En los últimos ocho años Moscú ha albergado el Moscow Urban Forum (Foro Urbano de Moscú), un encuentro anual que reúne en los principales hitos de la ciudad —como el Manage o el VDNKh— a algunos de los más renombrados arquitectos, urbanistas, alcaldes, funcionarios de gobierno, economistas, desarrolladores inmobiliarios, académicos, ciudadanos y profesionales de los más diversos campos y nacionalidades a conversar sobre los principales desafíos de las metrópolis.
No obstante, fue la presencia de dos de los hombres más influyentes en sus respectivas áreas lo que marcó el principal hito del Moscow Urban Forum 2018: Rem Koolhaas y Vladimir Putin.
El evento es parte de un proceso urbano a largo plazo, integrado por una serie de proyectos a escala urbana que han cambiado el rostro de Moscú, buscando así estar a la par de otras capitales europeas. Algunos de los cuales fueron inaugurados antes del Mundial de Rusia, volviendo particularmente especial esta edición del Moscow Urban Forum.
El Garden Ring, el Krymskaya Embankment, el renovado Estadio Luzhniki, la remodelación del Parque Gorky, el Museo Garage, el My Street Program, la Línea 14 del Metro de Moscú y el sistema público de bicicletas Velobike, entre otras iniciativas, muestran el compromiso de la ciudad por mejorar la calidad de sus espacios públicos.
Asimismo, proyectos actualmente en desarrollo como el nuevo Museo Hermitage de Asymptote, la V-A-C Foundation de Renzo Piano, la canalización del río Moscova a cargo de Project Meganom y la renovación de la Galería Tretyakov de OMA demuestran que esta responsabilidad se extiende más allá de la Copa del Mundo.
Durante el evento, discutimos muchas de estas iniciativas con Marat Khusnullin, vicealcalde de Moscú en el Gobierno de Moscú para el desarrollo urbano y construcción.
Este año, el Forum fue realizado en el Parque Zaryadye, un nuevo parque urbano próximo a la icónica Plaza Roja. Diseñado por Diller Scofidio + Renfro, junto a Hargreaves Associates y CityMakers, el proyecto busca traer un trozo de la naturaleza salvaje al centro de la ciudad y ofrece vistas inéditas al río gracias a un dramático mirador en voladizo.
Formando parte de una serie de concursos públicos realizados en los últimos años, el Parque Zaryadye superó el millón de visitantes en su primer mes, corroborando la importancia de abrir nuevos espacios públicos en el centro de la ciudad. Asimismo, el espacio público fue ganador del ArchDaily 2018 Building of the Year Award (BOTY) en la categoría Arquitectura Pública, el que presentamos en uno de las sesiones abiertas del Moscow Urban Forum en un panel con la presencia del Arquitecto Municipal de Moscú, Sergey Kuznetov, junto a Charles Renfro, Mary Margaret Jones y Petr Kudryavtsev.
Rem Koolhaas participó activamente en los paneles realizados durante el primer día, conversando con el alcalde de Moscú, Sergey Sobyanin, y Elizabeth Diller sobre el situación actual de Moscú en comparación con otras metrópolis del mundo. Posteriormente, el cofundador de OMA conversó con Winny Maas, Yuri Grygoryan, Sergey Tchoban, Sergey Kuznetov y Francine Houben, sobre cómo los arquitectos europeos están trabajando hoy en Rusia en una sesión liderada por Giovanna Carnevali.
Al final del día, los espectadores llenaron el salón principal para escuchar su entrevista con el periodista Vladimir Pozner. En esta conversación, Rem compartió la fuerte influencia rusa que tuvo en su carrera, al visitar a los 22 años Moscú por primera vez cuando todavía era periodista. Según explica Koolhaas, al trabajar en una exhibición sobre arquitectura rusa se vio expuesto a algo que lo convirtió en arquitecto.
"Cuando vine a Rusia entendí por primera vez que la arquitectura no se trataba de hacer formas o edificios, sino que era una profesión que podía definir el contenido de la sociedad y podía intervenir en moldear la sociedad", comentó Koolhaas. "Es una ambiciosa interpretación de la arquitectura, pero cuando vi el trabajo de los arquitectos rusos en los años 20 y 30 entendí que esa era su libertad: esa arquitectura era una forma de escribir un guión, pero con edificios en vez de obras", agregó.
