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Arquitectos: Santos y Mera Arquitectos S.L.P ; Santos y Mera Arquitectos S.L.P
- Área: 605 m²
- Año: 2015
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Fotografías:Santos Diez / Bisimages
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Proveedores: Daisalux, Campo, Carrier, Cortizo, Forbo Flooring Systems, Granchio, INNTEC, Isover, Lledò, ROCKWOOL, UCS Forest Group
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Se trata de un nuevo centro social situado en la zona central de actividad de la parroquia de Salcedo en la periferia de la ciudad de Pontevedra. La parcela, una antigua escombrera contigua a un pequeño parque, se encuentra a menor cota que las traseras de los nichos y la tapia del cementerio que la envuelve. Al otro lado del vial de acceso, situado al oeste, se encuentra una implantación industrial. En este entorno confuso, situamos el edificio en la parte norte de la parcela intentando aprovechar la orientación y, sobre todo, la relación con su parcela volcándose a la zona verde a través de un gran hueco. No se trata de cerrar el edificio sino que aparece una piel-filtro y un juego de patios que permite matizar las vistas, incorporar el entorno cercano y facilitar el control solar. Se plantea una organización ordenada y una relación con el exterior fluida.
Prima la versatilidad de los espacios, se refuerza una de las salas, que además de gran vestíbulo, se convierte en un gran espacio multiusos, el corazón del edificio, que se relaciona a través de tabiques móviles con el otro gran espacio, la sala de ensayos-escenario, de manera que en determinadas ocasiones se puedan unir configurando un auditorio que usarán los numerosos grupos musicales de la parroquia y que, además, se puede prolongar hacia el espacio-parque exterior en los periodos de buen tiempo. Al corredor que sale de la sala principal dan acceso varias aulas, aseos y la oficina de la asociación de vecinos. Un oficio contiguo a la sala principal facilita la realización de eventos en el edificio, los grandes huecos abiertos a los patos interiores y el diseño de grandes óculos en los techos que desde la cubierta bañan de luz natural los espacios de trabajo, circulaciones y aseos reducen considerablemente el consumo eléctrico durante las horas diurnas.
En un entorno desordenado planteamos un refugio, una cabaña de madera dentro de pequeño bosque, una empalizada que filtra las vistas, pero a la vez lo hace muy abierto, muy permeable al entorno cercano y sobre todo a la plaza y a la zona verde contigua. El volumen interior se modela generando pequeños patios, espacios de transición donde se muestra la piel interior de madera que solo sale al exterior en el gran hueco que atraviesa la empalizada para asomarse a la plaza dando continuidad al gran espacio multiusos, permitiendo incorporar el espacio exterior para actividades al aire libre.
Uno de los patios, de mayor tamaño y mucho más permeable, sirve de espacio de acceso al edificio a modo del “patín” de las casas tradicionales de la zona. La sencillez del volumen, el color y la textura deben ser suficientes para convertir el centro en un pequeño referente local y urbano, dando una imagen amable y fácilmente reconocible. Se urbaniza el entorno del edificio generando una zona de aparcamiento, zonas verdes y una plaza frontal que permite prolongar la sala principal interior y realizar eventos al aire libre. La sencillez del volumen, el color y la textura deben ser suficientes para convertir el centro en un pequeño referente local y urbano, dando una imagen amable y fácilmente reconocible.