El 2017 ya es pasado, sin embargo nos ha dejado una serie de aprendizajes y nuevo conocimiento que nos permitirá enfrentar con mejores herramientas el desafiante 2018. ¿Qué sorpresas nos traerá este año?
En una especie de juego de predicciones, le pedimos a nuestros editores de ArchDaily en Español que proyectaran, en base a sus reflexiones del 2017, cuáles serán los temas de los que escucharemos conversaciones entre arquitectos, durante el 2018 que recién comienza.
Mujeres en arquitectura, bambú, millennials, arquitectura social, arquitectura rural y el enfoque hacia una era post-digital... entérate de todo lo que debes saber para empezar bien este 2018!
1. Entender las formas de habitar del millennial
Por Piedad Rojas
Imagen de portada y Gif en esta nota son del proyecto 097 • Yojigen Poketto / elii
Sabemos que la generación millennial va contra toda corriente, son determinados y aspiran a vivencias muy distintas que las de sus antepasados directos. De acuerdo a encuestas, podemos afirmar que esta generación de jóvenes tiene menos interés en el matrimonio, espera más tiempo para procrear o algunos simplemente decidieron que no tendrán hijos. En sus rápidas vidas no existe tiempo para labores domésticas y muchos comparten vivienda con amigos.
Existe un auge en la tendencia freelancer y el espíritu autónomo de los Millennials -la generación que se proyecta para convertirse en sus propios jefes- incentiva al uso de un mismo espacio para más de una actividad, por lo que contar con una vivienda que pueda adaptarse a un espacio de trabajo es clave.
Por esta razón, ya no es raro encontrarse con departamentos pequeños, modernos, multifuncionales y minimalistas a la hora de buscar propiedades. El comportamiento y los hábitos de los Millennials apuntan justamente a eso, espacios mínimos pero de gran flexibilidad. El 2018 será el año para abordar las necesidades de esta tendencia y adaptarlas a la arquitectura desde la expresión humana-millennial, donde un ambiente puede mutar rápidamente y cambiar la escena, abordando estratégicamente la innovación, flexibilidad y visión de futuro.
2. Arquitectos frente a la construcción de su propia obra: la urgencia de estar en terreno
El año 2017 le preguntamos a nuestros lectores si los arquitectos contamos con una formación adecuada en relación a los materiales y los procesos constructivos. Los resultados fueron abrumadores y la conclusión fue más bien negativa: las universidades nos están formando de manera insuficiente y las consecuencias las enfrentamos durante la vida laboral, donde nos toca aprender a la fuerza. Aumentar nuestros conocimientos sobre materiales y construcción –desde el inicio de nuestra enseñanza– no puede ser opcional o relegarse a un segundo plano; es urgente si es que queremos tener los argumentos para defender la importancia de un buen diseño.
En nuestras publicaciones diarias, hemos sido testigos del surgimiento de una serie de exploraciones que priorizan el trabajo a escala 1:1, no sólo en el ámbito universitario, sino también guiadas por colectivos de arquitectos que presentan un enfoque colaborativo e in situ, en base al aprender-haciendo. Volver a conectar con la materialización de nuestros proyectos es tendencia porque nunca debió dejar de serlo, y se hace completamente necesario que la práctica vuelva a estar en el centro de nuestro quehacer.
Entender la arquitectura en su complejidad constructiva es ser conscientes –además– de que ésta sólo puede concretarse si trabajamos en colaboración multidisciplinar, y que difícilmente podrá entregar los resultados buscados si permanecemos en una posición rígida de ‘directores de obra’, sin involucrarnos solidariamente en todo el proceso. Mientras esta necesidad se refleja tímidamente en las mallas curriculares de las universidades, en ArchDaily nos estamos esforzando para potenciar y multiplicar el contenido relacionado con este enfoque.
3. El desafío de la arquitectura actual por acercarse al contexto rural
Por Fernanda Amaro
Ya lo dijo Rem Koolhaas el año 2016; 'El actual desafío de la arquitectura está en entender el mundo rural', área normalmente ignorada por los arquitectos que por décadas han enfocado gran parte de su energía hacia las ciudades, siendo que estas solo constituyen el 2% de la superficie del planeta. Koolhas hace un llamado a cambiar esta perspectiva y entender que el futuro está en intervenir en “espacios desnudos, semi abandonados, poco poblados, en ocasiones mal conectados”, puesto que es ahí donde se están observando acelerados procesos de cambios de los que como arquitectos debemos hacernos cargo.
