El Ayuntamiento de Madrid buscará un acuerdo con Airbnb y HomeAway, las principales plataformas mundiales de alquiler de viviendas a turistas, para regular su funcionamiento en la capital española. Según advirtió el delegado de Desarrollo Urbano y Sostenible, José Manuel Calvo, en una entrevista a Europa Press, las viviendas turísticas ya representarían el 25% del total de la oferta hotelera madrileña.
El plan del ayuntamiento buscaría diferenciar los arrendatarios particulares de aquellos profesionales y que las ganancias privadas se reflejen en las arcas fiscales. De esta manera, sólo se podrían alquilar viviendas particulares, donde el propietario presentaría un certificado de empadronamiento que demuestre que vive en la misma vivienda, y así descartar aquellas empresas que compran inmuebles para alquilar a través de Airbnb.
También se limitaría a un máximo de 60 días al año el alquiler de una vivienda a través de estas plataformas. Una vez alcanzado el tiempo máximo, el anuncio debería desaparecer del sitio web. Asimismo, quienes ofrezcan sus viviendas a través de estas plataformas estarían obligadas a pagar un impuesto de un euro por noche de alojamiento. "La vivienda turística no está pagando impuestos aunque obtiene rendimiento económico", argumenta Calvo, "por lo que parece razonable que parte de ese rendimiento revierta en la Administración para cubrir la sobredemanda de servicios de limpieza, equipamientos, transporte e incluso para ejercer la disciplina urbanística".
Según ABC, en 2016 en toda España, los arrendatarios de Airbnb ganaron 560 millones de euros y sus 5,4 millones de huéspedes gastaron 3.520 millones en sus estadías. De ese volumen total de turistas, Madrid recibió a 654.000 usuarios de Airbnb.
La iniciativa de Madrid se inspira en leyes ya aplicadas por ciudades saturadas por Airbnb, como Berlín, Ámsterdam, París y Washington, entre otras.
Con información de El País, 20 Minutos, ABC.