- Área: 25 m²
- Año: 2016
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Fotografías:Laia García
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La arquitectura vernácula en Tanzania está desapareciendo muy rápidamente debido a las nuevas influencias. Hace años que los Maasai se vieron forzadas a la vida sedentaria tras haber sido nómadas durante generaciones.
La cultura de la construcción está cambiando y la búsqueda de técnicas más sostenibles es imprescindible. Las casas tradicionales realizadas con palos de madera y barro están siendo reemplazadas por construcciones a base de ladrillo cocido ya que éste, al contrario del barro que es muy sensible a la lluvia y requiere mucho mantenimiento, es mucho más duradero y fácil de usar. Este nuevo material de construcción, por desgracia, produce muchos daños ambientales como la deforestación ilegal, debido a la gran cantidad de madera necesaria para cocer los ladrillos. Por este motivo, tras la construcción del Centro para mujeres se está llevando a cabo un plan maestro que incluye la plantación de arboles adaptos al clima al mismo tiempo que se quiere concienciar a la población sobre la importancia de ello.
Diseñado en colaboración con Femme International, una organización humanitaria que imparte workshops a niñas y mujeres sobre educación sexual y higiene personal, este espacio esta pensando para ser el referente de las mujeres del poblado para cualquier necesidad, y al mismo tiempo sirve como lugar de encuentro donde los diferentes grupos de mujeres almacenan materiales y organizan sus reuniones.
La idea del proyecto nace tras varios encuentros con los diferentes grupos del poblado: Un espacio de reuniones al reparo de la lluvia y del sol, que puede acoger a unas 50 mujeres, con asientos simples y cómodos realizados en piedra. Desde el espacio exterior se accede a una pequeña oficina, un almacén y una tienda a la que ellas mismas darán vida y que podrá generar nuevas oportunidades laborales y económicas.
Para la construcción del centro se han tenido en cuenta varias cosas que han determinado el diseño final:
El uso de materiales locales ha sido esencial para el desarrollo del proyecto ya que debido al bajo presupuesto, el transporte de materiales desde la ciudad es poco conveniente, y al mismo tiempo ha sido muy interesante trabajar en función a la materia prima disponible en la naturaleza que nos rodea. También se ha contribuido a una mejora de la economía local.
La mano de obra local ha contribuido a la especialización de 'fundis' (Jefes de obra) y a la instrucción de nuevos jóvenes para aprender el oficio. En zonas rurales la labor de arquitecto no existe, siendo los fundis los encargados de diseñar y ejecutar todas las obras requeridas. De esta manera las nuevas técnicas usadas quedan impregnadas en sus conocimientos para seguir desarrollándolas en las próximas obras.
La simplicidad del diseño es un rasgo importante para los habitantes de este poblado, que con pocos recursos y materiales locales pueden replicar ciertos detalles en sus casas, como por ejemplo los bancos de piedra que rodean el espacio de reuniones o la ventana de la tienda que es segura y ingeniosa.
Con un presupuesto de 2100 euros se ha finalizado el edificio, incluyendo logística, transportes, mano de obra y materiales. El centro ha sido construido en 17 días de trabajo por un grupo de cinco personas de los cuales un jefe de obra, dos albañiles comunes y dos estudiantes de arquitectura.
Con este proyecto queremos motivar a todos los estudiantes de arquitectura, que pueden dedicar su verano a formarse como arquitectos y como personas a la vez que pueden ser de ayuda para comunidades enteras, y también a las facultades de arquitectura, para que creen programas de cooperación internacional donde los estudiantes puedan desarrollar sus habilidades.
A traves de la ONG C-re-aid en Tanzania, vosotros también podéis participar en un proyecto de cooperación, donde diseñar y dirigir una obra en colaboración con un estudiante de la facultad de arquitectura de Dar es Salaam.