- Área: 274 m²
-
Fotografías:João Morgado
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Este es un proyecto de tenso diálogo entre principios vernaculares y un entendimiento más abstracto de la forma, el lugar y el paisaje.
En el contexto de un entorno naturalmente inconexo y fragmentado, la Casa de Gafarim ofrece a la calle un volumen monolítico, opaco y neutro, recordando los volúmenes paralelepipédicos y macizos de la arquitectura popular de Miño y ajustándose a la escala circundante.
Esta simplicidad en las formas y en los detalles le permite aparecer con autonomía en el entorno -un objeto suelto entre objetos sueltos- y distinguirse de los decorativismos post-rurales que son la regla general del paisaje portugués de hoy.
La economía formal del exterior se contrasta con el tratamiento del espacio interior, expansivo hacia el terreno, hacia el paisaje más remoto, y generoso en altura.
La entrada es un largo momento de transición y es, en sí misma, un lugar.
Evolucionando de un espacio de llegada exterior a su prolongación interior, de la sombra a la luz, de lo opaco a lo transparente, este progresivo contraste es una importante representación de las duplicidades y contradicciones que son el tema de este proyecto.
Después del movimiento de entrada, comprimido y condicionado, el espacio se descomprime en un volumen amplio de doble altura creando el programa social de la casa, reuniendo sala, cocina y comedor en un solo techo, mimetizando un tipo de organización de antaño.
Este espacio incorpora el terreno y el magnífico paisaje de Miño a través de una generosa superficie vidriada.
Aunque este espacio posea una gran transparencia, su orientación noreste permite una relación controlada con la luz natural, bañándose con la luz del amanecer reflejada por el espejo de agua por la mañana, y al final de la tarde por la luz del atardecer que se filtra a través de un medio piso superior, animando la arquitectura a lo largo del día y a lo largo del año.
Sin divisiones explícitas, la zona privada de la casa se desarrolla con autonomía, volviéndose todas las habitaciones al sureste.
Un pequeño patio interior sirve tanto a la habitación principal como a las dos instalaciones sanitarias. Este patio es un artificio que permite crear un lugar que, estando formalmente dentro de la casa, está simbólicamente aparte.
Entre las referencias vernaculares y la contemporaneidad, entre el volumen ciego y el plano abierto, la Casa de Gafarim es una propuesta de contradicciones, oposiciones y provocaciones resumidas en una estructura de naturaleza simple y pragmática.