Este último tiempo se ha iniciado una pequeña tendencia a nivel mundial que ha entendido la necesidad de trasladarse hacia estas zonas y de acercarse a conocer sus comunidades, con el fin de incorporar desde una mirada contemporánea sus modos de habitar, materiales, técnicas tradicionales y formas vernáculas que guíen al arquitecto a tomar decisiones más amables, respetuosas y armónicas con el ambiente natural y social en el que se insertan. Oficinas como Grupo Talca, dan cuenta de ello, diseñando obras y pequeñas intervenciones in situ que acogen estas particularidades y que impulsan a que los mismos habitantes las puedan llevar a cabo.
Tendencia que apenas ha comenzado y que se prevé de largo aliento, por lo que continuará este 2018, año en el que probablemente veremos cómo más y más arquitectos impulsaran el desarrollo de proyectos en zonas alejadas de las grandes urbes, tomando lógicas del paisaje natural o de las construcciones tradicionales que allí han nacido.
4. La arquitectura social se enfrenta a la vuelta del péndulo
Por Nicolás Valencia
Los medios de difusión y discusión de arquitectura no abarcan toda la arquitectura. Es cierto, pero no es común que quienes lo critiquen últimamente formen parte de la denominada arquitectura mainstream, en vez de los defensores de la arquitectura social, la tendencia alabada y banalizada en partes iguales por visibilizar y valorar la arquitectura informal, las técnicas vernáculas y el compromiso con los postergados de la sociedad.
Popular entre las nuevas generaciones, esta tendencia marcó su cima con la elección de Alejandro Aravena como Director de la XV Bienal de Arquitectura de Venecia y posterior Premio Pritzker 2016. Eso sí, la arquitectura social no es la panacea universal ni la única expresión válida de la disciplina —Josep María Montaner habla de otras siete tendencias contemporáneas—, pero la anécdota que encabeza este texto revela una fuerza defensiva que puede asomarse este 2018 en los principales eventos de la disciplina, reflejando esa potencial vuelta del péndulo.
La próxima edición de la Bienal Panamericana de Quito agregó la palabra “Arquitectura” en su título. ¿Antes no se hablaba de arquitectura? Sí, pero la organización desliza en su comunicado que otro ha sido el rumbo en las últimas ediciones, donde la crítica de diseño (y la obra arquitectónica) habría sido desplazada por el interés en los procesos participativos, el relato y la “capa emocional” de los proyectos, como advierte Fredy Massad.
Si bien la arquitectura social explotó reaccionando al academicismo local y la actitud endogámica y esteticista de la disciplina, acaparó los éxitos de la producción contemporánea, pasando progresivamente a ser parte del establishment. Eventos como el BAQ2018 pueden marcar el tono de próximos certámenes latinoamericanos y habrá que ver qué caminos tomarán las distintas ramas de la arquitectura social. Al igual que todas las vanguardias, se deberá enfrentar a sus éxitos, fracasos y contradicciones.
5. La era post-digital ingresa a la línea de tiempo de representación gráfica en arquitectura
Por Karina Zatarain
En la arquitectura, las técnicas de representación se encuentran en constante evolución, desplazando unas a otras mediante avanza la tecnología y mutan las preferencias de la sociedad. Es innegable que en la actualidad, las herramientas digitales han llegado a dominar la representación arquitectónica, colocando a las imágenes hiperrealistas por encima de métodos representativos tradicionales.
Sin embargo, mediante la tecnología permite crear imágenes cada vez más realistas de espacios aún no construidos, muchos arquitectos abogan por preservar la íntima relación, consolidada hace siglos, entre el arte y la arquitectura en la etapa representativa del diseño.
Recientemente ha surgido una presencia fuerte en redes sociales, principalmente Instagram, de un nuevo lenguaje de representación que permea la labor de los arquitectos. Esta nueva ola utiliza referencias históricas del arte y de la técnica del collage que caracterizaron en la época de los sesentas y setentas a despachos como Archigram y Superstudio. La fusión lograda con las nuevas herramientas digitales da como resultado un diálogo más artístico sobre las intenciones y referencias de algunos talleres de arquitectura actuales.
