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Arquitectos: Francisco Montoya y David García
- Área: 154 m²
- Año: 2018
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Proveedores: Cosentino, Amargos, Cemex, Cerámica la Coma, Cortizo, Fabricados Reyna, Holcim, Juno, Kitchen Consult, Legrand / Bticino, López Pigueiras, Mitsubishi Electric, Pemsa, Puertas Proma, Simon, Terradecor, Undefasa, Westaflex
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El encargo por parte de Lugarejo consistió en un diseño exclusivo de un restaurante ubicado en el corazón de La Mancha, en Villanueva de Alcardete (Toledo, España). Desde el primer momento se pretendió fusionar tradición e innovación en un espacio moderno e industrial, reflejo del tipo de comida ofrecida. Los comensales tendrían así la oportunidad de verse inmersos en una mezcla de materiales, texturas, colores y sabores donde poder comer, cenar, o disfrutar de una amplia selección de vinos en un ambiente distendido.
Es por ello que la organización del espacio responde a las necesidades de la propiedad y directrices señaladas. Completamente cerrado al exterior, el único acceso da paso a un ambiente de 6 metros de altura con una cubierta dentada que genera unos lucernarios orientados totalmente al norte, que configuran las líneas de la fachada y garantizan una iluminación natural.
El interior, ambiente diáfano, combina muros de ladrillo en bruto y hormigón visto en color natural, con instalaciones, mobiliario de metal y madera, y toques vegetales a través de una selecta colección de plantas. A dicho espacio se abre la cocina, completamente vista a través de un ventanal que permite al comensal ser partícipe de la creación de los platos. Los baños y otras estancias conforman, junto con la cocina, la banda de servicios. La parte trasera del restaurante la compone un patio diseñado para dar mayor profundidad al espacio interior y ser utilizada como terraza.
La decoración de Lugarejo combina las texturas y colores aportados por los materiales constructivos, con un revestimiento de madera, una estantería de diseño que da color al espacio a través de libros y vajilla, y que sirve también para tamizar el espacio y suavizar el cambio visual entre el comedor y la cocina. Un alicatado blanco, a juego con la fachada exterior, marca la entrada y la zona de barra en el interior. El diseño conjunto, de la mano de los arquitectos Francisco Montoya y David García, refleja la vanguardia actual en tierras del Quijote.