La conversación fluctuó entre su visión sobre Moscú —"la única megaciudad de Europa" debido a su escala y aislamiento en el vasto territorio, a diferencia del patrón urbano común en Europa Occidental— y la relación de la política con la arquitectura, la vivienda, el movimiento moderno y la estética del comunismo.
En relación a la vasta parte no urbanizada de Rusia, Koolhaas expuso su visión sobre Countryside, su próxima exhibición en el Guggenheim, que ahonda en una parte del mundo que verá un particular desarrollo en la época de los centros de información a gran escala, la robotización de la producción agrícola y nuevas no-centralidades gracias a la tecnología.
Koolhaas también compartió detalles sobre sus planes para la remodelación de la Nueva Galería Tretyakov. El espacio que alberga obras maestras de Malevich, Kandinsky y Andronov se emplaza frente al río Moscova en un eje cultural que abarca desde el Parque Gorky (con el nuevo Museo Garage de OMA) hasta el barrio Octubre Rojo, con la nueva VAC Foundation de Renzo Piano. En este proyecto OMA ha planeado transformar la actual fragmentación de las salas de exhibición, abriéndolas y revelando grandes espacios destinados a la exhibición de sus obras.
Sin embargo, fue la altamente esperada visita del presidente Vladimir Putin lo que atrajo la atención del segundo día del Forum. En su discurso, Putin destacó la transformación urbana de Moscú, develando cuáles serán los próximos pasos para replicar el éxito de la capital en el resto del extenso país. Otras ciudades que han visto proyectos de transformación como este son Kazán, Sochi y Vladivostok, enfatizando un compromiso por el desarrollo urbano como herramienta para el crecimiento descentralizado (y no únicamente limitado a las Olimpiadas de Invierno o al Mundial de fútbol de este año).
"Es importante que nuestros invitados vieran esto no como una exhibición o algo artificial, algo cortoplacista, algo ostentoso. Todo lo que vieron fue real. El país entero está cambiando y esto es una tendencia consistente y a largo plazo [...]- Estas inversiones están diseñadas, primero que todo, para mejorar la calidad de vida de nuestros ciudadanos y para crear una amplia gama de oportunidades para la realización personal de cada uno de ellos", explicó Putin.
Con tres cuartas partes de la población rusa viviendo en ciudades, hay un gran potencial de extender estas prácticas al resto del territorio. Con más de 30 ciudades por sobre 500.000 habitantes, se vislumbra un futuro brillante para las smart cities, IoT y las industrias tecnológicas y creativas. Por otra parte, hay más de 900 pueblos con menos de 100.000 habitantes en los cuales la tecnología y el transporte pueden ayudar a descentralizar. Esto se conecta con la visión de Rem Koolhaas sobre el campo ruso.
Al respecto, Putin comentó:
"Hoy enfrentamos un desafío de primordial importancia: necesitamos ayudar a estos pueblos a liberar su potencial, así se pueden convertir en centros turísticos, artísticos, científicos y tecnológicos, para que la calidad de vida allí pueda cumplir con los más recientes estándares y necesidades de la gente. Es, por cierto, un serio desafío profesional y creativo para economistas, gerentes, arquitectos y urbanistas [...] A través del desarrollo de carreteras, transporte e infraestructura digital, grandes ciudades, pequeñas ciudades y ciudades históricas —tal como las llamamos— pueden tener un impulso adicional. Sus ciudadanos deben tener acceso total a todos los servicios modernos".
Este discurso muestra un fuerte compromiso, y si avanza, abrirá muchas oportunidades para los arquitectos y urbanistas para asumir esto a escala local y global.
Moscú es una ciudad poderosa que muestra cómo los fuertes liderazgos son capaces de alinear diferentes actores —desde el Arquitecto Municipal, instituciones académicas como Strelka y MARCH, el sector privado y hasta organizaciones como MUF— para proporcionar continuidad y una base sólida para el futuro de la ciudad, y cómo esto puede impactar el futuro de Rusia.