Al fusionar las herramientas digitales disponibles con la intención representativa del collage, algunos talleres contemporáneos de arquitectura optan por alejarse del dominante hiperrealismo, creando en cambio una nueva tendencia: la representación post-digital. Sin duda, esto apenas es el comienzo de una nueva etapa de negociación entre la fría precisión de la tecnología y la cualidad expresiva inherente a la arquitectura.
6. Arquitecto politicus: la creatividad enfrenta la normativa y el futuro de las ciudades
Por Fabián Dejtiar
¿Cuántas experiencias creativas en la arquitectura latinoamericana se están generando fuera de la normativa? La evidencia abunda y se sobreentiende, presente en los más heterogéneos contextos urbanos donde la creatividad e innovación fueron los únicos factores determinantes para hacer justicia frente a las necesidades inherentes consecuentes de los modelos socioeconómicos adoptados. Las utopías urbanas positivas reglamentarias no siempre se sostuvieron porque quedaron sujetas a las acciones, que están a su vez sujetas a los vaivenes políticos, económicos y al control.
¿Con qué acción la creatividad de estas experiencias latinoamericanas -al margen de las reglamentaciones- puede enfrentar lo normativo, y así el futuro de las ciudades? La respuesta abunda históricamente en la demostración del rol social y político del arquitecto. Como menciona el arquitecto español Andrés Jaque en la XX Bienal de Arquitectura y Urbanismo de Chile 2017, por defecto "todos los arquitectos somos políticos" y la verdadera pregunta es qué formas de política estamos dispuestos a defender cada uno de nosotros. En este sentido, la acción política es una herramienta para potenciar, incorporar o trasmutar la creatividad.
¿Cuál es entonces la tendencia de los arquitectos? el arquitecto involucrado en la actividad política, un activista creativo para con las temáticas normativas en pos de mover los límites al servicio de las necesidades reales, del impacto social, y del futuro de las ciudades. Potenciar el rol proactivo y político que identifica a nuestra disciplina es una tendencia que cambiará el futuro de nuestras ciudades. Y lo pertinente, entonces, es la tendencia de la transmutación de la creatividad en torno a lo normativo, y la influencia de esto en el futuro de lo urbano. Un ejemplo final, la Ciudad de México en lo normativo va a cambiar su creatividad en relación a la resiliencia, tras las consecuencias del último desastre natural; Buenos Aires en lo normativo -en relación con las anunciadas modificaciones en el nuevo código urbanístico- va a cambiar su creatividad en relación a la homogeneidad de su tejido, y así.
7. La revancha de las mujeres en la Arquitectura
Por Camila Marín y Pola Mora
“Ideología que defiende que las mujeres deben tener los mismos derechos que los hombres”. Esta es la definición que la Real Academia Española le da al feminismo. A partir de ese principio, ha surgido en los últimos años una gran cantidad de movimientos que exigen mejores condiciones laborales para la mujer y el fin de la desigualdad entre hombres y mujeres. El 2018 algunos movimientos se tomaron el espacio público a través de marchas en diversas ciudades del mundo y otras campañas proliferaron por las redes sociales usando hashtags como: “#NiUnaMenos”, “#HeForShe” y “#MeToo”.
Si a muchos todavía no les quedaba claro, el 2017 hizo explícito que las mujeres no ganan lo mismo que los hombres, que sufren discriminación y acoso laboral, que trabajan más horas y que están más susceptibles a ser despedidas por la posibilidad de ser madres. Ningún trabajo se escapa. La arquitectura tampoco. Por eso este año surgieron, también desde nuestra disciplina, una serie de columnas y eventos que propusieron hablar del tema y empoderar a las mujeres en el mundo de la arquitectura, incentivándolas a tomar el espacio perdido en el debate público.
Durante el 2018 de seguro el tema seguirá en boga, pero esta vez ya no sólo a través de declaraciones y discursos, sino mediante acciones concretas. La Bienal de Arquitectura de Venecia este año estará dirigida justamente por dos arquitectas; Yvinne Farrell y Shelley McNamara y el listado de curadores a cargo de los pabellones nacionales ya cuenta con una participación femenina mucho mayor a la de años anteriores, destacando entre otros, países como Chile, España, Perú, Israel y Brasil. Quién sabe... Tal vez este año el Pritzker nos sorprenda con la incorporación de una nueva arquitecta a su nómina de galardonados.
