Descripción enviada por el equipo del proyecto. El pueblo de Mathon ha permanecido notablemente intacto sin alteraciones significativas en el tejido construido. En su corazón se encuentra un antiguo granero de madera que se encuentra en mal estado. Si fuera a ser demolido nunca sería reemplazado creando una brecha en el centro de la aldea. Para preservar la estructura del granero y su papel en el conjunto del pueblo, este se convierte en un loft alpino, un lugar para el trabajo y la reflexión. El proyecto se basa en ejemplos muy lejanos, sobre todo de la casa japonesa.
Amar lo ordinario
Los edificios son más que objetos singulares; son parte del entorno urbano que forman. Como una calle, un distrito, una comunidad. Los edificios acogen a las personas que los utilizan intensamente. Hoy, mañana, cada día y cada año. Es por eso que necesitamos que los edificios resistan la prueba del tiempo. Edificios que se mantienen relevantes gracias a su solidez, usabilidad y durabilidad. De esta manera, están incrustados en nuestro complejo y siempre cambiante entorno urbano. Las tendencias pueden ir y venir, pero amamos el poder duradero de lo ordinario. Lo cotidiano está aquí para quedarse.
Combinamos simplicidad y sofisticación
Nuestro equipo cree firmemente en la elegancia de soluciones sencillas a problemas complejos, sin olvidar el contexto en el que operamos. Nuestro pensamiento y diseños siempre incorporan las dimensiones ambientales, sociales y culturales relacionadas con la arquitectura y la urbanización. Nuestro interés por la longevidad y la conectividad de los edificios pide un proceso de observación cuidadosa, ajuste y refinamiento. La combinación de reducción y simplicidad, por un lado, y enriquecimiento y sofisticación, por otro lado, aporta un significado adicional a nuestros edificios.