá de cualquier otra consideración constructiva, la madera por sí misma, añade belleza visual y comodidad táctil al espacio. El buen uso de los recursos naturales evoca la idea de preservación de la naturaleza y el medio ambiente. Estos son valores importantes para una escuela que tiene la intención de tener un espacio pedagógico muy práctico y al mismo tiempo agradable, que mejora las comunicaciones entre los estudiantes, el medio ambiente y la experiencia de aprendizaje.