El Pabellón de Helio -GA estudio- no solo evidencia una exploración proyectual y constructiva sobre las instalaciones temporales, sino que referencia especialmente las interesantes capacidades de la arquitectura inflable: lo ligero, fácil de armar, flexible, económico, nómade.
Conoce en detalle el proyecto bajo las palabras de sus autores, a continuación.
El Pabellón de Helio es un proyecto de carácter social y de propósitos múltiples; todos los que su estructura y flexibilidad puedan otorgar. Hasta ahora ha tenido dos direcciones:
Luego del testeo y posterior evolución del proyecto, éste dará lugar a las actividades de la fundación española “Gesto”, que a partir del año 2019 utilizará el Pabellón como proyecto itinerante que se moverá por varias ciudades de España. Esta iniciativa está vinculada a una propuesta que integra a artistas y terapeutas, quienes buscan dar un impulso creativo a la sanación de ciertos aspectos sociales a través de actividades creativas.
Aprovechando las posibilidades de carácter nómade que ofrece el Pabellón, éste ha sido presentado (previo a su construcción) al concurso YALA (Young Architects in Latin America), evento colateral de la 16° Bienal de Arquitectura en Venecia, donde ha sido premiado con el nombre de “Escuelas Libres”. Bajo esta idea, se propuso un artefacto que ataque el problema de la centralización política / cultural de Chile con el movimiento, llevando con él un evento cultural y educativo a lugares remotos con el objetivo de rescatar, educar y enseñar de forma libre, privilegiando la apertura de límites y la flexibilidad en la educación.
"Escuelas Libres" aborda este aislamiento con una arquitectura que no deja huellas. La cualidad nómade de la intervención posibilita la ambivalencia entre aparecer y desaparecer, permitiendo entender los límites del paisaje local sin afectar su lectura o entendimiento.
Se plantea un edificio ligero, fácil de armar y desarmar, transportable, flexible e inestable. Un edificio interactivo, frágil en su apariencia y fuerte en su capacidad. Un edificio que respira, que se mueve, una arquitectura de pieles translúcidas pero estructurales.
Este tipo de arquitectura depende de los pronósticos climáticos, según ellos define su postura y utilidad. Como navegar a vela o volar en globos aerostáticos, el Pabellón de Helio tiene limitaciones si las condiciones climáticas no son las apropiadas, así su instalación implica un acuerdo, una negociación con los fenómenos naturales. Entendemos estas limitaciones como las implicaciones físicas de un cuerpo ligero y frágil, que se mueve y manifiesta de distintas maneras según el frío, el calor, el
viento, la lluvia, el día y la noche. Como algo que comparte su espacio con la naturaleza, tratándose de un cuerpo casi animal que funciona entre reglas naturales y artificiales, entre lo predecible e impredecible de su forma.
La arquitectura inflable y nómade desarrollada por los arquitectos utópicos entre los años 60`y 70` supone una referencia importante para el Pabellón de Helio. La creación de instalaciones inflables para performances, eventos y proyecciones de cine, como las desarrolladas por el grupo holandés Eventstructure Research Group, son antecedentes que este proyecto toma, incorporando dispositivos tecnológicos (virtuales y materiales) hacia soluciones de diseño que satisfacen la negación de bienes duraderos por otros construidos sólo para su función y momento específico.
Año del proyecto: 2018
Ubicación: Proyecto itinerante
Arquitectos: GA estudio
Arquitectos a cargo: Tomás García de la Huerta, Xaviera Gleixner, José Miguel Pinto
Constructor: Geo die Luftwerker
Consultor estructura: Robert Meyknecht
Producción: ArtWorks
Audiovisual: Bruno Lança
Fotografías: Bruno Lança, Tomás García de la Huerta
Globo: Esfera 6,8 m diámetro, PVC blanco 380 g/m2, Superficie:154 m2, Volumen: 165 m3, Peso: 109 Kg
Iluminación: LED
Tela: Poliéster
Superficie: 310 m2
Peso: 70 g/m2
Color: plata
Zapatos: Acero, Pintura: negro mate
Extra: 63 sacos de arena 10 Kg cada uno, 4 esferas de acero 30 Kg cada una, 15 botellas de helio