- Área: 3500 m²
- Año: 2011
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Fotografías:Miguel de Guzmán
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Proveedores: Carpinteria Virgen del Puerto, La Extremeña, Tarimas Junckers
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Intervención arquitectónica en el centro histórico y protegido de Madrid. La actuación incide tanto en la recuperación de elementos históricos concretos (fachadas y tipologías) como en la inserción de nueva arquitectura contemporánea en un tejido urbano histórico, protegido y consolidado. Resultado de un concurso de ideas promovido por el Ayuntamiento de Madrid, con la aprobación de la Comisión de Patrimonio Histórico de Madrid. La Casa Iván de Vargas se construyó hacia 1720 frente a la importante fachada barroca de la iglesia de San Miguel, en el lugar que en el siglo XII ocupó la primera casa solariega de la familia Vargas. Es por tanto lugar de relevante significación histórica para la ciudad de Madrid. Nuestra propuesta se sustenta en cinco puntos: 1. recuperamos las tres fachadas históricas del siglo XVIII; 2. recuperamos las trazas geométricas de los patios, conservando dos centenarios y peculiares arboles existentes en el patio central.
3. mejoramos las vistas urbanas hacia la Iglesia de San Miguel desde el peatonal Pasaje del Obispo, mediante una nueva alineación urbana de la nueva fachada; 4. un nuevo acceso por la Plazuela frente a la Iglesia revitaliza la Plazuela y junto con el acceso histórico dota de gran flexibilidad y comodidad de uso a la nueva Biblioteca; 5. nuevas fachadas a la Plazuela. Frente a la imponente masa barroca de la fachada de la iglesia, proponemos un silencioso vacío. Se busca en la materialización de unos nuevos muros de piedra con un gran hueco que mira a la fachada de la Iglesia, una silenciosa y tranquila adaptación del edificio en su histórico y significativo entorno frente a la magnífica fachada barroca de la iglesia de San Miguel, fachada que cobra todo el protagonismo en su reflejo o en su visualización desde el nuevo edificio. Estos muros, de geometría simple, se construyen con piedra granítica de gran tamaño (2,00 x 1,80 x 0.10 m), y cuidado despiece, dotándoles de una gran y necesaria nobleza.
En la construcción de la Biblioteca se han empleado únicamente cuatro acabados finales: piedra, madera, vidrio y pintura blanca, buscando nobleza, calidez, sencillez y continuidad espacial. Se han cuidado especialmente la iluminación y ventilación natural, así como la atenuación acústica interior y el aislamiento, buscando un uso confortable y un mantenimiento sostenible.
Son las trazas originales de los patios las que ordenan todos los espacios interiores. La Biblioteca se desarrolla en tres plantas sobre rasante con un pequeño ático, y una planta bajo rasante que alberga instalaciones y almacenes. La planta baja conserva el acceso original y alberga el programa de salas polivalentes (conferencias, conciertos, estudio, etc.), y puede funcionar de manera independiente del resto del edificio a través del acceso histórico. Desde un nuevo acceso por la plazuela, que dinamiza la misma, se accede a la biblioteca, localizándose en la primera planta la sala de préstamos y la hemeroteca, y en la segunda las salas de lectura que buscan la luz natural a través de las cubiertas y del pequeño ático acristalado con terrazas y vistas sobre la ciudad.