El Banco Mundial escogió a Bucaramanga (Colombia) como caso de estudio entre las ciudades más competitivas del mundo en su primer informe Competitive Cities for Jobs and Growth: What, Who, and How. A raíz del interés generado por la investigación, el diario español El País ha dedicado un artículo sobre la ciudad, destacando que 'la clase social no importa' y 'vivir en determinado barrio no revela cuánto dinero se tiene', a diferencia de cualquier otra urbe latinoamericana.
"Nosotros hablamos de una ciudad competitiva cuando tiene tres características", explicó Erick Ramos, asesor del Banco Mundial al medio digital Vanguardia en diciembre pasado. "La primera: que está creciendo en generación de empleos; la segunda: que está creciendo la producción y la tercera: que está creciendo la producción per cápita más rápido que lo que lo está haciendo su país", agregó Ramos, quien presentó el caso de Bucaramanga en la Cumbre de Inversión de Santander.
Ese es el caso de Bucaramanga, el único caso latinoamericano, compartiendo honores junto a Coimbatore (India), Kigali (Ruanda), Changsha (China), Gaziantep (Turquía) y Tangier (Marruecos). El País destaca que la ciudad tiene "uno de los índices de pobreza monetaria más bajos del país (9,1%)"; su tasa de desempleo (8,3%) es la segunda más baja del país y su departamento provincial ha crecido un 5,2% en las dos últimas décadas, mientras Colombia un 4,1%. En la misma línea, el Banco Mundial valora que el ingreso promedio en Bucaramanga es un 170% más alto que el valor nacional.
La investigación del Banco Mundial resalta, entre otros puntos, que la ciudad colombiana creó una coalición con el sector privado para "persuadir al gobierno nacional de financiar" la infraestructura crítica que necesitaba para dinamizar su economía. Además "se utilizaron los ingresos del petróleo para invertir en universidades con especialización en la investigación de la industria petrolera, una estrategia que ha creado habilidades técnicas más amplias que han creado nuevas industrias".
Lee el informe completo en inglés y en formato PDF aquí.
Con información adicional de El País y Vanguardia.