Este artículo se publicó originalmente en The Architect's Newspaper bajo el título "Rendering LOL: How architects are absurdly using Calder sculptures."
¿Por qué tantos arquitectos utilizan esculturas de Alexander Calder en sus renders, incluso cuando las obras no tienen nada que ver con la institución o el proyecto mostrado? La Fundación Calder ha seguido este fenómeno, y los resultados se muestran en las imágenes de este artículo.
Una nueva exposición en el Museo Whitney de Nueva York explora los móviles—esculturas cinéticas con componentes cuidadosamente balanceados que revelan sus propios sistemas únicos de movimiento—creadas por el escultor americano Alexander Calder desde 1930 hasta 1968, ocho años antes de su muerte.
Abierta al público hasta el 23 de octubre, la exposición muestra casi 40 esculturas, incluyendo tres que sirvieron como modelos para posibles comisiones arquitectónicas. Además, Alexander S C Rower, el nieto del escultor y director de la Fundación Calder, llevará al Whitney a finales de este verano uno de las tres maquetas motorizadas que Calder creó como propuestas para la Feria Mundial Nueva York 1939, para ser temporalmente exhibida y activada.
Otras obras de Calder que fueron diseñadas para proyectos arquitectónicos y se muestran en la exposición son Octopus Y The Heices, ambas creadas en 1944 como parte de una serie de obras en bronce que Calder imaginó como monumentos de 40 pies y creó para un proyecto arquitectónico de Wallace K. Harrison para International Style.
Curiosamente, recientemente muchos arquitectos reconocidos han utilizado las obras de Calder para ilustrar renders de sus propios diseños, a menudo sin la autorización de la Fundación.
OMA en particular parece considerar que las esculturas de Calder son perfectas para sus proyectos: utilizó su pieza Crinkly with a Red Disc de 1973, que en realidad es parte de la colección del museo Kunstmuseum Stuttgart, en Alemania, para su render del Garage Center for Contemporary Culture en Moscú. El render de los condominios Park Grove en Miami utiliza la escultura Flamingo de 1973, que en realidad se encuentra en la Federal Plaza de Chicago, mientras que el render del puente elevado 11th Street Bridge Park en Washington DC, de OMA y OLIN, muestra la misma escultura.
Algunas otras oficinas de arquitectura que utilizan la obra de Calder en sus renders incluyen Ateliers Jean Nouvel, cuyo proyecto de 53 W 53rd Street en Manhattan muestra la escultura de Calder de 1961 Sumac, que realmente es parte de una colección privada. Shigeru Ban Architects utilizó The Eagle de 1971, ahora en el Seattle Art Museum, y Trepied rouge et noir de 1972 para, respectivamente, el Tainan Museum of Fine Arts en Taiwan y el aeropuerto Mt. Fuji Shizuoka en Japón. Renzo Piano Building Workshop (que diseñó el edificio actual del Whitney en Manhattan), Diller Scofidio + Renfro, SOM y Studio Libeskind también utilizan la obra de Calder para promover sus conceptos.
Las obras de Calder hoy se muestran en algunos espacios públicos importantes: además de las esculturas del Federal Plaza en Chicago y en el Seattle Art Museum, el hogar de su pieza Five Swords es el Storm King Art Center en New Windsor, NY.
En cuanto a arquitectos contemporáneos utilizando las imágenes de la obra de Calder para ilustrar sus diseños, Rower dijo que durante su vida, Calder fue amigo de Mies van Der Rohe, Josep Lluís Ser, Le Corbusier, Marcel Breuer y Wallace K. Harrison, y simultáneamente amigo y enemigo de Frank Lloyd Wright. Siendo el primer artista comisionado por la Administración de Servicios Generales para hacer una escultura pública, dijo que Calder era "una opción obvia para arquitectos que diseñan nuevos edificios o plazas. Dada esta historia, no me sorprende que, hasta hoy, es el artista más prolífico presente en renders arquitectónicos. Su vocabulario icónico es reconocible al instante; por lo tanto, arquitectos contemporáneos usan imágenes de su obra para sugerir las cualidad superiores presentes en sus proyectos."
"La genialidad de la obra de Calder," agregó Rower, "es que transforma el espacio—y nuestra experiencia de él—en tiempo real. Mientras que su gran invento, el móvil, hace esto de manera evidente—literalmente encarnando el movimiento—las esculturas estáticas de Calder implican movimiento y afectan cómo nos encontramos con plazas, fachadas o incluso paisajes naturales. Los arquitectos comprenden este efecto intuitivamente, y se emocionan con la posibilidad de que una escultura de Calder vuelva más profunda la experiencia de cualquier espacio que estén diseñando."
"Mientras que se haga de una manera respetuosa," Rower admitió que renderizar obras reales de Calder que no han sido manipuladas "es gratificante. Me interesa la obra de Calder en modelos arquitectónicos—me permiten imaginar sus esculturas en distintos espacios y contextos. Y es gratificante que Calder siga siendo un favorito entre arquitectos."