No es raro encontrar obras de arquitectura que se parecen a objetos de uso cotidiano e incluso Sou Fujimoto montó en la Bienal de Chicago una exhibición de "arquitectura" a partir de ceniceros, papas fritas y cajas de fósforos. Así es como ralladores, colmenas, sandías y destapadores muchas veces parecen haber inspirado más de alguna vez a los arquitectos en la forma de sus edificios.
El arquitecto Filipe Vasconcelos va más allá de estas analogías predecibles y explora en sus collages digitales la similitud entre la arquitectura y los objetos cotidianos, creando escenas en que las obras son reimaginadas en situaciones absolutamente dislocadas de sus contextos y usos originales.
Ve la Capilla Bosjes de Steyn Studio transformada en un vestido o el Museo de Arte Contemporáneo de Niterói de Niemeyer convertido en una ruleta de casino, además de otras analogías a continuación:
Conoce más del trabajo de Filipe Vasconcelos en este enlace.