El dibujo es la representación de un mundo donde convergen la imaginación, la creatividad y la manera en que el hombre percibe su entorno. Es quizás una de las herramientas más importantes para la expresión del arquitecto, un lenguaje siempre al servicio entre la mente y la mano. Sin embargo, hoy es inminente la evolución del mundo al medio digital y muchas veces el dibujar se vuelve un tema que a los jóvenes arquitectos intimida o deja de interesar.
Una iniciativa originalmente impulsada por Mauricio Uribe, director Del Instituto Distrital De Patrimonio Cultural de Bogotá (IDPC), tiene como objetivo acercar nuevamente a los estudiantes al dibujo como una práctica fundamental para el desarrollo, el pensamiento y expresión arquitectónica. En trabajo en conjunto con el Museo de Bogotá, ha llegado a la Escuela Nacional Superior de Arquitectura Paris-Val de Seine la exposición “Dessiner s’apprend en dessinant” (Dibujando se aprende dibujando) de Germán Samper, gran arquitecto colombiano, quien desde joven entendió la importancia del dibujo para su labor.
Durante unas vacaciones en Europa, cuando el joven Germán Samper trabajaba en el taller de Le Corbusier y planeaba su viaje de visita al Congreso Internacional de Arquitectura Moderna – CIAM, el reconocido arquitecto suizo le sugirió dejar a un lado la cámara fotográfica y conseguir en vez lápices y libretas. Samper fue tomando incrédulamente la costumbre del dibujo, pero con la práctica esta herramienta se convirtió en un lenguaje esencial para comunicarse con el mundo.
Hoy, la trayectoria de Germán Samper ha reunido en archivo más de 5.000 dibujos a mano, de los cuales 200 han sido tomados para su exhibición. Su hija, Catalina Samper, ha trabajado en la documentación de todos estos dibujos y gracias a su conocimiento, ha logrado organizar una curaduría del trabajo de su padre para abrir al público.
La primera parte de la muestra se enfoca en los años en que Germán Samper empezó a dibujar. Seguida de una catalogación de diferentes estrategias que fue desarrollando a través de la práctica. En una etapa más madura se pueden apreciar dibujos sobre los maestros modernos que han influido en su trabajo como arquitecto, así como su interés por sus raíces culturales heredadas de arquitecturas españolas y precolombinas. Sus dibujos también reúnen varios lugares de sus viajes por el mundo, así como sus paseos urbanos por diferentes lugares de cada ciudad. Finalmente, croquis de sus proyectos ponen en evidencia como con constancia se logran desarrollar las destrezas para dibujar.
Esta exposición estará abierta al público en París hasta el 8 de diciembre y se espera próximamente sea llevada a otras ciudades de Europa. Es una apuesta por mostrar el trabajo y la práctica de un arquitecto que no siempre fue hábil en el dibujo pero la práctica rápidamente le ayudo a desarrollar diferentes estrategias hasta llegar a ser el gran dibujante que hoy es. Esta es una apuesta cuyo énfasis pedagógico propone sembrar de nuevo, en las próximas generaciones, algo de la enseñanza que dejó a Germán Samper el gran Le Corbusier; A dibujar, se aprende dibujando.