El proyecto de rehabilitación y adecuación de las Reales Atarazanas de Sevilla (España), uno de los espacios arquitectónicos más espectaculares de la capital andaluza y considerada como 'la catedral civil' de la ciudad, ha vuelto a salvar el que parece el último escollo en su camino a convertirse en un centro cultural de referencia no sólo en Andalucía sino en toda España.
El pasado 29 de diciembre, en un acto desarrollado en las propias Atarazanas, se ratificó el acuerdo entre la Junta de Andalucía, la Fundación La Caixa, encargada de gestionar el edificio histórico como espacio cultural con una inversión de más de 13 millones de euros y Adepa, Asociación de Defensa del Patrimonio de Andalucía que en 2016 interpuso una demanda judicial contra el proyecto y por la cual la rehabilitación se mantenía paralizada.
En 2009, el arquitecto sevillano Guillermo Vázquez Consuegra consiguió el primer premio en el concurso nacional de ideas para el diseño del nuevo CaixaForum en las Reales Atarazanas de Sevilla. Desde entonces, el proyecto ha sufrido todo tipo de trabas tanto políticas como culturales o económicas. La última de ellas la sufrida en 2016 por parte de Adepa que mostró una fuerte oposición al proyecto de rehabilitación al considerarlo un “crimen patrimonial” y que consiguieron paralizar en octubre de ese mismo año. Finalmente, el CaixaForum de Sevilla se inauguraba a comienzos de este 2017 en una localización completamente diferente a la inicialmente prevista y perdiendo la fuerza de la ubicación del proyecto original.
Con este nuevo acuerdo se consigue desbloquear la situación y el proyecto que, sin embargo, deberá ser modificado. Por un lado, las naves superiores previstas sobre la estructura del edificio se reducen de cuatro a dos, lo que evitará sobrecargar los pilares del siglo XIII y perforarlos para enclavar refuerzos.
Por otro, se descarta el uso hotelero de la parte superior. Se modificará, también, la orientación de la entrada al histórico edificio, eliminando la apertura total de la fachada lateral a modo de plaza pública cubierta, y que constituía uno de los grandes atractivos del proyecto original. Además, las escaleras mecánicas planteadas por el arquitecto en una de las naves deberán ser reubicadas para que no distorsione la visión transversal" de las naves del antiguo astillero. Finalmente, sólo dos de las siete naves de las que consta el edificio serán excavadas hasta su base original, dejando al descubierto la enorme altura del espacio industrial primitivo.
Más allá de los acuerdos económicos y políticos y las modificaciones del proyecto, lo realmente importante es que las Reales Atarazanas de Sevilla, construidas en 1252 y declaradas bien de interés cultural (BIC), serán rehabilitadas evitando así su actual estado de abandono y olvido y posibilitando a toda la sociedad disfrutar de uno de los espacios arquitectónicos de mayor valor de la ciudad andaluza.
De esta manera, y con el trabajo que conlleva todas estas modificaciones y la tramitación del nuevo proyecto, se prevé que las obras comiencen a principios de 2019 y concluyan en 2021.
Vía La vanguardia y Diario de Sevilla
