Originalmente construida para albergar la primera Casa de Moneda del Reino de Chile a fines del siglo XVIII, el Palacio de la Moneda desde 1845 es la sede del poder ejecutivo de la República de Chile y alberga las oficinas del Presidente(a) de la República junto al Ministerio del Interior y Seguridad Pública, la Secretaría General de la Presidencia (SEGPRES) y la Secretaría General de Gobierno.
A 30 años de la primera moneda acuñada en Chile con la imagen del Rey Fernando VI, en 1780 el gobernador colonial Agustín de Jáuregui encargó la construcción de un edificio para la Casa de Moneda. En sus primeras tres décadas la Casa de Moneda había estado a cargo del tesorero perpetuo Francisco García Huidobro, quien había adquirido el Palacio Viejo, —actual esquina surponiente de Huérfanos con Morandé— en pleno centro histórico de Santiago. Tras su muerte, el acuñamiento había sido trasladado a un antiguo colegio jesuita ubicado a un costado de la iglesia de la Compañía, donde se encuentra actualmente el ex Congreso Nacional.
Para el proyecto de la Real Casa de Moneda, Jáuregui escogió al arquitecto Joaquín Toesca, quien llegó de Roma para diseñar y construir proyectos para el Imperio Español, como la Catedral de Santiago (1780). El desafío de Toesca fue diseñar un edificio que albergara no solamente las dependencias propias de una casa de acuñación, es decir, talleres, hornos de fundición, almacenes y carboneras, sino también la residencia para la burocracia del reino, desde superintendentes hasta balanzarios.
Adicionalmente el arquitecto incorporó un lenguaje arquitectónico inédito para este tipo de construcciones, "un sello de 'majestad' que antes correspondía únicamente a templos y palacios, con lo cual el carácter emblemático de estos se trasladaría a aquellos edificios de la administración que serán considerados como templos de la felicidad pública" (Guarda, 1997).
Así, la Real Casa de Moneda diseñada por Toesca posee "un estilo neoclásico puro y con influencias del dórico romano", como ha sido descrito por el Consejo de Monumentos. Se trata de un volumen eminentemente horizontal, de dos pisos y de composición rectilínea, transmitiendo la fuerza y estabilidad que exigía su programa original (y actual). Su interior está estructurado por una serie de patios —imagen reforzada tras las posteriores remodelaciones— que transmiten solemnidad y entrega luz natural a las oficinas del edificio. Guarda (1997) recscata a su vez la presencia de un "eje magistral que atraviesa la planta de norte a sur, expresándose en el alzado en pórticos monumentales que producen un efecto ilusionista de fuga, al que ayuda la menor proporción del segundo y tercero, éste desgraciadamente desaparecido".
1784-1805: La construcción
El sitio escogido para este ilustre proyecto estaba a orillas del río Mapocho, a espaldas del convento de Santo Domingo en el denominado Basural de Santo Domingo (actual Mercado Central). Sin embargo, una vez iniciadas las excavaciones en la primavera de 1783, comenzaron a aflorar constantemente las aguas subterráneas del río y las obras fueron detenidas a la espera de su reubicación. Para esta tarea fueron escogidos tres solares del actual centro histórico de Santiago, siendo elegido un sitio del Colegio Carolino, conocido en ese entonces como Solar de los Teatinos (de ahí el actual nombre de la calle al oeste de la Moneda).
En 1784 comenzaron las excavaciones y llegaron los materiales: cal de la hacienda Polpaico; arenas del río Maipo; piedras coloradas de la cantera del cerro San Cristóbal; piedra blanca del Cerro Blanco; madera de roble y ciprés de los bosques valdivianos; cerrajería de Vizcaya, España; y 20 variedades de ladrillos horneados en Santiago para la construcción de dinteles, esquinas, pisos, molduras, y de los muros de más de un metro de espesor.
