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Días de deliberación. Cuatro propuestas fueron elegidas para la fase final del concurso curatorial del pabellón peruano de la Bienal de Arquitectura de Venecia 2018. Gran parte de los proyectos participantes presta atención al patrimonio arquitectónico prehispánico como elemento regenerador de espacios públicos de la ciudad.
Un “espacio libre” que describa generosidad de espíritu como sentido de humanidad y que revele la capacidad de la arquitectura de conectar con la historia, el tiempo, el lugar y la gente. Es el tema planteado por Yvonne Farrell y Shelley McNamara, curadoras de la Muestra Internacional de Arquitectura 16 de la Bienal de Venecia 2018. Continuando con la visión crítica de la evolución mundial en la arquitectura -que se trató en la exhibición del año pasado-, esta vez se dará desde el punto de vista de la calidad de los espacios públicos y privados, donde el territorio y el paisaje son entendidos como principales fines de la arquitectura. Tema complejo para el territorio peruano y su carencia de espacios públicos que no son entendidos con natural libertad, por lo que resulta ser un reto de liberación de la mente que propone una reflexión necesaria.
El reto es responder a la carencia con imaginación: “Las reflexiones que llevaremos a la bienal nacen de preguntarnos qué alternativas tenemos. Y en las propuestas participantes empieza a aparecer la idea de que recuperar nuestro patrimonio arquitectónico puede ser una alternativa para recuperar nuestro espacio público. Una respuesta para integrar el patrimonio dentro de la ciudad y crear espacios alternativos que se conviertan en puntos de encuentro”, afirma José Orrego, comisario del pabellón peruano en la Bienal de Arquitectura de Venecia y director del concurso que elegirá la propuesta curatorial que represente al país en esta importante muestra.
“De alguna forma, lo interesante de estas convocatorias es que son una fotografía del debate de ideas del momento. Así como en la edición anterior hubo temas recurrentes, en esta oportunidad muchas propuestas de reflexión sobre el espacio público coinciden en mirar el patrimonio arquitectónico de la ciudad de una forma diferente”, explica Orrego.
En esta edición, cuatro propuestas fueron las elegidas como finalistas:
“Círculos de vida”
Busca destacar el papel de la arquitectura en relación a la vida cotidiana. En ella se confronta la propuesta de un anfiteatro en el sitio arqueológico de Caral, en tensión frente a un anfiteatro proyectado en Villa María del Triunfo.
Proyecto curatorial de Javier Artadi Loayza.
“Liberando el espacio público”
Es una contestataria propuesta que propone liberar los espacios públicos de Lima de sus tradicionales rejas. Su plan busca retirar el enrejado en determinadas zonas urbanas a través de gestiones con la autoridad municipal, para luego sistematizar la experiencia y mostrar estos fierros arrancados en la bienal, como prueba de la liberación del espacio.
Proyecto de Felipe Ferrer Cárdenas (titular) y el equipo encabezado por Alejandro Alarcón.
“An Archipelago of Voids”
Busca poner en valor las huacas de la ciudad, concibiéndolas como regeneradores urbanos.
Proyecto de Héctor Loli Rizo Patrón (titular) y un equipo integrado por Pedro Pablo Alayza, Jorge Sánchez, Diego Franco, Moris Fleischman, Rosabella Álvarez-Calderón y Kevin Malca.
“En reserva”
Presenta un gran muro sobre el que se extiende un tejido que representa a la ciudad, y en el que cada huaca de Lima está representada por un nudo. Se trata de una experiencia cinética que busca generar conciencia sobre cómo estas construcciones prehispánicas pueden recobrar su importancia como espacio público para la ciudad.
Proyecto de Marianela Benita Castro de la Borda (titular) y el equipo formado por Janeth del Carmen Boza Rodríguez, Javier Lizarzaburu Montani, Gabriel Lapouble Barrios y Carlos Toshio Pardo Tanamachi.
Para las decisiones, se tuvieron en cuenta tanto la claridad, la consistencia y la proyección del concepto curatorial, como su aplicación en el espacio del pabellón peruano y su ajuste a los montos de inversión establecidos en las bases. El jurado del concurso está integrado por José Orrego (comisario del pabellón peruano), José Luis Beingolea del Carpio (Universidad Nacional de Ingeniería), Reynaldo Ledgard Parró (Pontificia Universidad Católica), Enrique Bonilla Di Tolla (Universidad de Lima), María Patricia del Águila Chávez (Colegio de Arquitectos del Perú), Marta Morelli Bellido (Asociación Peruana de Estudios de Arquitectura) y Sandra Barclay Panizo (anterior curadora del pabellón peruano en el 2016).
El jurado anunciará la propuesta elegida el próximo 10 de octubre.
