Se trata de uno de los tantos valores del norte peruano: sus inmensos ventanales. Cuando supe que iría pa'l norte a Trujillo, inmediatamente empecé a soñar con sus ventanas. Las vi en un buen curso universitario, y sus dimensiones fueron lo suficientemente grandes como para ocupar un lugar importante en mi memoria. Sumándole a eso una natural obsesión por cualquier tamaño o forma de ventana y su razón de ser o lo que permiten. A pesar de que estuve allí años atrás de pequeña, ahora volvía con una nueva visión más arquitectónica.
Este es un recorrido-recopilación fotográfico de las diversas variantes de la ventana trujillana. Donde las fotos no son exclusivamente de las zonas cuidadas de la ciudad, también revelan descuido o deterioro. De una u otra forma, la belleza se trasluce.
De fundación española, Trujillo tiene un trazado amurallado al igual que el de Lima, un damero teniendo como eje la Plaza Mayor. Esta ciudad norteña fue la capital de la Intendencia del mismo nombre hasta la República y agrupaba otras ciudades coloniales norteñas, siendo el nexo de la Corona española con los otros dominios del norte, por lo que ha albergado autoridades de renombre. Su contexto socio-político se traduce a su expresión arquitectónica monumental. Así, el Centro Histórico de Trujillo se encuentra declarado como Zona Monumental integrante del Patrimonio Cultural de la Nación. Su declaración y conservación se fundamenta por su valor urbanístico de conjunto, por el valor documental histórico y artístico, y porque cuenta con un número apreciable de monumentos y ambientes urbano monumentales.
Dentro de su Ambiente Urbano Monumental (AUM), casi todo lo que vemos es republicano (sobre una base colonial) -la mayoría de casas lo es-. Se caracteriza por el manejo del color, presencia de casonas de un solo nivel alto, a veces segundo piso con balcones barrocos rectangulares y corridos, muy geométricas portadas republicanas sencillas rectangulares y sobresalidas, pies derechos muy finos y no sobrecargados. Considerado patrimonio ambiente urbano monumental principalmente por la calidad de sus ventanas republicanas de gran escala. Calles con características barrocas, era muy común generar escenografías urbanas, algo que en un inicio le perteneció exclusivamente a la Iglesia en su afán de conseguir más devotos.
Destaca como escuela costera junto con Lima, aunque no alcanza la calidad de la capital. Lima se caracteriza por sus iglesias y conventos, mientras que Trujillo ha basado su escuela en casonas trujillanas. Mayormente son quintas, tipología de campo de lujo que se justifica en la otrora concentración económica, poder político y clima templado del lugar, favoreciendo una vasta arquitectura residencial que no se ha visto en otra ciudad peruana. Originalmente casas coloniales trasformadas a republicanas. No es ostentosa, no es compleja, es renacentista, muy fino y republicano. Sus diseños son de calidad avanzada, de grandes extensiones, escala urbana amable y con ventanales rectangulares, son casonas de un solo nivel alto por ser de un piso doble altura (4-5 metros), con corredor perimetral elevado y techado, por lo general con la presencia de dos patios. Destacan por su diseño, ornamentación y magnificencia las siguientes casonas: Casa Ganoza Chopitea, Casa Bracamonte, Casona del Mayorazgo, Casona Ganoza Vargas, el Palacio Iturregui, entre otros.
Imaginario de una ventana
Como compañero de esta narración, escogemos en esta ocasión al arquitecto finlandés Juhani Pallasmaa, quien define el imaginario de la ventana y sus cualidades intrínsecas: “Distintas partes de la casa tienen un eco en el cuerpo humano. Las ventanas son los frágiles ojos de la casa que observan el mundo y examinan a los visitantes. La cualidad de una ventana reside en el modo en que elabora y expresa su propia cualidad, en cómo media entre la exterioridad y la interioridad, enmarca y da escala a la vista, articula la luz y la privacidad y cómo anima la estancia y le aporta su escala, su ritmo y su ambiente específicos. La arquitectura transforma un espacio en un lugar específico [...] Una estancia puede ser aterradora o tranquilizadora, opresiva o liberadora, triste o alegre, solo a causa de la naturaleza de sus ventanas”.
