“Otras noches como tantas das color a la ciudad, convirtiendo una esquina en obra de arte sin cesar, pero es todo un artista que comparte su visión”, canta Skool 77 en Color en la ciudad, y claro, la ruta del graffiti se ha convertido en uno de los atractivos turísticos para dar solución a diferentes problemáticas en zonas vulnerables de diferentes ciudades y municipios en Colombia.
Es una iniciativa con la cual además de disfrutar la contemplación de hermosos murales y proyectos innovadores de renovación urbana, busca también despertar el espíritu de emprendimiento en niños, jóvenes y adultos que participan en la elaboración del Arte Callejero, y que a través del color hoy le devuelven la esperanza a su población dejando atrás las diferencias y enseñando que todos somos iguales.
Lo que comenzó con la forma de expresarse, hoy se convierte en una de las principales formas de cambiar el imaginario tanto de los ciudadanos como de turísticas que temían visitar estos lugares, y que cuentan con visuales únicas del paisaje y la ciudad. La integración del turismo busca contar las miles de historias que se han vivido en aquellas zonas vulnerables, uno de los ejemplos de intervención se realiza en la Comuna 13 de la ciudad de Medellín, en la cual trabajan colectivos artísticos como Kasa Colacho que buscan dar un mensaje inspirador en pro de crear un mundo mejor a todos sus visitantes.
Mientras tanto, en la capital del país a inicios del presente año se llevó a cabo una iniciativa por parte de diferentes entidades, interviniendo uno de los barrios más cuestionados por su inseguridad como lo es el barrio Egipto al oriente de Bogotá, donde nació históricamente en los 90 el graffiti en la ciudad. La idea era brindar espacios que no solo le apuesten a embellecer, sino que también construyan tejido humano con la comunidad. La propuesta se ha convertido en la salida de cientos de jóvenes alejándolos del consumo de drogas, idea a la cual se suman personas de diferentes profesiones.
Esta labor social en la que también trabajan distintos colectivos de universidades e instituciones públicas y privadas, se convierte en la apuesta para mostrar las diferentes formas de ver las ciudades y zonas rurales, las cuales con un poco de color, devuelven la esperanza y reconstruyen un nuevo país. Son estos lugares los que se han convertido en cunas de inseguridad pero que aún se pueden intervenir, generando cambios en la sociedad y su manera de enfrentar diferentes problemáticas por espacios que se transforman en grandes murales dedicados al arte.
Otras iniciativas similares se trabajan hoy día en Río de Janeiro (Brasil), donde se busca a través del arte urbano dar otra forma de conocer la ciudad. Así, el Street Art ha llegado a convertirse también en eventos donde miles de jóvenes muestran la diversidad de sus estilos, cabe aclarar que en todas las obras también se busca crear una colaboración directa entre artistas y dueños de casas y negocios, donde se elaboren los murales en consentimiento del propietario del inmueble y no se atente contra los bienes públicos protegidos.