Sin embargo, Toesca falleció en 1799 sin ver terminada la obra, por lo que el gobernador Gabriel de Avilés retuvo al ingeniero Agustín Cavallero, quien había sido nombrado director de las fortificaciones de Panamá. No obstante, en 1802 el Rey reiteró la destinación y Cavallero fue reemplazado por Miguel María Atero e Ignacio de Andía Varela. Paralelamente, ese mismo año, el conde de Quinta Alegre sugirió exitosamente construir una plazuela frente a la fachada principal de la Casa Real de la Moneda para realzar el proyecto y tratar las aguas del edificio, por lo que se adquirieron y demolieron las casas de la acera norte de la calle llamada desde entonces de la Moneda Nueva.
En 1805 el gobernador Luis Muñoz de Guzmán inauguró la Real Casa de Moneda, aunque la construcción aún finalizaba del todo. La fachada principal originalmente contó con escudos, bustos alegóricos y trofeos diseñados por Andía y Varela, los cuales fueron quitados durante la primera restauración realizada debido al terremoto del 19 de noviembre de 1822, en los primeros años de independencia de Chile.
En junio de 1845 el Presidente Manuel Bulnes tomó la decisión de trasladar la sede del poder ejecutivo, junto a los ministerios y la residencia del jefe de estado desde el Palacio de la Real Audiencia —actual Museo Histórico Nacional— a la Casa Real de la Moneda. Bulnes explicó al Parlamento que en el lugar donde residía la máxima autoridad nacional "no es posible ocupar alguno de sus departamentos interiores sin exponerse a un inminente peligro".
El ahora denominado Palacio de la Moneda fue dividido en tres sectores: residencia de los Presidentes, sede de Gobierno y la Casa de Moneda. Esta última entidad siguió funcionando en el sector sur del edificio hasta 1922, aunque los talleres de acuñación de monedas fueron demolidos recién en 1945.
1927-1973: consolidación de un símbolo republicano
Durante el primer gobierno de Carlos Ibáñez del Campo (1927-1931), los arquitectos Josué Smith Solar y José Smith Miller (Smith Solar & Smith Miller) se adjudicaron el concurso público para la remodelación de la fachada sur del Palacio de La Moneda. La oficina ganadora opta por repetir la fachada norte diseñada por Toesca, entregando acertádamente el protagonismo al diseño del arquitecto original. "Creo que hizo una obra magistral, además de un acto de humildad, de modestia”, comentaba hace unos años el arquitecto Mario Pérez de Arce, autor de una minuciosa monografía dedicada a la oficina chilena.
El concurso formó parte de la intención de Ibáñez del Campo de "crear un conjunto urbano representativo de la fuerza del aparato del Estado y la identidad nacional en torno del Palacio de La Moneda" (Gurovich, 2003). La misma oficina, Smith Solar & Smith Miller, desarrolló un “Proyecto de Centro Cívico de la Capital”, convertida en la Ley 4.828 de 1930, y que en definitiva daría el ambiente solemne que actualmente posee. El asesor urbanista Karl Brunner definió tanto una escenografía cívica en torno al Palacio con edificios gubernamentales, como el rediseño de los espacios públicos adyacentes: al norte de La Moneda remodeló la Plaza Portales para convertirla en la Plaza de la Constitución (1942), manteniendo el monumento a Diego Portales; mientras al sur creó la Plaza de la Libertad con la estatua del expresidente Arturo Alessandri, por lo que se debió demoler las construcciones que separaban el Palacio de la Alameda. Así nació el Barrio Cívico.
La creación de la primera normativa del Barrio Cívico y su paulatina materialización entre 1936 y 1950 revistieron de solemnidad y monumentalidad al Palacio de la Moneda. Ahora el "eje magistral" visual y conceptual advertido por Guarda era un eje físico y se podía cruzar la manzana por los patios de la Moneda. Este gesto se asoció a la transparencia y el ejercicio de la democracia, por lo que los posteriores gobiernos de Eduardo Frei Montalva (1964-1970) y Salvador Allende (1970-1973) permitieron que el tránsito peatonal atravesara la Moneda, como cualquier otra galería comercial del centro de Santiago.