Por tanto, el efecto de la arquitectura en la experiencia humana está demasiado arraigado en un nivel existencial como para poder abordarlo como un elemento de diseño visual.
Ventanas everywhere
Su contraste de grandes vanos en muros de poca altura, dejan al descubierto la magia de su escala, que media entre lo pequeño y grande a la vez. Me atrevería a decir que estos ventanales, en su mayoría, son una síntesis de ventana + mueble + balcón.
Las ventanas trujillanas (y su enrejado) son de la mejor calidad de escuelas en Perú. Estas ventanas, en su mayoría fueron originalmente de estilo colonial, ahora republicanas. Sus grandes dimensiones expresan majestuosidad, lujo, poder. Su origen fastuoso y ornamentado responde a una impronta española barroca curiosamente encontrada también en ciudades ibéricas. En Perú no hay otra ciudad cuyas edificaciones se hayan pulido tanto con el diseño de las ventanas con esta condición artesanal de filigrana, en parte debido a sus condiciones climáticas extremas el gran ventanal primero es por un tema bioclimático, favoreciendo el traslado del aire dentro de la casa grande mediando entre interiores y patios.
Los ventanales emblemáticos tienen rasgos en común que los identifican. Son ventanas sobresalidas hechas en fierro forjado, postigos con celosías de madera y asientos internos. Alturas de gran tamaño rectangular manifiestan el manejo de la escala a nivel urbano. Su estructura de apoyo está basada en el fierro el cual sostiene toda la filigrana de la ornamentación del metal forjado. Esta primera estructura nace de una grilla que se ancla en peinetas superiores e inferiores, con elementos que llegan al suelo. Estos marcos posiblemente nacieron solos, con el tiempo se le añadieron coronas y bases de adobe y yeso con formas características republicanas. La peineta de fierro forjado engancha la coronación de yeso la cual termina en una punta de altura necesaria para relacionarse a la escala de la edificación. Existen variables de las mismas ventanas que pueden ser reconocidas en el trayecto exterior del ambiente urbano monumental de la ciudad.
Variaciones tipológicas
A continuación, gráficamente se identifican variantes en la tipología de la ventana trujillana según diferentes razones de ser o dadas las circunstancias.
- Uso: ventana con balcón - ventana asiento - ventana clásica única
- Piel : rejas – madera – vidrio – enredadera – textil (vestidas)
- Diseño: adornadas y curvilíneas - lineales y finas
- Volumen: saliente hacia la calle - pegada al muro
- Altura: al nivel de suelo – suspendidas
- Ubicación: exteriores – interiores
- Textura: trasparentes – opacas
- Valor: cuidadas – descuidadas
- Transformadas: selladas, vitrinas, estantes
Las auténticas experiencias arquitectónicas consisten, por ejemplo en acercarse al volumen del edificio y experimentar su presencia física más que en la comprensión formal de la fachada; en la acción de entrar o de cruzar la frontera entre dos espacios, no en la apreciación de la imagen visual; [sino] en mirar a través de la ventana y sentirse conectado con el mundo exterior…
¿Cómo será estar dentro del espacio de esta ventana?
Y finalmente, llegó el momento de absolver la pregunta que me invadió todo este tiempo llevándome a recorrer incasablemente estas calles. No me iba a contentar con la foto exterior ni tan sólo con verla en conjunto, me invitaba a entrar. Nuevamente, en las siguientes citas de Pallasmaa logramos definir con precisión lo que tratamos de contar.
La ventana no es sólo un agujero en la pared para dejar pasar la luz, sino que es también un mecanismo delicado, un espacio de transición que articula la luz y la visión, la interioridad y la exterioridad.
Exterior – Interior: “La ventana como mecanismo de mediación y la combinación del drama y sensualidad que se produce en la transición mental de un territorio al otro se encuentra aquí representada de una forma memorable…”.
Espacialidad Interior: “La casa ofrece protección al soñador, pero solo las ventanas le permiten soñar con libertad. Solemos soñar con los ojos cerrados o a medio cerrar y, del mismo modo, la ventana de la estancia de los sueños debe estar protegida por cortinas o cerrada por postigos. La luz tenue y la visión desenfocada estimulan el sueño y la imaginación”.
