Los arquitectos son personas de gran gusto, que disfrutan de las cosas buenas de la vida, especialmente cuando se trata de plumas. El refrán dice: "no juzguen un libro por su portada", pero inevitablemente nos encontramos juzgando a un arquitecto por su elección de pluma. Es fácil de hacer cuando tu colega decide agarrar el bolígrafo más cercano para hacer un rápido boceto de un diagrama, mientras tú te retuerces, viéndolo marcar el papel.
Las plumas son herramientas poderosas para los arquitectos, que transmiten nuestros pensamientos e ideas en posibles estructuras tridimensionales. En la era del mundo digital, las plumas se han vuelto sagradas, lo que nos lleva de vuelta al simple placer del dibujo para comenzar el proceso creativo. Después de años de probar y probar todos los diferentes instrumentos de escritura, finalmente encontramos uno que puede decir mucho más sobre nosotros de lo que crees.
La pluma fuente
Individuos maduros e inteligentes que generalmente se encuentran relatando a los colegas 'menos' experimentados de aquellos años cuando los planos se dibujaban a mano en tableros y cómo la arquitectura ha perdido su magia desde la introducción del CAD. Todos en la oficina saben que usan una pluma estilográfica porque simplemente no dejan de repetirlo.
El portaminas
Puede que técnicamente no sea un bolígrafo, pero es el arma preferida de muchos arquitectos. Como personas extremadamente ocupadas, los usuarios de estos lápices no tienen tiempo ni paciencia para un afilador, por lo que optan por un implemento de dibujo que les permita crear y adaptar planos constantemente con la seguridad adicional de poder borrar cualquier error.
El tiralíneas 0.05
Un perfeccionista de corazón hasta el último detalle de la tubería de drenaje y los dinteles. Sus escritorios suelen estar organizados impecablemente, al igual que sus cuadernos de bocetos llenos de observaciones sobre el mundo arquitectónico. Los usuarios de estos lápices de punta fina tienen su vida en en orden y tienen una tranquila confianza en su habilidad como diseñador.
La pluma 'de flujo libre'
El creativo de la oficina que entra en reuniones con aproximadamente veinte opciones diferentes para un esquema particular. Sus cerebros nunca pueden apagarse y a menudo se encuentran a las 2 de la madrugada escribiendo furiosamente en un cuaderno Moleskine su última idea que les ha llegado en medio de la noche.
El lápiz BIC
*Insertar una mirada despectiva* Los BIC son baratos y alegres, pero ¿realmente van a mostrarte como diseñador de edificios creativo y con visión de futuro? Aunque los usuarios de este lápiz suelen ser bastante prácticos y presumidos, se quedan atrás y observan al resto de nosotros depositar una pequeña fortuna en algo que a ellos básicamente no les cuesta nada.
La colección de Pigment Liners
Un lápiz simplemente no es suficiente para algunos. Su caja de lápices es del tamaño de su brazo, acumulando todos los diferentes tamaños de plumillas y tonos de gris, los cuales desafortunadamente son utilizados por todos los miembros de la oficina si no se está atento. Estas personas siempre están bien equipadas y listas para cualquier idea o dibujo nuevo.
El lápiz pincel
Los arquitectos que usan este lápiz son personas bien cuidadas que se enorgullecen y se preocupan por sus creaciones. Pueden producir un hermoso boceto conceptual en segundos, dejándote maravillado por su habilidad como arquitecto y artista.
El rotulador
Uno de los bolígrafos menos prácticos, especialmente cuando la punta tiene varios milímetros de ancho. Aquellos que respaldan esta elección son más conceptuales en su enfoque, centrándose en la forma general del edificio en comparación con los detalles más pequeños.
