Desde su arribo a Nueva York en 2010, el arquitecto danés Bjarke Ingels ha construido un impresionante portafolio: desde proyectos ya inaugurados como el VIA 57 West y The Eleventh hasta propuestas como el West 29th Street y The Spiral. En una entrevista otorgada a Louisiana Channel, el fundador de BIG se aleja del pragmatismo de los proyectos y opta por reflexionar sobre Nueva York, abordando tópicos desde el multiculturalismo y la desigualdad hasta la regeneración urbana y los rascacielos.
Con una privilegiada vista del skyline de Nueva York, Bjarke Ingels comenta:
Cuando miras a esta montaña artificial detrás mío, todo es un producto de la acumulación, la congregación, los negocios y el comercio. Cada edificio individual en sí mismo quizás no es particularmente interesante. A menudo son parámetros muy pragmáticos y sencillos los que han moldeado cada edificio, pero juntos la suma de partes se convierte en algo majestuoso e impresionante, y habla del poder del proyecto de la Humanidad, el cual es construir ciudades y habitar el planeta
En esta entrevista Ingels alaba a Nueva York declarándola una "capital del mundo, un caldo de cultivo donde diversas nacionalidades se reúnen, a la cual tú perteneces por opción, en vez de por haber nacido ahí". La disparidad de la riqueza no es ignorada por Ingels, quien reflexiona sobre el exclusivo mundo de los penthouses de 60 millones de dólares. Sin embargo, apunta cierto optimismo a través de proyectos como VIA 57 West, donde el precio del 20% de los departamentos debe ser oficialmente "asequible".
Gran parte de la conversación apunta a un Ingels que evoca el pasado, presente y futuro de los rascacielos en Nueva York. El arquitecto plantea que el rascacielos está dirigido por la hípereficiencia y "las matemáticas del arrendamiento y el conteo de los ascensores".
Según Ingels, el alto costo de los rascacielos demanda que la innovación sea calculada, lo que implica explotar y reformar los parámetros actuales, en vez de ignorarlos. Esta metodología de diseño es lo que subyace detrás de los próximos rascacielos de BIG en Nueva York, incluyendo el 2WTC y los anteriormente señalados West 29th y The Spiral.
Construir algo de 50 ó 100 pisos es tan caro que nadie hace algo arriesgado [para tomar decisiones], así que toda experimentación que realices debe ser muy cuidadosa. En vez de ignorar los parámetros, lo que debes hacer realmente es enfocarte en esos parámetros y hacerlo posible. Bajo esta lógica estamos haciendo un puñado de rascacielos que de alguna forma intentan tomar ese mismo set de parámetros y recombinarlos con tal de crear algo nuevo que Nueva York no haya visto antes.
A pesar que el skyline de Nueva York está en constante cambio, Ingels ve la transformación de antiguas infraestructuras en equipamiento público y parques como los proyectos arquitectónicos más estimulantes de la ciudad estadounidense. También cita proyectos como el High Line y BIG U. Este último, a cargo de su propia oficina, busca reconvertir los antiguos astilleros y fábricas del frente costero de Manhattan.
Aunque claramente siente un profundo afecto por la ciudad de Nueva York, los años de Ingels en la Gran Manzana también cuentan con grandes frustraciones. Respecto a los primeros días del proyecto VIA 57 West, y la ansiedad del cliente por un edificio de mediana altura en lugar de un rascacielos, Ingels recuerda: "¡Maldición! Finalmente me invitaron a Nueva York, y quieren que haga un pequeño edificio. No es justo".