8. Aprender de las lecciones del Bambú para reforzar nuestra sensibilidad y eficiencia
El bambú siempre ha estado presente. Ha sido trabajado y aprovechado por generaciones en las áreas más cálidas del planeta; extendiéndose su uso a lo largo de la Línea del Ecuador y muchos kilómetros más allá, dentro de África, Asia, América y Oceanía. Aunque algunos lo llaman el 'oro verde del hombre pobre', este multifacético material -con más de 1.500 usos documentados- ha dejado lentamente de ser asociado a la pobreza para masificarse en virtud de sus cualidades. En el ámbito de la construcción, su uso actual se relaciona con la resistencia, la versatilidad y la eficiencia, y se vincula con la belleza de lo orgánico y con el respeto innato por el medio ambiente.
Gracias a su contundente pasado y a su enorme potencial futuro, el bambú es tendencia en 2018 porque es un material necesario. En un mundo sofocado por la contaminación y los desperdicios generados por la industria de la construcción, parece ser urgente aprender de los artesanos que lo han utilizado por años, con una naturalidad y fluidez que contrasta con los complejos procesos constructivos de otros materiales. Asimismo, se abre la oportunidad de indagar en las nuevas tecnologías que pueden ampliar aún más sus posibilidades, en base al trabajo conjunto con otros materiales y técnicas.
No se trata de forzar su uso si es que no lo tenemos a la mano, simplemente es un llamado a fascinarse con su armonía, y a profundizar en sus lecciones para ser mejores arquitectos, ya que para utilizarlo se requiere de un cambio de mentalidad. Es un material que hace sentido y que genera una arquitectura en concordancia con el ser humano y su entorno, y esta puede ser su más valiosa enseñanza: parece haber nacido para ser utilizado en favor nuestro.
El primer paso es abrirse a conocerlo, y puedes empezar ahora mismo.
9. Vislumbrar hacia dónde va la arquitectura post-terremoto
Por Karina Zatarain
A lo largo de la historia, la arquitectura ha jugado un importante papel en respuesta a las necesidades de reconstrucción tras distintos tipos de desastres naturales. Los retos y limitaciones presentados en estados de emergencia han forzado a la comunidad arquitectónica una y otra vez a producir propuestas poco convencionales que mejoran la calidad de vida de las comunidades devastadas. En los últimos años, distintas iniciativas de reconstrucción post-desastre han obtenido merecidos reconocimientos por su labor altruista y capacidad de solucionar problemas a través del diseño.
En 2014, el arquitecto japonés Shigeru Ban recibió el Premio Pritzker por su obra que “exuda optimismo donde otros perciben retos casi imposibles de superar.” Ban ha obtenido reconocimiento internacional por su uso experimental e innovador de materiales como el papel y el cartón en construcciones, en sus esfuerzos por auxiliar a personas desposeídas de vivienda tras desastres naturales o en situaciones de refugiados.
El año pasado, el Proyecto de Reconstrucción Post-Sismo en Guangming de la Universidad China de Hong Kong y Universidad de Ciencias y Tecnología de Kunming fue nombrado como 'Edificio del Año 2017' en el gala de clausura del World Architecture Festival (WAF) en Berlín. Los arquitectos del equipo desarrollaron una nueva y económica técnica de construcción de tierra compactada que será más resistente a la actividad sísmica, y que los jueces consideraron podría ser aplicada en cualquier parte del mundo afectada por problemas sísmicos y niveles de pobreza.
En México, tras dos devastadores sismos que se dieron en el centro de país en septiembre del 2017, han surgido iniciativas de reconstrucción lideradas por el gremio arquitectónico del país. En una serie de mesas de diálogo y talleres de trabajo, se examinaron temáticas como la resistencia sísmica de distintos materiales vernáculos y la autoconstrucción.
Si bien la palabra ‘tendencia’ tiende a referirse a algo pasajero y superficial, consideramos que existe una nueva y creciente ola de consciencia en la arquitectura, que busca enfocar sus esfuerzos en los lugares donde más se necesita.
