Por muy sorprendente que pueda a llegar a parecer, España actualmente, no posee a nivel nacional ninguna Ley de Arquitectura y Habitabilidad que reconozca y promueva el valor que esta profesión tiene para el desarrollo económico, social y cultural del país.
Sin embargo, el 2017 nos dejó dos grandes noticias que pueden y deben servir de impulso para conseguir avanzar hacia una ley nacional realmente necesaria. Por un lado, la aprobación el pasado 8 de noviembre de la Ley de Contratos del Sector Público y que, según el propio presidente del Consejo Superior de Colegios de Arquitectos en España (CSCAE), Jordi Ludevid, supone “un cambio espectacular y muy positivo" para los arquitectos. Por el otro, la aprobación, el pasado 28 de junio de 2017 de la primera Ley de Arquitectura promulgada en España, la Ley de Arquitectura de Cataluña.
Se trata de una ley de gran importancia para la profesión de arquitectura, ya que en ella se establecen las medidas necesarias para el fomento e impulso de la calidad arquitectónica y urbanística; la contratación de la redacción de proyectos, la dirección y ejecución de las edificaciones y la urbanización de los espacios públicos. Además, se redactan las actuaciones necesarias para proteger los más que demostrados valores inherentes a la arquitectura, como son la calidad técnica de las construcciones y su capacidad de adaptación funcional a lo largo del tiempo, la mejora de la calidad, el confort y bienestar de las personas y del conjunto de la sociedad, la contribución a la cohesión social y la belleza, mejorando el entorno físico que nos rodea.
Por todo ello, la Ley de Arquitectura de Cataluña debe ser el acicate que culmine en el desarrollo de una Ley de Arquitectura y Habitabilidad a nivel nacional que promueva la difusión y los valores de la arquitectura y el urbanismo y que consiga mejorar la percepción social tan denostada que actualmente posee nuestra profesión.
Esta debe ser una ley que proteja a la figura del arquitecto y las condiciones laborales tan deplorables que actualmente tiene que soportar. Una ley que preserve y valore el patrimonio arquitectónico, evitando derribos y potenciando la sensibilidad y la conciencia social de la ciudadanía. Una ley que impulse la innovación, creatividad y calidad arquitectónica y que promueva la educación sobre arquitectura y la importancia que tiene para el desarrollo social, económico y cultural.
En definitiva, una ley tan necesaria como fundamental y sin la cual, tal y como explicaba el presidente del CSCAE a un periódico de La Rioja, “la arquitectura y los arquitectos estamos muy limitados en el despliegue de nuestro servicio a toda la sociedad". En esa línea, Ludevid también ha declarado que tiene “fundadas esperanzas” de que se ponga en marcha, ya que cuentan con el apoyo de los cuatro grandes partidos políticos españoles: PP, PSOE, Ciudadanos y PODEMOS.
Esperemos, por lo tanto, que el 2018 sea el año en el que se establezcan las bases que consigan ensalzar los valores de esta intensa y bella profesión y permitan dignificar social y profesionalmente a todas las arquitectas y arquitectos.
._Image_%C2%A9_Pep_Sau.jpg?1515954687 "España aún no posee una Ley de Arquitectura. Este 2018 puede ser el año")
