Organizado por el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda MIDUVI de la República del Ecuador, y la Institución Asesora y Ejecutora del Colegio de Arquitectos del Ecuador Provincial Pichincha, el Concurso Internacional Universitario de Anteproyectos CIU HABITAT tiene como objetivo la búsqueda de intervenir en una ciudad construida, a través de propuestas para áreas urbano marginales establecidas, en las cuales se generen iniciativas asociadas a procesos de consolidación, compactación y regeneración de la ciudad existente; de manera que la vivienda se convierta en un instrumento de inclusión y derecho a la ciudad para sectores marginales históricamente postergados.
El jurado otorgó la primera mención de honor -en el Tema 3: "Arquitectura y Urbanismo con soluciones de vivienda en asentamientos urbanos marginales de Guayaquil, Ecuador"- al el equipo coordinado por el Arquitecto Miguel Rodríguez, y compuesto por la Arquitecta Yanina Uriarte y los estudiantes José Ignacio Reyt, Gonzalo Barolín, Martín Raya, Bernardo Scaminaci, Sebastián Svirsky y Alan Zapata. Revisa el proyecto a continuación.
Descripción por los autores.La ciudad de Guayaquil ha manifestado, a lo largo del tiempo, una creciente relevancia política, económica, cultural y turística. Al igual que otras capitales latinoamericanas, la modernización de finales del siglo XX se implementó de forma desigual; concentrándose en los centros neurálgicos urbanos mientras que la periferia y bordes de las ciudades se perfilaron como áreas de desigualdad social, marginalidad, contaminación ambiental, etc. Asimismo, la presión inmobiliaria sobre el suelo urbano actuó como disparador para la aparición desmedida y desregulada de asentamientos marginales en sectores de notable riqueza ecológica y paisajística; dificultando así el acceso al suelo urbano.
El Estero Salado forma parte de estos valiosos ecosistemas en riesgo por la pérdida de calidad de medio ambiente urbano, necesidades básicas insatisfechas, limitaciones en el acceso a servicios básicos e infraestructura deficiente.
La propuesta urbanística general intenta dar respuesta a estas problemáticas teniendo en cuenta cinco componentes:
Territorio, vivienda y servicios básicos. La estrategia de intervención representó el ordenamiento de uso y división del suelo para atender así los medios de acceso a la vivienda. Los asentamientos irregulares en los márgenes del estero fueron reubicados en tiras de vivienda colectiva en los amplios lotes vacantes presentes en el área. En las mismas, los módulos habitacionales se plantearon como viviendas evolutivas, adaptándose a las necesidades poblacionales actuales, buscando flexibilizar el diseño de la vivienda ante distintos requerimientos de ampliación.
Espacio público y paisaje sostenible. El eje representó la articulación espacial por medio de la proyección de un parque lineal trazado como una cinta que recorre el borde costero del estero. Esto apuntó a la recualificación y sistematización del espacio público y revalorización del paisaje. Asimismo, el paseo cumple un doble rol: actúa como interfaz entre la ciudad y el paisaje circundante y también limita el crecimiento desmedido de los asentamientos marginales.
Vecindad y convivencia. La creación de ámbitos para la promoción de conductas solidarias y colaborativas representó una decisión de proyecto para un modelo de gestión descentralizada. A lo largo del paseo costero se propusieron centros comunitarios para fomentar la comunión vecinal, la capacitación en diversos oficios y la vida en comunidad. A su vez, en los niveles sucesivos de las tiras de vivienda se plantearon ampliaciones pluri-funcionales para fomentar la comunión entre vecinos.
Seguridad y acceso a la ciudad. Debido a que el trazado vehicular organiza y caracteriza el tejido urbano, se planteó la sistematización y ordenamiento del viario para conectar el Guasmo Sur con el resto Guayaquil y posibilitar la vinculación del tejido existente con el borde costero. Para ello se formuló el proyecto de plataformas de acceso al Estero, bici-sendas y paseos peatonales que complementan la infraestructura vial existente.
Medios de vida sostenibles. Ante la notoria presencia de trabajo informal en el área se propuso un acondicionamiento de espacios para el desarrollo de actividades económicas locales mediante delimitación de áreas: sectores para la actividad pesquera, mercados de productos locales, comercios, etc. en contacto directo con el estero.
Para asegurar la sostenibilidad de las viviendas se planteó el uso de materiales autóctonos de notables condiciones térmicas y acústicas, posibilitando la auto-construcción. También se propuso el aprovechamiento del agua de lluvia y el tratamiento de aguas grises como elemento clave para la prevención de inundaciones.
Para la concreción de las ideas se sugirió un modelo de gestión que promueva la participación de los actores sociales del sector y genere así un compromiso ciudadano fundamental para poder llevar a cabo las transformaciones previstas. Para ello las propuestas debieran ser sometidas a consulta popular con participación comunitaria. Así, el Estado actuaría como garante de las condiciones igualitarias para desarrollar los procesos participativos y recomponer los desequilibras sociales actuales. En las intervenciones, a su vez, debiera incluirse a los actores del mercado para poder generar inversiones que no condicionen la sostenibilidad de la propuesta.
En resumen, la propuesta general propone la articulación de espacios públicos de calidad en contacto directo con el paisaje circundante y posibilitando y fomentando el acceso a la ciudad, a la vivienda digna y a condiciones de habitabilidad sustentables. De esta manera el equipamiento público funciona como vínculo social y urbano, condicionantes fundamentales para cualquier proyecto a desarrollarse en el complejo palimpsesto que es la ciudad contemporánea.