Buscando sombra y cobijo, me instalé toda una mañana en una ventana; sospechaba que podía ser acogedora, más no tanto. Pude habitar en ella plácidamente con luz y sombra. Sentada cómodamente, fue un lugar perfecto para escribir y dibujar. Las líneas base de esta publicación aquí presente fueron delineadas bajo esta ventana.
La placidez de disfrutar las ventanas tenía dentro de sí características de confort bioclimático que debía corroborar. De acuerdo al arquitecto Wieser (2011), las casonas trujillanas ornamentan la orientación del viento mediante el uso de varios ventanales que invaden los espacios comunes de las casas. Estos ventanales dan hacia el exterior como al interior (patios). Las diferencias fuertes de temperaturas entre estaciones pueden explicar el tamaño de las ventanas trujillanas, al punto de desafiar la estructura del adobe mediante el arrostramiento metálico. Requieren de gran tamaño para intensificar el efecto calentando la parte superior de los recorridos del aire, dejando frío el ambiente a nivel peatonal. Esto funciona mejor siempre y cuando exista un sistema de teatinas o ventanas interiores. Asimismo, mientras los balcones con celosías se convierten en elementos de control solar en las partes superiores; en las ventanas podemos encontrar dobles pieles para la protección de superficies interiores/inferiores.
Desde el interior la ventana funciona como el principal foco de luz de una sala al centro o como un cuadro principal de viva imagen en movimiento en una galería de arte. Sus usos son diversos, desde iluminar, ventilar, enmarcar, contener, dar cobijo, ser asiento, ser balcón…pensar en todo el potencial que hay en las casonas que todavía están en descuido, la posibilidad de darle (y reivindicar) su lugar a estas ventanas.
Mundos paralelos
Así como estas ventanas son únicas en Perú, trascendemos las fronteras y encontramos que hay ventanas de características semejantes en otras ciudades coloniales, cuyas ventanas tienen esa base y estructura en su diseño, que no necesariamente fueron transformadas como aquí a republicanas. En Colombia, en la bella ciudad de Cartagena de Indias, las ventanas tienen grandes proporciones parecidas, conservando su cerramiento de balaustres de madera coloniales; mientras que en México, en la ciudad de Campeche podemos encontrar ventanas con coronaciones de yeso semejantes. Es interesante reconocernos a nivel latinoamericano con nuestras semejanzas y potencialidades. Lo mágico que es la variación de una misma ventana por el simple hecho de estar en otro territorio y otra cultura.
Es inevitable al reflejarnos y mirarnos en paralelo, notar que Trujillo podría también ser valorada de la misma forma que las ciudades hermanas mencionadas. Como las fotografías lo atestiguan, hay descuido y olvido, pudiendo ser estas callecitas de juguete más encantadoras aún. La esencia está, la escala es realmente acogedora; sólo hace falta más rigurosidad y conciencia sobre este patrimonio. Considerando además que esta ciudad es base y paso obligado para los cientos de personas que visitan la ciudadela Chan Chan o las huacas del Sol y la Luna y la dama de Cao, entre otras reliquias de sitios arqueológicos del norte. ¿Por qué tiene que ser sólo una ciudad de paso y no para quedarse? Vale recorrerla, detenerse, habitar una de sus ventanas o entrar a sus casas, esto último motivo de otra publicación.
Y volviendo al detalle, lo que más motivó a escribir sobre esta experiencia es recordar el aprendizaje de entrar en contacto con las ventanas en una era de mamparas y transparencias. La arquitectura muraria tiene su fortaleza en darle su lugar a las perforaciones debidas y cuidadas, es un arte el saber colocar una ventana en el lugar preciso, sin desmerecer que también es un arte la concepción en conjunto de la fachada pues quien transita por esa calle percibe un ambiente urbano agradable y de cobijo como para no sólo pasar, sino querer entrar, como ha sucedido con este artículo. Esto es un diálogo entre el exterior y la armonía de una fachada en concordancia con el interior del espacio que se genera con la existencia de esta ventana.