1973: Bombardeo y remodelación
El 11 de septiembre de 1973 las Fuerzas Armadas llevaron a cabo un Golpe de Estado contra el gobierno de Salvador Allende: siete ataques aéreos y 18 misiles de los Hawker Hunters bombardearon durante seis horas el Palacio de la Moneda. El bombardeo desató un incendio que hizo colapsar la loza del segundo piso y el techo, convirtiendo los 10 metros de altura del edificio en una chimenea de gran tiraje que propagó las llamas con mayor rapidez. Como recuerdan Márquez y Rozas (2014), el incendio dejó solamente "los gruesos muros de ladrillos, pegados con cal y arena, a excepción del cuerpo sur, ocupado por el Ministerio de Relaciones Exteriores que tenía losas de concreto armado".
Con La Moneda en ruinas y cercada con tablones de madera, la Junta Militar ejerce el control total desde el edificio de la UNCTAD III, rebautizado Diego Portales, en homenaje al artífice de la Constitución de 1833, y actual GAM. En 1974 el equipo integrado por Hernán Rodríguez, Rodrigo Márquez de la Plata y Jorge Swinburn se adjudicó la restauración del palacio y las obras comenzaron al año siguiente.
Según explicó el propio Rodríguez en 2017 al periódico chileno La Tercera, "la restauración unificó el diseño del edificio y contempló nuevos ambientes, como el Salón Montt Varas, pero también hubo exigencias, como cubrir y clausurar la entrada de Morandé 80. Desde el punto de vista arquitectónico, el objetivo era volver al estilo puro y neoclásico de Joaquín Toesca". Al momento de su reinauguración en 1981, la fuente de agua del Patio de los Naranjos había sido trasladada al patio trasero y se instalaron losas de hormigón en forma de H en las cuatro esquinas afectadas por el incendio para devolverle rigidez al edificio.
Celebraciones del Bicentenario: Plaza de la Ciudadanía y el Centro Cultural La Moneda
Tras el regreso a la democracia en 1990, los sucesivos gobiernos han realizado diversas restauraciones y remodelaciones, siendo la más reciente la relacionada a a los daños producidos por el terremoto de 2010. Durante el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle (1994-2000) La Moneda fue pintada de blanco, mientras en el gobierno de Ricardo Lagos (2000-2006) se restableció temporalmente el tránsito peatonal a través de los patios del palacio y en 2003 se celebró la reapertura del acceso de Morandé 80, clausurada tras el Golpe Militar.
Asimismo, con motivo de las celebraciones del Bicentenario de Chile, en 2005 se inauguró la Plaza de la Ciudadanía —ex Plaza de la Libertad— manteniendo la estatua a Arturo Alessandri en su extremo oeste y en su subsuelo se construyó el Centro Cultural La Moneda.
Referentes
- Bustamante, José Manuel. (2015). La Moneda tras el 11/9: Un bombardeo al patrimonio. Universidad de Chile, Santiago.
- Consejo de Monumentos. Ficha de Monumento Histórico: Palacio de la Moneda - Antigua Real Casa de Moneda. Chile
- DIBAM. (1983). Palacio de la Moneda. Santiago, Chile: Biblioteca Nacional de Chile, 137 p.
- Guarda, Gabriel. (1997). El arquitecto de la Moneda, Joaquín Toesca, 1752-1799: una imagen del imperio español en América. Santiago, Chile: Ediciones Universidad Católica de Chile, 339 p.
- Gurovich, Alberto. (2003). La solitaria estrella: en torno a la realización del Barrio Cívico de Santiago de Chile, 1846-1946. Revista de Urbanismo, (07).
- Márquez, Francisca, & Rozas Krause, Valentina. (2014). Las heridas de la memoria: Disputas patrimoniales en el Palacio de la Moneda, Chile. Cuadernos de antropología social, (40), 149-176.
- Oliva, Hilda. (2017). Reconstruyendo La Moneda. La Tercera, Santiago.