- Área: 917 m²
- Año: 2017
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Fotografías:Nicolás Sáez
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto acoge el acto de reunirse a comer en comunidad reconociéndolo como una experiencia altamente significativa en la vida laboral cotidiana. La reunión queda contenida por dos grandes superficies horizontales, el suelo que sustenta y el cielo que protege, conformando un único espacio vacío que se proyecta hacia el campus. El paso del tiempo durante el día y durante las estaciones del año es lo único que rompe esta neutralidad a través de las luces de colores que caen desde las cajas de luz orientadas hacia los cuatro puntos cardinales.
La conexión con la calle se concibe a partir de una gran rampa que ocupa toda la extensión del comedor, promoviendo los principios del acceso universal y la igualdad entre quienes conforman esta comunidad educativa. Los árboles del cerro se dejan ver a través de un ininterrumpido ventanal que se extiende sobre un muro que sostiene una obra de arte fotográfica (en proceso) que consolida el compromiso de la universidad con el arte contemporáneo chileno.
El programa del proyecto se desarrolla a partir de 3 grandes áreas; un volumen de servicios, el comedor y la terraza. El primero es confinado por un volumen monolítico de mayor hermeticidad desarrollado en albañilería reforzada y revestido en un porcelanato gris, mientras que el comedor es una planta libre configurada a partir de una estructura de pilares y placa de techumbre desarrollada en acero, con un revestimiento en madera para esta ultima, esto le permite al espacio comedor la posibilidad de desmaterializar sus limites y con ello establecer relaciones con su entorno cercano, particularmente con el lado poniente y norte donde se vincula con el campus a través de los espacios intermedios generados a partir de la proyección de la placa de cubierta y la placa de suelo dando cuerpo a las terrazas exteriores.
El uso eficiente de la energía es un punto relevante a la hora de ofrecer condiciones ambientales de calidad a sus ocupantes, más aun si se trata de un edificio en una universidad publica donde los recursos deben ser optimizados.
Tanto desde la perspectiva del confort térmico como lumínico el proyecto concibe soluciones hibridas, disminuyendo con esto el consumo energético de los equipos proyectados a través de decisiones de diseño. Para el caso de la ventilación tanto en invierno como verano el edificio cuenta con aberturas que permiten ventilación cruzada en el sentido transversal del comedor (imagen A), utilizando como motor natural el viento que ingresa por la facha poniente, sin embargo para cuando el flujo no sea suficiente, se asiste con extractores mecánicos de bajo consumo ubicados en las cajas de luz en la parte superior del recinto (imagen B). Por otro lado para evitar el sobrecalentamiento por ganancia solar en los meses de verano, se protegió la cara vidriada a través de la proyección de la placa de cubierta.
En el caso de invierno el comedor cuenta con losa radiante, cuyo calor es conservado a través de un alto estándar de aislación térmica, lo que incluye termopanel para las zonas vidriadas y doble línea de puertas en el acceso principal para controlar perdidas.
Finalmente como estrategias de iluminación natural se proyectan las cajas de luz que no solo enriquecen la experiencia sensorial del comedor, sino que con ello incorporan luz natural para la parte central de la placa de cubierta. En el caso del volumen de servicio se proyectó en la parte central una gran caja de luz orientada hacia el norte con el fin de iluminar naturalmente este sector.