La modernización de Bogotá entre 1940 y 1970 captada en reportajes fotográficos urbanos y arquitectónicos, ha sido consignada en diversos libros, revistas y fotolibros de la época, así como también en imágenes de archivos públicos y privados de la ciudad. Todas estas tomas revelan una aproximación intencionada, e incluso crítica, de cómo la arquitectura moderna reconfiguró los centros de las ciudades y puso en relación los nuevos edificios y espacios urbanos con el paisaje urbano existente.
Cuando se trata de analizar el impacto de la fotografía desde la calle, es necesario hablar de Leo Matiz, Armando Matiz y Hernán Díaz. Estos tres fotógrafos han retratado personajes, acontecimientos y la vida urbana de Bogotá. Aquí hemos destacado y seleccionado, dentro de su amplia producción, sus tomas de calles, plazas, cruces y edificios representativos de la ciudad, lugares emblemáticos o anónimos que a través de la fotografía consolidan el patrimonio moderno en la memoria colectiva, y donde la arquitectura y los espacios urbanos son protagonistas de las escenas
En esta edición de Bogotá en la mirada de 10 fotógrafos conoceremos el legado de Hernán Díaz:
Nacido en Ibagué en 1931, Hernán Díaz fue fotógrafo y retratista reconocido como uno de los más destacados de la segunda mitad del siglo XX en Colombia. Estudió en el Instituto de Altos Estudios Cinematográficos (IDHEC) de París y en Westport University, donde fue alumno de Irving Penn. Fue miembro de la American Society of Magazine Photographers, y tanto su obra como sus reportajes se han divulgado internacionalmente a través de revistas como Life y Time. Además de publicar regularmente sus libros fotográficos, en los años sesenta fundó Memorabilia, la primera tienda galería de fotógrafos de arte que existió en Colombia.
Díaz realizó numerosas exposiciones de su obra en Bogotá y en muestras internacionales, como la Bienal de Venecia. Durante la década de los años setenta fundó el Taller de Fotografía, donde más de quinientos alumnos aprendieron su arte y su técnica. Por su trabajo, recibió numerosas distinciones, desde el Premio Nacional de Fotografía Federico Hecht (1968), hasta el Primer Premio del Concurso Mundial de Carteles (1980), en Venezuela. Indagó en diversos campos, como la pintura, el cine, la docencia y la crónica ilustrada, pero sobre todo en la fotografía a través del retrato.
Sus fotografías urbanas panorámicas resaltan el contraste entre los edificios tradicionales en primeros planos, con el perfil de los edificios modernos en altura en segundos planos, dejando siempre de telón de fondo algún elemento natural, como los cerros orientales o la sabana de Bogotá. Sus fotografías peatonales retratan personajes de la vida cotidiana puestos como protagonistas, o vistas diagonales de espacios representativos, como la plaza de Bolívar, para que puedan ser apreciados casi en su totalidad y en relación al entorno.
Díaz murió en Bogotá en 2009.
Agradecimientos al Archivo de Bogotá.